ME ENAMORÉ DE TI

Capítulo 22

-Ya estoy lista, Vanessa.

-Luis, acaba de venir – escuche que cerraba la puerta de su departamento – en diez minutos estamos allá.

-Muy bien, te espero abajo. – guarde el teléfono en la pequeña cartera que hacía juego con mi vestido y cerré la puerta de mi departamento, guarde también las llaves y me dirigí al ascensor.

Tuve que esperar algunos segundos para que las puertas de este se abrieran, me encontré a algunos vecinos de los pisos superiores y les di una sonrisa cordial, hace poco había hablado con Daniel y me dijo que ya estaba en su departamento aunque se escucha mucha bulla a su alrededor pero bueno solo era solo cuestión de minutos para vernos, lo extrañaba mucho, llegamos a la planta baja y todos salimos del ascensor.

-Buenas noches, señorita.

-Buenas noches, José – le sonreí - ¿cómo está todo?

-Sin novedades – limpio el mostrador de recepción - ¿una fiesta?

-Si, un conocido de la universidad – me apoye en el mostrador – creo que esta noche no vendré.

-Muy bien, cerrare con llave su puerta si veo que no viene después de la doce.

-Gracias – tome su mano en gesto amable – no sé qué haríamos sin ti.

-Solo cumplo mi trabajo. – me sonrió con amabilidad el hombre de 50 años, quien me trataba como a su hija desde que me conoció.

-Nos vemos después. – camine hacia la salida del edificio y me quede esperando a Vanessa que no tardaría en llegar, la noche estaba hermosa, mi noche con Daniel, sonreí ante el pensamiento.

-¡Ángeles! – Vanessa grito mi nombre antes del que carro se estacionara – estás muy bella.

-Gracias – abrí la puerta trasera del carro una vez este se estacionó por completo – también estás bellísima, hola, Luis.

-Hola, Ángeles – sonrío por el retrovisor - ¿y Daniel?

-Nos da alcance en la fiesta, iba a salir tarde de la oficina. – el carro se puso en marcha.

-Que no lo absorba el trabajo – sonrío mi amiga – no cambia.

-¿Desde hace cuanto se conocen?

-Si tan solo supieras – Vanessa hablo – ellos tiene una historia maravillosa que vale la pena triunfar.

-Te la contaré con más tiempo en otra ocasión. – reí

-¡Mujeres!

Ambas reímos y ya nadie dijo nada, en pocos minutos llegaríamos al salón de evento, cuando lo hicimos, no había lugar para aparcar, al parecer toda la universidad estaba aquí, el amigo de Luis era muy conocido en la mayoría de las facultades incluida la mía.

-Me quedo aquí – le dije a Luis antes de que continuará buscando un lugar para aparcar – me imagino que Daniel ya debe estar dentro y no quiero que se sienta solo.

-La damisela al rescate. – bromeo Luis y detuvo el carro para que yo bajara.

-Los veo adentro. – tome mi pequeña cartera y salí del carro, camine los pocos metros de calle hasta que llegue a la acera y subí las escaleras, salude a algunos de mis compañeros de clases y conocidos de otras facultades, me preguntaba dónde estaría Daniel pero no quería llamarlo para poder sorprenderlo, sería más lindo así.

Finalmente entre al salón, todo estaba decorado como tipo casino, el amigo de Luis solía ser muy excéntrico en cuanto a celebraciones se refería, después de pensarlo saque mi teléfono para llamar a Daniel porque no lo veía por ningún lado y bueno esto estaba demasiado lleno, sería imposible localizarlo fácilmente y darle la sorpresa, me abrí paso entre algunas chicas y me detuve en la mesa de bocados, estaba un poco despejado.