Capítulo 17.

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- ¡Por dios Jesse qué asco!

- ¿Y qué hago?, ¿Con qué me tapo? - le pasé su portátil y él hizo un puchero.

- Venga, iros a cambiaros- nos empujaron para que entrásemos en el baño.

Rodé los ojos y recogí mi ropa por el camino como pude.

Jesse y yo salimos a los 10 minutos - Hmm... ¿habéis visto mis bragas? - intenté sonar natural.

-Zack se tropezó con ellas al salir - ambas rieron.

-¿En serio?

-¡Sí! , ¡Se comió el suelo! - Océano se quitó la camiseta con naturalidad - Tú tranquila África, sólo hay que ponerle unos cascos con música a Jesse para que no se entere de nada.

-Chicas, Jess en realidad ahora puede ver- susurré y Océano se colocó la camiseta de nuevo.

-¿No es broma? -asentí - Bien, Jess entonces me temo que debes irte.

-¿Qué?, ¿Por qué?

-Planes de chicas- le empujó hasta la puerta.

-¿Esto es lo único que me dices cuando me ves y sabes que he recuperado la vista?

-¡Adiós!- le cerró la puerta en la cara.

- Eso fue muy grosero...- chasqueé la lengua a Océano.

-¡Lo he hecho por ti!, ¡Debemos hacer un plan! - fruncí el ceño y África asintió decidida sacando una pizarra y unos rotuladores de debajo de la cama.

-¿Para qué?- dije confusa.

-¡Para recuperar el condón y tus bragas!

-Chicas yo creo que... con que se haya enterado de que ya no soy virgen de la peor manera posible, es decir, en medio de un polvo es suficiente.

-¡Oh no!- dijo dramáticamente África- ¡No es un condón, es tu orgullo amiga! , ¡Es nuestro orgullo!, ¡Él irrumpió en nuestro reino y hurtó nuestros bienes más preciados!

-Uno ; ni si quiera esta es tu habitación, dos ; ¡Ha robado un condón!

-¡Y tus bragas! - señaló Océano - ¡Esta noche actuaremos!

-¿Qué?- dije perdida y África empezó a dibujar algo en la pizarra con la lengua sacada concentrada.

Froté mi cara cuando vi el dibujo - Nuestra honra sólo será devuelta cuando robemos la corona.

-Condón- corregí.

-Corona, condón... ¿qué más da?

-Así se habla- Océano se tiró hacia ella y la beso pasionalmente mientras yo veía el dibujo de la supuesta residencia de chicos en la pizarra, no pasando por alto mi propio retrato, un dibujo formado de cuatro palos y con un condón en uno de los brazos sin mano.

-Yo... está bien- cedí - Pero sólo porque las bragas eran de Victoria Secret  -chocaron ambas la mano con una sonrisa.

-Sentimos haberos cortados el polvo, pero esto es realmente mucho más importante- rodé los ojos.

-Ataquemos- se frotó las manos África y volvió ala pizarra con una sonrisa.

**

-¿Por qué me tocó a mí vestir con el mono de limpieza negro y a vosotras con un traje super cool de camuflaje?- gemí y ellas me mandaron callar colocándome una gorra negra - Este traje es de señor que baja los sofás de la mudanza - ambas me mandaron callar a la vez y me pintaron con dos de sus dedos pintados de pintura negra en las mejillas.

-Es hora- asintieron ambas.

-¿Vosotras sabéis que el traje de camuflaje sólo camufla cuando hay algo de vegetación?

-Comandante, hágala callar - dispararon con una pistola de agua mi espalda y yo bufé.

Caminamos ridículamente hasta la residencia de chicos y llegamos a la puerta de Zack - Habrá que despistar a su compañero.

-Él no tiene compañero, vive sólo.

-Muy bien cadete- golpeó mi hombro amistosamente Océano - Recuérdeme invitarle a una porción de pizza- asentí cansada del juego - ¿Estáis preparadas?

-¡Sí, mi señor, señor!- rodé los ojos y abrí la puerta despacio, alguien tiró de mi pierna para que bajase al suelo y resoplé cuando me hicieron arrastrarme como un gusano hasta llegar a la mesa de la habitación, Zack estaba dormido - ¿Dónde puede tener este imbécil el condón?- susurró África y yo me encogí de hombros, sin querer golpeé la mesa con mi cabeza y unos cuantos lápices cayeron al suelo - ¿Cómo de gilipollas eres? - bufó Océano echándome un chorro de agua en la cara.

-¡ A la mierda yo paso!- me puse en pie para ver a Zack, que dormía tranquila- ¡Ni si quiera se ha despertado con ese ru...- me quedé callada al ver su pijama de ositos rosas, y en su bolsillo del pecho, el condón.

Ambas se levantaron y empezaron a reír.

Con mucho cuidado deslicé mi mano hasta su bolsillo, me asusté porque saltó un Flash, Océano estaba haciendo una foto.

Zack abrió los ojos y África y Océano estallaron a reír.

Cogió mi brazo para que soltase el condón - ¡Retirada! - exclamaron las dos a la vez y yo gemí con mi mano agarrada ante la suya.

Cogí mi pistola de agua y la disparé muchas veces, ¡¿PERO QUÉ MIERDA VA A HACER UNA PISTOLA DE AGUA VALENTINA?!

-¿Qué haces?- no contesté- ¿Estás empezando una guerra que sabes que no puedes ganar, Nina?

Callé mis pensamientos cuando el chorro cayó en uno de sus ojos y se llevó la mano para frotárselo.

-¡Vamos!- gritaron las dos corriendo por el pasillo y yo me reí.

Me parecía una mierda de idea al principio, algo infantil, pero ahora me estaba haciendo reír, que mi corazón golpease fuerte para salir de mi pecho, me estaba haciendo sentir lo que tanto había buscado cuando me enteré de que estaba enferma.

Adrenalina, amigas, cosas prohibidas, bromas, condones, bragas ¿Qué más da si es lo que te hace sentir bien?

-¿Tienes el condón?- cerró la puerta Océano y yo respiré agitada cayendo a mi cama.

-No, pero tengo otro plan , ¿le habéis hecho la foto?- sonreí cómplice y Océano asintió enseñándome la pantalla.

Océano y África levantaron las cejas con una sonrisa y yo las levanté a la par - ¡Eres de las nuestras!

- Sí, y ahora, gusanos- tomé el mando del ejercito de un segundo a otro- Llenen sus pistolas de agua, pero esta vez mézclenlo con jabón , ¡Estamos en guerra!

A veces lo típico es lo aburrido, a veces las historias de amor te duermen.

Zack no era mi historia de amor.

Zack era un soplo de aire fresco, era el olor a sangre que detectaban los tiburones, era puro instinto, no es que quisiese, no es que pudiese, es que algo dentro de mí tiraba.

Para bien o para mal, una fuerza por encima de mis posibilidades que hacía que volviese a ese lugar, sus brazos, su hogar, mi hogar.

Era como una canción deprimente en un día triste, unas palabras de amor para tu corazón, era un pájaro que disfrutaba de su libertad sólo con la sensación de que el viento ondeaba su plumaje, era fuego, fuego sobre hielo, ¿Quién conseguiría hacer eso?

Pero sobretodo... Zack era mi guerra, siempre lo había sido.

Y bueno, ahora teníamos un par de condones y condiciones de por medio.

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Ustedes hablan de mis faltas de ortografía y yo les hablo de que me salí a las 22:00 de la noche a la calle de una cena con amigos para escribir desde el móvil rápido y no fallaros, estamos a 0 C° :(

Zack, ¿Tú me quieres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora