Capítulo 3.

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Océano tiró de mi mano y me sentó en el banco, al lado de una chica de color, de pelo rizado rubio, sonrisa perfecta, pecas debajo de sus ojos y un traje de animadora - No creo que...- susurré, estaba en la mesa de animadoras.

Océano como respuesta cogió la bolsa de papel con mi comida dejándola sobre la mesa para que no me fuese, cada una había comprado algo en uno de los puestos, y mi plato era pollo frito, porque dios, me encantaba  - Esta es Nina- anunció y todas me sonrieron dándome diferentes bienvenidas, nunca hubiese pensado que el grupo de animadoras de la universidad fuera tan modesto y simpático - Esa es María, la llamamos Maria de la buena, tienes que decirlo rápido y todo junto- la chica me extendió la mano con una gran sonrisa e intenté devolverle el saludo adecuadamente - La que tienes al lado es África, pero todas la llamamos jirafa- la chica rodó los ojos para luego reír y darme un beso en la mejilla.

-¿Por qué no te callas playa?- fruncí el ceño y la chica de color me dio un codazo y me guiñó un ojo -Ella dice el apodo de las demás pero nunca el suyo, puedes molestarla llamándola playa o sombrilla- me reí bajito, África era realmente agradable.

-Y esta es Susana pero la llamamos ratona porque la canción...- siguió hablando Océano.

Alguien me tocó el brazo y me giré - Valentina- me giré sonrojada y vi a mi hermano con una gran sonrisa - ¿Cómo te encuentras?

Mi hermano era uno de los populares de la universidad, pero no por tener dinero, el mejor coche o por ser el capitán del equipo.

Lo era por su forma de agradar a las personas, por prestarse a ayudar, por su forma de tratar a todos por igual, todo el mundo de una manero u otra le quería, porque realmente su compañía era una bendición.

-Para de perguntarme eso siempre- dije con las mejillas aún más rojizas.

-¿Te llamas Valentina?- asentí - ¿Y Nina?

-Es un diminutivo- mi hermano me empujó despacio para que me apartara y se metió en el banco entre África y yo.

Todas se rieron -Te la ganaste- me señalaron y luego se frotaron las manos- Escucha bien el apodo que te vamos a poner porque saldrás de la univerdidad con ese nombre- agaché la cabeza algo incómoda.

-Podemos llamarte valiente- alzó la ceja Océano.

-Algo más dramático, valiente, reina de la comarca de los orcos en Narnia - todas rieron y Océano y África chocaron por encima de la cabeza de mi hermano.

-¿Hiciste amigas?- susurró con una sonrisa y sentí la sangre de nuevo en mi mejilla.

-Ella es Playa- la señalé siguiéndole el juego - Y ella Jirafa- él negó con una risa.

-Lo sé, me tuve que ir de casa una semana antes para estar con el entrenador, las conocí, fueron cogidas como animadoras delante de mí- mi hermano formaba parte del equipo de la universidad, al igual que yo él estaba becado, supuse compartiría ahora campo con Zack aun que le sacase tres años - Por cierto, te echo de menos- me abrazó fuerte y todas me miraron de forma sexy.

-¿Es tu novio?

-Es mi hermano- dije avergonzada y él rió - Hace una semana que nos vemos Jasper, no puedes echarme de menos.

-Lo hago- afirmó - Y olvídate de hacer planes esta tarde, iremos a comprarte ropa nueva- cogió mi sudadera y yo fruncí el ceño.

-No hace falta es mejor dar el dinero a papá y a mamá para...

Me cortó - Por el amor de dios, piensa en ti por una vez, hoy tendrás ropa nueva y punto- asentí despacio vencida - Esta sudadera la llevaba yo hace cinco años Valentina - volví a asentir y él apretó los labios como pidiéndo perdón por regañarme y me abrazó fuerte - Luego nos vemos- besó mi frente - Te quiero.

-Y yo - sonrió y se levantó de la mesa para ir a otra, con sus amigos.

-¿Estás seguro de que no es tu novio?

-Claro- me encogí de hombros.

-Sólo digo porque ese chico de ahí no paraba de quitarte el ojo- señaló con el tenedor y miré hacia la dirección, Zack miraba nuestra mesa con el ceño fruncido y la mandíbula tensa mientras Sidney descansaba la cabeza apoyada en su pecho.

-Él es amigo mío, bueno...algo así- dije nerviosa y África y Océano se miraron complices para pasar sus brazos por mis hombros a la par.

-Amiga mía - dijo entre risas Océano.

-Los amigos, no se miran así- terminó África de decir guiñándome un ojo junto con un abrazo cariñoso de apoyo, yo agaché la cabeza demasiado sonrojada, de nuevo.

Zack, ¿Tú me quieres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora