Rodee a los hombres y salí de la fila de sillas, las piernas me seguían flaqueando de la emoción y Daniel empezó a caminar hacia mi, en ese momento era como si el mundo hubiera desaparecido y solo estuviéramos los dos, acelere el paso y él me imito hasta que quedamos frente a frente, de nuevo nuestros ojos se perdían en la mirada del otro, quería abrazarlo pero mi cuerpo no respondía, él me miraba con una sonrisa en su rostro y creo que estaba igual que yo.
Levante mi mano derecha de manera muy lenta y él me vio hacerlo, su mano busco la mía, al sentirla, fue como una paz inexplicable, como si mi vida estuviera completa, no espere más y me abalancé sobre el, solté su mano y enrede ambas en su cuello, necesitaba sentirlo y saber que era real este momento, sentir su piel, su olor, sus manos sobre mi cuerpo, él me abrazó con la misma fuerza que yo, sus manos sobre mi espalda, sus manos firmes y protectoras.
-Daniel – sollocé entre sus brazos – he esperado mucho este día. – seguía sin soltarlo, pensaba que al hacerlo, este momento se esfumaría.
-También yo, princesa mía. – extrañaba mucho esa frase de él, solo de él.
Permanecimos así por varios minutos, se sentía tan bien, ambos disfrutamos de ese contacto que habíamos deseado tanto - ¿cómo pasó todo esto? – susurro en mi oído, sabía que él estaba tan sorprendido como yo cuando vi a Juan Pablo.
Lo abrace por unos segundos más y me separe de él, tome ambas manos – Juan Pablo es el responsable – sonreí – gracias a él estoy aquí.
Por primera vez el miro a los lados y yo también lo hice, ahí seguían los dos amigos, sonriéndonos a nosotros, como si estuvieran viendo una película, sonreí también sonrojada y Daniel tomo mi mano con fuerza para caminar hacia ellos.
-Bienvenido a la libertad, amigo. – hablo Omar.
-Hermano. – los dos hombres se acercaron y nos abrazaron, un abrazo de cuatro que casi me deja sin respirar pero lo disfrute aún así, estos tres hombres eran tan unidos como lo era yo con mis amigas, aunque ellos habían pasado por más pruebas.
-Gracias, hermanos – Daniel hablo una vez todos se separaron y me rodeo por el hombro – gracias también por este maravilloso regalo. – beso mi cabello.
-No hay nada que agradecer – sonrío Juan Pablo – fue el destino.
-Vamos a celebrar tu salida. – propuso Omar.
En ese momento mi celular empezó a vibrar – disculpen – sonreí a los tres y solté la mano de Daniel, me aleje mientras sacaba el teléfono de mi bolsillo, en la pantalla estaba el nombre de Alexander con una foto de ambos, mire a los chicos y ellos estaban entretenidos.
– Hola.
-¿Dónde estás, Ángeles?
-Tuve un problema, Alexander.
-¿Qué problema?
-Te lo explico luego – mire por el gran ventanal – perdón por irme así y también cancela lo de esta noche, nos vemos mañana.
-¿Está todo bien?
-Si, te dije que luego hablamos. – susurre.
-De acuerdo, le avisaré a los chicos, te amo.
-Hasta mañana. – colgué la llamada y respire profundamente, guarde el teléfono y volví a mirar hacia atrás, por suerte ellos seguían sumidos en su conversación, debía explicarle a Daniel lo que había sido de mi vida y también debía hacerlo con Alexander, no podía continuar con el.
-Y ¿qué planes tenemos? – sonreí
-Primero una comida – hablo Omar – después iremos a un bar donde venden unos excelentes cócteles, esto es para celebrar.
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ME ENAMORÉ DE TI
Teen FictionEl amor y la vida siempre nos ponen en situaciones complicadas que casi nunca entendemos, pero dicen por ahí que el corazón jamás se equivoca, ¿será cierto? En un pequeño pueblo se desatara una historia de amor no convencional entre una pareja que...