Capítulo 19.

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-Por favor, cuéntame otro chiste - agarré más fuerte la mano de Jesse y di otro pasito por el cemento tirando de él.

-Hmmm... está bien -murmuré- Donald usa teclado, y Mickey, Mouse - solté con una pequeña risita y él se echó a reír tanto que le lloraron los ojos.

-Otro , otro- se tocó el estómago haciendo ruidos de dolor mientras reía.

-Uhhh... ¿Cuál es le objeto que más se ríe? La escoba, porque ba-rriendo ba-rriendo

Él se tiró al suelo a reírse y hasta yo sonreí, eran tan malos.

Mi vecino abrió la ventana y me gritó - ¡SON HORRIBLES! - enrojecí.

-No les hagas caso cariño, ellos no son tan inteligentes como nosotros y no lo entienden - sonreí despacio y tiré más de él mientras seguía riendo para llamar a la puerta de casa, dónde había acordado una cena con mi familia.

Jesse dejó de reírse para abrir los ojos de par en par y tirarse hacia los arbustos que cubrían el jardín -¡NO PUEDO, NO PUEDO, SON TUS PADRES, NO PUEDO MIRARLES A LA CARA! - negó y yo bufé.

-Jesse, ven aquí, ya he llamado a la puerta- dije en tono de orden.

-¡NO PUEDO MIRAR A LA CARA A TU PADRE! , ¡METO MI PENE POR LA VAGINA DE SU PRINCESA, DE SU HIJA! , ¡NO PUEDO!

-JESSE, ¿¡QUIERES DEJAR DE GRITAR TODOS LOS DÍAS POR DÓNDE ME METES EL PENE A TODO EL MUND... - me quedé callada al ver a mi padre con la boca abierta apoyado en la puerta.

-Hola- sonreí como un tomate y decidí hacer lo mismo que Jesse y saltar a los arbustos porque estaba pasando el peor momento de mi vida.

-¿Valentina...?- me llamaron y se quedaron mirándome desde arriba de las escaleras de la entrada mientras yo me acurrucaba más contra Jesse y tierra - Valentina, ¿qué haces?

-Me caí, nos caímos- fingí y me levanté sin dignidad, ayudé a Jess a ponerse en pie - Papá, mamá este es Jesse.

-Jesse Stewar- estrechó la mano de mi padre temblando y dió un abrazo patoso a mi madre.

Después de que le saludasen mi madre, sobretodo, me achuchó hasta que no pude respirar.

Sonreí al ver a mi gato en la entrada.

Era feo, pero feo de verdad.

Por eso le cogí en la calle cuando era pequeña.

Le faltaba una oreja , se la habían arrancado en una pelea.

Tenía calvas por el pelo que nunca sabíamos a qué se debían pero a mí me parecieron originales.

Su cola estaba partida, y cuando le llevamos al veterinario dijo que no podía hacer nada, a partir de ese momento él empezó a chocarse demasiado y de ahí que le tuvieron que operar el hocico, ahora se le ven los dientes sin esfuerzo y supongo que para otro gato es como una advertencia de "Eh tío, ese parece un gato chungo, no nos metamos con él"

Sonreí y le cogí hasta que me mordió.

A la única que no mordía y dejaba que la mangoneara era a mi hermana pequeña, creo que es por el hecho de que ella siempre le repite que es el gato más bonito del mundo.

Al traerle a casa lleno de pulgas, mi madre gritó y se ofendió, y cuando conseguí llevarle al veterinario y que le sacasen las pulgas y los parásitos del estómago, él, en muestra de agradecimiento me bufaba y me arañaba cada vez que pasaba por su lado.

Empezó a tolerarme cuando comencé a ponerle su comida favorita todos los días, ahora me deja cogerle por cinco segundos, es un gato feo y gruñón al que quiero mucho.

Zack, ¿Tú me quieres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora