Capítulo 9.

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-Tengo una sorpresa - canturreé.

-Bueno, está bien, cerraré los ojos para no verla - se burló Jess y rodé los ojos.

-Sí, debes cerrarlos - le seguí el juego.

-¿Valen eres consciente de que soy ciego y que tenga los ojos o no abiertos no cambia nada? - dijo riendo.

-Ah, ah- negué - Nada de excusas tramposillo - él se rió y yo coloqué las manos en sus ojos - ¿Estás seguro de que no ves nada? - él sonrió ampliamente negando - Está bien, no te lo tragues, ¿de acuerdo?

-¿Qué?

-Mantelo en la boca- le instruí - Abre - dije con la mano aún sobre sus ojos.

Él abrió la boca despacio y yo metí un caramelo en su cavidad- Limón...- susurró después de unos segundos - Limón amarillo - sonrió ampliamente.

-Sí - sonreí - Amarillo - me planteé la idea de que se imaginase mejor los colores desde el sabor, así que, supuse que esa era una buena idea.

-Así que fuiste a su casa el otro día... - dijo Océano con una sonrisa contemplando la escena y cortándome todo el rollo.

Rodé los ojos.

-Sí, vino a mi casa- contestó Jess sin más, Alice y él se habían unido desde hace unas semanas a nuestra mesa para almorzar.

-¿Y...? - África golpeó la costilla con el codo a Océano para que se callase y se lo agradecí con la mirada.

-¿Y qué?- dijo Jess esperando.

Noté una mano en mi hombro y me giré para mirar a Zack extrañada - ¿Podemos hablar?

Suspiré y me levanté despacio - ¿Quién es? - preguntó Jess.

-Nadie- dije fría y él se giró.

-No te preocupes chico, tú quédate vigilándonos desde aquí- se burló Zack y mi mano se estampó contra su mejilla.

-Te vuelves a reír de él y te quedas sin dientes - ¿que si me gustaba la confianza que había cogido desde que había entrado en la universidad? No me gustaba, ¡Me encantaba!

Zack se quedó a cuadros y se apartó despacio para hacerme un gesto de que le siguiese, rodé los ojos y salí al césped - ¿Qué? - dije sin más.

-No contestaste mis notas.

-Error, no leí tus cartas- le corregí y el frunció el ceño.

-¿Por qué?

-Porque tengo más cosas que hacer en la vida Zack, tú te la pasas metiendo la lengua hasta la campanilla a tu novia y yo intentando llevar una vida mejor - me encogí de hombros.

-¿Con él? Pero si es ciego... no ve, no sabe cómo eres, ¿hola?

-Créeme que él sabe mucho mejor que tú como soy yo.

Se rió nasalmente y yo alcé una ceja de forma cuestionante - Ni si quiera puede andar sin ayuda de alguien o un bastón, es decir, puedes obtener a alguien mejor.

Me reí - ¿Alguien como tú? Prefiero mil veces tener a Jesse como amigo que a ti, él estuvo desde el minuto cero, y eres sumamente superficial, él no necesita verme y yo tampoco lo hubiese necesitado si estuviese en su caso, sólo tengo la esperanza de que el día que dejes embarazada a la chica, por decir algo, que tienes como novia - le reté - Te salga con una enfermedad parecida a la que tiene Jess, me gustaría ver qué harías si tu hijo llegase a casa llorando porque payasos como tú se han reído de él en la escuela por no poder, ver, oír o caminar- su cara se quedó blanca de un minuto para otro - Y ni si quiera quiero eso para tu hijo, porque espero que no salga como tú, mejor te lo deseo a ti, ojala que te caiga lejía en los ojos, y en el fondo me da pena decirte esto, porque Jess tiene amigos pese a lo que le sucede, tú te quedarías sólo y nadie si quiera te ofrecería su hombro para conducirte - negué con asco - Zack, has cambiado tanto, me das tanto asco... No quiero que me envíes más notas, ¿entiendes?

Zack agachó la cabeza dolido y yo clavé la mirada en su cabeza - Tienes las mismas converse que cuando te buscaba...- susurró y mi corazón sufrió una gran sacudida.

-Créeme... es mejor así - siseé.

-¿Qué, por qué? - me giré a mirarle por última vez.

-Creas o no te estoy ayudando, no quiero hacerte daño y he encontrado el camino de no hacértelo y hacerme feliz a mí misma.

-¿Daño con qué?

Miles de imagines del hospital recorrieron mi mente -Daño y punto.

-¿De qué hablas con él? Tampoco conocerá gran cosa.

-Hablamos de lo bien que me come el coño todos los días.

Abrió la boca y luego tensó la mandíbula -¿Enserio...?, ¿Y a tu novio no le haces daño viéndote con el ciego?

-¡¿Qué jodido novio Zack?! - arrugó la frente y llamé a mi hermano con la mano para que se acercase.

Él lo hizo con una postura para nada relajada, mi hermano quería meter el tabique nasal de Zack de un puñetazo en su cerebro , "el te golpeó la nariz" decía "La sangre pide sangre" .

Me abrazó por el hombro y miró a Zack - ¿Qué pasa?

-¿Es él mi novio? - pregunté a Zack que me miró muy confuso - Por el amor de dios, este es mi hermano, Jasper - él abrió la boca y yo levanté las cejas, se formó un silencio incómodo - Está bien - dije asintiendo despacio mientras caminaba hacia atrás.

-¿Qué demonios fue eso? - preguntó mi hermano con el ceño fruncido.

-Quién sabe - suspiré - Como sea, no estoy para más gilipolleces.

Acudí a mi banco de nuevo y me senté al lado de Jesse - Hola Valen - sonrió.

-Hola Jess- me reí.

- De nuevo tu olor a frambuesas - comentó con una sonrisa y yo le sonreí - ¿Quién era él?

-Ya te dije, nadie.

-¿Era el chico que te envía notas? - demandó.

-Sí.

-¿Y entonces?

-Entonces no es nadie - apreté su nariz cariñosamente- Ya te dije, no es ni propaganda barata- él sonrió y yo sonreí.

Tanteó en coger un cachito de limón de su bebida y mostrármelo -Amarillo - dijo sonriente.

-Amarillo como tú.

-¿Puedo preguntarte algo?

-Siempre que quieras.

- ¿Por qué me llamas amarillo?

-Porque el amarillo es bonito, y siempre te llamaré amarillo- él sonrió ampliamente y se metió el limón en la boca para arrugar la frente, estaba agrio .

-Dijiste que el amarillo era cálido y agradable - dijo todavía con señal de achinar los ojos.

Quité el limón de su mano -El amarillo es cálido y agradable - confirmé - Pero también te puede quemar y hacerte daño.

-Me gusta tanto el amarillo...- dijo soñador y sonreí.

-Amarillo- canturreé.

-No, bonita tú - acarició mi pelo y sonreí .

-No te librarás de tu regalo de cumpleaños porque me llames bonita señorito - todas en la mesa sonrieron sabiendo nuestro pequeño plan.

-Ya no eres tan amarilla...

-Gruñón - hizo un pequeño puchero y luego sonrió.

-Amarilla.

-Amarillo.


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Me hace gracia porque ahora todos estáis en plan , ¿quién es Zack? JAJSJJAJAJAJAJAJ

Zack, ¿Tú me quieres? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora