*** MESES DESPUÉS ***
-¿¡Qué crees que estás haciendo!? – mi madre irrumpió en mi habitación.
-No creo que estás maletas necesiten explicación.
-No puedo creer que estés cumpliendo tu promesa, eres una malagradecida.
-Llámame como desees, madre – gire para quedar frente a ella – y quizás tengas razón porque no te agradezco nada de lo que estás haciendo con mi vida – me cruce de brazos – es más, no creo tener vida, porque tenerme como una prisionera no es lo, pero hoy se acabo todo.
-Jamás encontrarás a ese asesino y si lo haces solo será para sufrir, que eso nunca se te olvide – me miro con altivez – tienes a un maravilloso chico que daría lo que fuera por estar contigo.
-¡Enrique! – la mire con una sonrisa falsa – él se ha encargado de atosigarme cada día, sabía que en cualquier momento me dirías esto, es obvio que también me estabas escogiendo novio – tome las dos pequeñas maletas de mi cama y camine hacia la puerta – hoy cumplo 18 años y no puedo seguir soportando que día a día me hagas vivir un tormento, agradezco lo que hiciste por mí en el pasado – la mire a los ojos – pero solo te pido que reflexiones todo lo que ha pasado y veas que no has cometido buenas acciones – la voz se me quiso quebrar – te amo mamá pero por ese mismo amor no puedo quedarme porque si lo hago terminaremos despreciándonos y eso no lo soportaría. – cruce la puerta de mi cuarto y baje las escaleras en ese momento la puerta principal se abrió y apareció Enrique con un pastel, me miro incrédulo pero no me detuve a dar explicaciones, pase por su lado y salí de esa casa que no la consideraba mía, al sentir el aire fresco sobre mi rostro supe que me había librado de algunas cadenas y que empezaba a vivir de nuevo.
*** DOS AÑOS DESPUÉS ***
-Nos encontramos en la cafetería, Karol.
-De acuerdo, le diré a Vanessa que nos de alcance.
Le di un beso en la mejilla a Karol y camine hacia la facultad de ingeniería, cursaba el tercer semestre, al igual que mis amigas, quizás le resulte extraño que estudiemos juntas ya que nuestros planes iniciales de adolescentes eran otros, pero la vida muchas veces tiene otros lugares para ti y este fue nuestro caso.
Hace un año y medio vivo en Costa Azul en un departamento muy cerca de la universidad, vine aquí después de que deje la casa de mi madre, ella había cambiado radicalmente y también lo había hecho yo, ahora solo hablamos de vez en cuando, me comentó que ahora mantiene una relación con un hombre del pueblo y es que ella se regresó después de que yo me mudé.
A los siguientes meses me puse de nuevo en contacto con mis amigas y después de arreglar las diferencias que se habían generado en los últimos meses, decidimos darle una nueva oportunidad a la amistad que habíamos cultivado por años ¿Recuerdan la última vez que estuve en casa de Karol y su rara actitud? Sus padres se estaban divorciando y nosotras fuimos su apoyo en ese momento complicado, es más creo que las tres fuimos los pilares para salir adelante, pero Vanessa fue más que eso, fue la que nos mantuvo en pie y la que logró que tanto Karol como yo saliéramos de la depresión.
-Buenos días, Ángeles.
-Hola, Alexander – bese su mejilla – buenos días.
-Te he visto subir las escaleras, creí que no te daría alcance.
-No camino muy rápido. – sonreí.
-Estas muy bella esta mañana, al igual que todos los días.
-Muchas gracias – le di un beso rápido en los labios – debemos entrar al salón o nos dejaran afuera.
-Después de ti. – camine hacia el salón y ocupe una de las sillas vacías, Alexander dejó sus materiales de trabajo en la silla del costado, a los pocos minutos la profesora entró y empezó con su clase.
ESTÁS LEYENDO
ME ENAMORÉ DE TI
Ficção AdolescenteEl amor y la vida siempre nos ponen en situaciones complicadas que casi nunca entendemos, pero dicen por ahí que el corazón jamás se equivoca, ¿será cierto? En un pequeño pueblo se desatara una historia de amor no convencional entre una pareja que...