-Mi mamá me saco del pueblo – sonreí con tristeza – con la ayuda de Enrique y me mantuvo por cuatro meses en esa ciudad, me había vuelto su prisionera, decidió mi universidad y decidió con quien debía relacionarme.
-Pido una disculpa. – toco mi mano.
-No eres culpable de nada, ella jamás quiso entender, cuando cumplí los 18 años me fui de mi casa, cuando ella me vio con las maletas tuvimos una pequeña discusión, quiso detenerme pero no lo permití, estuve unos días en casa de una amiga y después me vine para acá.
-Entonces ¿las cosas siguen mal con tu mama?
-Digamos que hablamos lo esencial, tiempo después ella regreso al pueblo y conoció a un tipo del cual se enamoró y ahora viven juntos, dos veces a la semana la llamo y ella rara vez lo hace, jamás pensé que algo así pasaría entre ambas.
-Deberías buscarla, princesa. – El mesero llego con el postre y me mantuve en silencio.
-Ella me hizo mucho daño – continúe cuando estábamos solos – ella me asfixio a un punto que no te puedes imaginar, me tuvo sobre la sombra de Enrique mucho tiempo, no le guardo rencor pero un recelo me impedir acercarme de nuevo.
-No te pido que lo hagas ahora – sonrío – solo que lo hagas, la vida no es para siempre y madre solo hay una y si muchas veces se equivocan es por buscar nuestro bien, si lo vemos desde su perspectiva, yo era un peligro para ti.
Mire a Daniel y me límite a mover la cabeza en señal afirmativa, mi teléfono me hizo sobresaltar, busque en mi bolsillo y mire la pantalla, era Karol, había recibido muchas llamadas de ella – debo responder – se me levante de la silla y camine hacia la salida del lugar – Hola.
-¡Hola! – estaba histérica – solo eso ¿donde te has metido? No sabemos nada de ti, Ángeles.
-Para, Karol – suspire – no quiero un regaño a estas alturas de mi vida, estoy bien.
-Lo siento – bajo el tono de voz – solo que me tenias preocupada, te fuiste del restaurante sin decir más y después le cancelas todos los planes a Alexander.
-Lo siento, mañana te cuento todo.
-¿No irás a tu departamento?
-No, no lo creo – mire hacia dentro – mañana en la facultad te cuento todo, saluda a Vanessa y dile que estoy bien y diviértete en tu salida, te quiero. – corte la llamada y entre al restaurante.
-¿Todo bien?
-Si, solo era Karol, quería saber donde estaba.
-El escucharte hablar de ellas es como si nada hubiera pasado, como si el tiempo se hubiera detenido – sonrío – así que estudian en la misma universidad pero diferentes carreras.
-Si, como te dije, las contacte tiempo después y eso ha sido todo, durante un año y medio me dedique a mis estudios, a conseguir un trabajo de medio tiempo que me permitiera pagar mis gastos, salir con mis amigas y sobre todo pensar en ti y en encontrar la manera de verte de nuevo.
-Es un alivio saber que el destino nos quería aquí – sonrío – como te dije también, mi vida no fue para nada excitante, los primeros meses fueron de constante lucha para los abogados y para mis amigos, cuando el juez dictó la sentencia yo quería volver a nacer, era una salvación esa condena pero también fue difícil, la cárcel no es un ambiente agradable, muchos quisieron provocarme – tomo un poco de vino – pero jamás caí en la tentación, de haber sido así, hoy no estaría aquí.
-Aun me parece mentira que hubiéramos estado en una misma ciudad.
-Dímelo a mi – dejo la copa – también hubo un policía que siempre estuvo pendiente de mi caso y en parte fue él quien encontró a algunos testigos y claro como no mencionar que recibí ayuda del padre Parra.
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ME ENAMORÉ DE TI
Teen FictionEl amor y la vida siempre nos ponen en situaciones complicadas que casi nunca entendemos, pero dicen por ahí que el corazón jamás se equivoca, ¿será cierto? En un pequeño pueblo se desatara una historia de amor no convencional entre una pareja que...