Capítulo 22.

4.6K 494 225
                                    




Estaba enfadadísima y se me notaba en la forma de caminar.

Las chicas y yo seguíamos con el plan de recuperar el condón, no por el simple objeto, si no por la idea que nos había unido un poco más.

Zack, estaba ahí.

Estaba ahí cuando abrí mi casillero y un bote de pintura junto con confeti estalló en mi cara.

Él se rió y todos lo hicieron.

África y Océano también comprobaron los suyos, que al igual, estaban rebosantes de esa bomba infantil.

Así que me metí en las duchas comunes y salí echando chispas.

De eso hacía al menos veinte minutos.

Iba caminando quitándome algunos trozos de confeti que aun después de la ducha habían quedado enredado en mi pelo y lo vi.

Sidney y Jack, no Zack.

Estaban debajo de las gradas besándose como si el mundo fuese a desaparecer.

Abrí bien los ojos, negué y seguí caminando pero Sidney me miró.

-¡No le cuentes nada a Zack!

-No deberías andar haciendo eso...

-Vamos, ¿para cuándo dejas de joderme?, ¿qué te he hecho yo?

-Básicamente acabas de pisotear todo un año de trabajo por mi parte en vosotros dos, y, despreciarlo, ¿qué has hecho? Me quitaste lo que más quería- dije con rabia.

-¿Qué era lo que más querías? - me quedé callada, supongo que no estaba en mis planes que la primera persona en enterarse de que estaba enamorada de Zack fuese su novia - ¿A Zack? - volví a quedarme callada - ¡Oh mi dios a ti te gusta!

-No, por supuesto que no, tengo un novio perfecto que no cambiaría por nada- seguí caminando.

-Escucha, sé que te esforzaste por un año... pero es que del chico que creí... estar enamorada no es como era antes, él sólo era así de bueno... contigo- susurró y yo me giré.

-De verdad que eres una zorra, y no porque te estés liando con otro, porque los chicos también ponen los cuernos, lo digo porque es lo único que Zack ha llegado a querer alguna vez y ese es su punto máximo. Ese es Zack, un capullo de mierda pero tú eras lo que más quería.

-Déjame arreglar esto, está todo pensando...

-Déjame en paz Sidney, eres despreciable.

Estaba muy enfadada, demasiado.

Aunque había sobrellevado un tono moderado con ella estaba ardiendo.

Caminé decidida a la residencia de chicos y golpeé la puerta - ¡Zack, capullo!, ¡Zack! - mi pie rebotó contra la madera - ¡Tengo una cosa que contarte! - me mofé de él, esta sería mi devolución del ataque.

-¡Nina, Nina!

-Tengo una cosa muy importante que contarte- dijimos a la vez y me quedé mirándole.

-Zack... ¿estás llorando? - él absorbió de su nariz.

-¡Sidney se va! - abrí bien los ojos - ¡Con Jack, es su compañero de matemáticas se van a una universidad mejor! - me abrazó y yo me desarmé por completo, ¿esa es la excusa que había puesto esa zorra?

Lloriqueó sobre mi hombro - ¿Ella no te ha dicho nada más?- murmuré abrazándole con pena y sintiendo mi enfado irse poco a poco.

-No, ¿por qué?, ¿Sabes algo? - negué- Dice que seguiremos hablando por Skype.

-Está bien Zack- le abracé de nuevo cuando se quebró su voz.

Nos sentamos en su cama y le reconforté por unos minutos - ¿Qué me tenías que contar?- dijo entre hipos.

Cogí aire.

La imagen de Sidney besándose con Jack se proyectó en mi mente.

-Nada- susurré- Venía a decirte que recuperaré el condón- mentí.

No le conté que Sidney le había sido infiel porque comprendí el juego.

No me importaban mis sentimientos, no me importaba que Sidney se alejase ahora de Zack.

Me importaban más los suyos que los míos.

Y por eso, me callé.

Porque él no debería saber.

Porque él no debería estar triste.

Aun sabiendo que él sí lo haría si estuviese en mi lugar.

Porque era Zack.

Mi capullo.

Mi Zack.

Y por un momento pensé... Zack, ¿Tú me quieres?

Zack, ¿Tú me quieres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora