-No se porque Vanessa siempre demora.- Karol volvió a pitar fuera de su casa.
-¿Como terminaron las cosas con Roger?
-Como tenían que terminar, es mejor estar sola – sonrió – aunque bueno no tan sola, siempre hay mas peces en el lago – me miro – y tu sabes a que me refiero.
-No se a que te refieres – mi vista se desvió a la puerta donde ya salía Vanessa – ¿puedes ser mas especifica?
-Todos hablan de eso, si que apuntas alto, déjame decirte que te admiro.
-¿Todos hablan de que? – la mire extrañada.
-Buenos días – Vanessa entro al coche – hola, María de los Ángeles – me sonrió tímida.
-Hola – mi sonrisa fue cálida con la esperanza de aliviar la tensión que yo cree días atrás. – buen día.
-Deberías demorar menos, Vane – Karol la miro por el retrovisor y después se dirigió a mi – vienes en el momento justo, Ángeles esta a punto de confesar su romance con el caliente sacerdote.
-¿Que yo que?
-Vamos, Ángeles, somos tus amigas, no tiene nada de malo que te lo hayas ligado, ahora entiendo porque te inscribiste en el voluntariado, pero no tenias que inventar tantas excusas.
-Karol yo no tengo nada con el padre Erick, es imposible lo que estas diciendo, yo nunca me atrevería a tener nada con el – mi voz subió de tono – es increíble que te estés sumando a los chismes de este pueblo.
-Ángeles, no lo ocultes mas – su mirada era atrevida – no tiene nada de malo, deja el papel de santa – rodó los ojos – todos tenemos nuestros pecados.
-¡Pues yo no los tengo! – abrí la puerta del coche – si fueras mi amiga no dijeras nada de esto – cerré la puerta una vez estuve en la calle – háblame cuando me traigas de vuelta a mi amiga porque a ti no te conozco.
-Espera, Ángeles. – hablo Vanessa quien hasta el momento se había mantenido al margen de todo.
-Nos vemos después, Vane.- camine hacia la acera a pasos rápidos y doble la esquina en tiempo récords, la ira me esta ganando, por primera vez en mucho tiempo me había disgustado con mis amigas por razones similares ¿que le estaba pasando a mi vida que de repente todo estaba de cabeza?
*** NARRADO POR ERICK ***
-Buenos días, Carmen.
-Buenos días, Erick ¿como estuvo la misa de inicio de semana?
-Muy bien, muchos presentes, me he dado cuenta de que este pueblo es... – sonreí – muy comunicativo.
-Tengo la ligera sospecha de saber a lo que se refiere.
-Haber dime – mi tono era alegre – quiero escuchar.
-Hay comentarios sobre – bajo la mirada – sobre María de los Ángeles Reese y tu.
-Acertaste, Carmen – pase la mano por mi cabello – he escuchado esos rumores desde ayer incluso la mama de Roger Bloom me enfrentó.
-No te dejes llevar por ellos – poso su mano en mi brazo – la gente aquí puede crear miles de historias tan descabelladas como esta – sonrió – ¡tu y Ángeles! por Dios es tan absurdo.
-Lo se, pero no quiero que estos chismes lleguen a mayores, no es bueno para ella ni para mi.
-Verás que no – se alejo de mi y camino hacia los asientos – hoy el carro que contratamos no podrá venir con nosotros así que iré a la casa de la señora Anderson que dijo que buscaría uno, nos vemos después, Erick.
ESTÁS LEYENDO
ME ENAMORÉ DE TI
Roman pour AdolescentsEl amor y la vida siempre nos ponen en situaciones complicadas que casi nunca entendemos, pero dicen por ahí que el corazón jamás se equivoca, ¿será cierto? En un pequeño pueblo se desatara una historia de amor no convencional entre una pareja que...