Capítulo 12

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-Los policías me atraparon y me sacaron de la habitación – continuo - nuevamente me iban a esposar, no podía soportarlo, así que maniobre con los dos policías que me llevaban y los tumbe haciéndolos caer – me imaginaba cada suceso según Daniel lo relata – los policías que estaban en la puerta se acercaron a grandes pasos para atraparme pero me percaté que la ventana estaba abierta por lo que escape por ahí, en esa habitación se quedaba mi vida completa, mi Elena ya muerta.

-Lo siento mucho.

-Esa noche escape de la ciudad, no sabía exactamente a donde dirigirme, pero en ese momento me acorde de mi amigo de la universidad y lo llame, él me brindó refugio en su casa y a la mañana siguiente yo estaba con él, le conté todo lo sucedido y el confió en mi palabra, ese mismo día las noticias no se hicieron esperar, todos hablaban de mí, de la muerte y de mi fuga, cada estación de policía tenía mi foto y la recompensa por mi captura circulaba en ella también.

-¿Hace cuánto fue todo eso?

-Dos años.

-Continua, por favor.

-Me escondí por varios meses en la casa de Juan Pablo, estaba inmerso en la depresión también pero él me ayudó a salir adelante, solo pensaba en vengarme, vengarme de Eduardo y así lo hice.

-¿Cuál fue tu venganza?

-Estaba cegado por el dolor y si la policía me iba a atrapar por asesinar a alguien pues entonces le daría su asesinato, por muchos meses seguí el rastro de Eduardo, sabía todo lo que hacía, una noche lo seguí a su departamento, sabía que estaría solo como todos los jueves por la noche, entre y cuando él se disponía a ver la televisión me pare frente a él y extendí mi arma... Dos tiros en el corazón fueron suficientes. – bajo la cabeza.

-¡Daniel!

-Lo siento, no sabía lo que hacía, yo amaba a Elena, el lo sabía, el daño que tenía en mi corazón nadie me lo iba a reparar.

-Habían otras alternativas.

-¿Cuáles? – me miro – la policía pensaba que yo era él asesino.

-Entonces, fue cuando huiste de nuevo. – indague.

-Juan Pablo me dijo que era una tontería lo que había hecho y que ahora si debía huir, la policia aún estaba en mi búsqueda y debía desaparecer por un buen tiempo, él tenía un amigo en la iglesia católica y él le contó la muerte de un sacerdote en un pueblo casi olvidado por el mundo – me miro – era la oportunidad perfecta para borrarme de este planeta por un tiempo.

-Y ¿llegaste a mi?

-No – suspiro – yo no quería, yo quería enfrentar todo pero Juan Pablo me dijo que no, que debíamos buscar una salida porque yo no había asesinado a Elena, después de un mes de discusiones finalmente accedí, él pidió información a su amigo y este le dijo todo, claro sin saber lo que Juan Pablo planeaba.

-¿Pensabas irte después de los seis meses, finalmente?

-Si – bajo la mirada y continuó con la historia a los segundos - la partida del padre que iría a tu pueblo se daría de noche, pues un viaje en carretera es largo, salimos esa misma noche y lo esperamos a la noche siguiente en el pueblo cercano a Mompi, ahí atrapamos el carro que conducía y Juan Pablo se lo llevó.

-¿Está secuestrado como dijo Roger?

-No – me miro inmediatamente – le dijimos que nada malo sucedería, que solo iba a ver un cambio en las órdenes, en otro pueblo se necesitaba un sacerdote también, ahí lo llevo Juan Pablo.

ME ENAMORÉ DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora