-La comida llego. – Daniel apareció en la puerta principal con una caja de pizza tamaño familiar y bebidas gaseosas.
-Pensé que te habías extraviado – bromeo Juan Pablo levantándose del sofá – buscare los vasos.
-¿Todo bien? – Daniel dejó la pizza en la mesa de centro y se puso frente a mi.
-Si – trate de sonreír – Juan Pablo es muy amable – mire la pizza – muero de hambre – mentí para que dejara de mirarme.
-¿Sabes por lo que muero yo? – paso su mano por mi mejilla.
-No lo sé – sonreí mientras tomaba su otra mano.
-Por esto – acaricio mi mejilla y se acercó a mis labios, cerré los ojos y enseguida sentí su nariz sobre la mía después bajo hacia mis labios, los rozó suavemente y yo los abrí un poco de tal manera que nuestros labios se unieron en una perfecta sincronía y empezó a besarme suavemente mientras sostenía más fuerte mi mano – te quiero. – pronunció segundos después, su frente contra la mía.
-También te quiero.
-Aquí están los vasos – apareció Juan Pablo – tengo unas buenas películas, tal vez deberíamos ver algunas.
-Me parece bien – Daniel beso mi frente y camino hacia el reproductor de vídeo – pienso que veamos una que todos disfrutemos, comedia.
-Encantada. – me senté en el sillón grande y tome las gaseosas para servirlas en los vasos.
Daniel se sentó a mi lado y Juan Pablo ocupó el sillón individual del costado, no pude concentrarme en toda la película, las palabras de Juan Pablo hacían eco en mi cabeza, Daniel me tenía abrazada y yo disfrutaba de ese momento, mi cabeza reposaba en su hombro y no podía contener las lagrimas aunque tenía que hacerlo, sabía que no podía aceptar la propuesta de Daniel y que esta noche tendría que ser la despedida y solo eso me hacia sentir tan miserable.
-¿Te ha gustado la película? – Daniel susurro a mi oído e hizo que saliera de mis pensamientos.
-Si – me senté en el sofá dejando su cálida piel – muy cómica.
-Creo que es tarde – Juan Pablo se levantó del sofá y tomo los vasos – mañana tendremos un día cansado, iré a dormir – me miro – pasa buenas noches y siéntete como en tu casa.
-Gracias, también tu pasa buenas noches.
-¿Segura que estás bien? – Daniel se giró en el sofá y quedamos frente a frente.
-Si – baje la mirada - ¿porque la pregunta?
-Porque no te veo igual, estas ausente ¿te dijeron algo en la llamada?
-No, todo está bien – sonreí y lo mire – son imaginaciones tuyas – tome su mano – creo que deberíamos ir a dormir.
-Tienes razón – se levantó del sofá y me tendió su mano – vamos al cuarto – me levante y camine a su lado hasta el pasillo izquierdo donde se encontraba la habitación que estaba ocupando Daniel, la había conocido horas atrás – puedes ocupar una camisa mía para que duermas. – cerró la puerta.
Me senté en la cama con la mirada en la pared, aunque disfrutaba de la compañía de Daniel me sentía incómoda, ya que jamás había estado a solas con un hombre en una habitación ni mucho menos había dormido con uno.
-¿Quieres que me vaya a la sala para que puedas bañarte? – preguntó cómo adivinando mis pensamientos.
-No – sonreí y me levante – no quiero que nos separemos – camine hacia él – solo quiero que sepas que conocerte fue lo mejor que me pasó en la vida.
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ME ENAMORÉ DE TI
Teen FictionEl amor y la vida siempre nos ponen en situaciones complicadas que casi nunca entendemos, pero dicen por ahí que el corazón jamás se equivoca, ¿será cierto? En un pequeño pueblo se desatara una historia de amor no convencional entre una pareja que...