El día paso de manera aburrida y monótona, no volvió a cruzarse con ese extraño profesor pero pudo averiguar que era el suplente para las clases de arte y que había estado en la clase de su hermano. Hacia unos años se había cambiado de curso ya de por si era muy difícil verlo en la casa y no sentía deseos de compartir además un aula con él.
Salió como siempre al sonar el timbre y corrió las dos cuadras de distancia hacia el jardín de infantes donde asistía su hermana. Al llegar las maestras le dedicaron la misma mirada de repulsión que le dedicaban todas las tardes. Milo le saco la lengua a una mostrándole el piercing y sonrió complacido cuando la mujer se horrorizo.
_ Izzi!
Isabela corrió a sus brazos la niña de cinco años tenía el cabello negro igual que ellos pero ojos verdes como su madre. La abrazo haciéndola girar en el aire y beso su frente.
_ Como fue la clase hoy?
Comenzó a caminar cargando con ella en brazos sobre de un lado de su cadera llevando la mochila rosa de Barbie a su otro hombro. Pero Izzi no contesto, miro hacia el suelo haciendo un puchero de tristeza.
_ Que pasa?
_ Mamá dijo que me ayudaría a hacer las galletas para la escuela... pero Vito me dijo que hoy mamá no está...
Su madre nunca cumplía su palabra, estaban de viaje continuamente con su padre debido al trabajo desde que eran niños, al principio tenían distintas niñeras o actividades fuera de la casa, pero cuando los gemelos crecieron comenzaron a cuidarse solos, y luego de que Izzi naciera pensaron que las cosas cambiarían, pero prácticamente habían criado a la bebe.
_ Yo te ayudo.
_ No sabes cocinar...
_ Mamá tampoco.
La niña rio y se abrazó del cuello de su hermano.
_ Podemos pedirle ayuda a Vito!
Dijo con entusiasmo y Milo temía profundamente que dijera aquello, trataba de llevarse bien con Vito cuando Izzi estaba alrededor, pero era demasiado difícil poder alejar sus sentimientos por él, más si estaban jugando a la casita.
_ Hoy vuelve tarde, las haremos nosotros.
Pasaron por el supermercado antes de volver, la harina que compraron tenía en la contratapa una receta para galletitas de vainilla con chispas y decidió seguirla, le ahorraría la búsqueda en internet. Dejo las mochilas en la entrada y se cambiaron, Isabela tenía un vestido simple color rosado, mientras que Milo se había puesto una musculosa llena de agujeros y un jean que a simple vista le quedaban demasiado ajustados. Izzi corrió hacia el con un delantal que tenía margaritas.
_ No Izzi.
_ Por favoooorrrrrr
La niña hiso un puchero, Milo suspiro y lo tomo poniéndose el delantal, jamás podía decirle que no, aquella niña era una malcriada por su parte. Comenzaron a hacer la mezcla, creando un desastre en la cocina, no podía encontrar el bol que necesitaban, ni cómo medir la harina, un huevo se había roto en su mano cuando trato de cascarlo. Al abrir la harina el paquete exploto, Izzi comenzó a reír mientras el delantal de milo estaba por completo lleno de harina.
_ .... Crees que es muy gracioso? ...
Milo agarro harina con una mano y se lo arrojo a la menor, ella tosió pero agarrando harina le arrojo al cabello a su hermano, en cuestión de segundos toda la cocina y ellos estaban cubiertos por completo. Mientras reían escucharon que alguien que se aclaraba la garganta solo para interrumpirlos.
_ VITO! –Isabela fue corriendo a sus brazos pero este la freno apoyando las manos en su frente- no me ensucies el uniforme Izzi.
_ Buuuu
_ Anda a bañarte, yo continuare con las galletas. –dijo Milo desde la cocina.
_ Si me lees un cuento antes de dormir!
_ Anda a bañarte!
Izzi salió corriendo dejando polvo de harina a su paso, Milo desvió la mirada sin siquiera saludar a su hermano.
_ Tengo un poco de envidia, nosotros solíamos jugar así.
Vito se acercó lentamente pasando por la barra desayunador, acercándose a donde estaba todo derramado.
_ Solíamos. –contesto Milo de mala gana.
El mayor se interpuso en su camino.
_Vas a dejarme pasar o tengo que golpearte? No sea que se te ensucie el uniforme.
Vito acerco su mano y con el dedo índice saco un poco de harina de la punta de la nariz. Milo lo observo fijamente inmóvil, no sabiendo cómo reaccionar a aquello.
_ Porque cambiaron tanto las cosas?
_ Porque las cosas cambian, así es la vida Vito, déjame en paz.
Vito lo miro con ira, Milo lo empujo a un lado pero antes de avanzar el brazo de Vito se interpuso en su camino. Acorralo al gemelo menor contra la encimera de la cocina mirándolo fijamente. Un silencio profundo reino por todo el lugar, el corazón de Milo latía tan rápido que se preguntó si el otro podría escucharlo. Trago saliva y al encontrar los ojos miel de su gemelo bajo la vista de inmediato, no podía moverse, si se movía tan solo un centímetro su enfermo deseo actuaria por él, no podía ver esos ojos sentir su esencia tan cerca lo estaba afectando. Vito olía a tabaco y a perfume, odiaba que fumara él lo sabía, y el muy idiota aun creía que el aroma del perfume podría cubrirlo. Vito se acercó un poco más, acorralándolo aún más, haciendo que Milo comenzara a sentarse sobre la encimera al no tener a donde huir.
_ No peleen....
La voz casi en llanto de su hermana pequeña lo saco de su ensimismamiento, Milo la busco con la mirada de inmediato y apoyando la mano en el pecho de Vito lo empujo a un lado. Ella tenía en su mano una toalla y aún estaba cubierta de harina.
_ No... no estábamos peleando... báñate... te espero en la habitación y te leo un cuento en la cama...
Milo abrazo a su hermana levantándola en brazos y camino hacia el baño superior, sentía las piernas débiles, sentía como sus tobillos prácticamente se doblaban al caminar y se preguntó si se caería por las escaleras o seria lo suficientemente fuerte para aguantar el recorrido. No solo había sido el momento de tensión, no solo habían sido los deseos de abrazarlo y no dejarlo ir, cuando apoyo la mano en el pecho de su hermano, su corazón latía tan rápido como el propio y aquello lo había desconcertado por completo.
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Twin Set
Teen FictionMilo no tiene un estilo definido, podría decirse que es una mezcla de todo un poco, podría decirse que simplemente quiere ser único, original, la gran ironía de su vida ya que cuenta con un ser que hasta tiene sus mismas huellas dactilares. Vito por...