Parte XIII

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Sam toco el timbre escucho ruidos dentro de la casa y se preguntó que estaría pasando que nadie le abría, caminando por el cantero se asomó de costado por la pequeña ventana pero no pudo ver nada a causa de las cortinas. Escucho finalmente abrirse la puerta y se posiciono en modo de ataque haciendo la gruya, Vito lo observo desde el marco, tenía la camisa del uniforme arrugada su cabello por completo despeinado y dos grandes ojeras detrás de sus anteojos.

_ Qué queres Samuel?!

Pregunto de mala manera, Sam nunca se había llevado bien con él, aun en la época que Milo y Vito eran cercanos. El mayor siempre parecía rechazarlo casi como si le molestara que su hermano tuviera amigos que no fueran él.

_ Esta Milo?

_ No.

Vito fue totalmente determinante parecía enfadado, Sam camino saliendo del cantero tratando de no pisar ninguna flor y enojarlo más. Aunque no sabía si alguien como Vito le afectaría aquello, pero todo el lenguaje corporal del otro le parecía estar indicando que explotaría en cuestión de segundos.

_ Necesito mis libros... se los preste la semana pasada pero el idiota se los olvido... y –Sam miro hacia dentro-... puedo pasar a buscarlos?

_ Hace lo que quieras...

Vito se alejó de la puerta dejándola abierta, camino algo desviado hasta el comedor y volvió a sentarse, dejando una pierna estirada sobre la silla libre indicando que no quería compañía, tomo un porrón de cerveza de la mesa y le dio un trago. Sam entro despacio quedándose de pie junto a la puerta, la casa estaba casi por completo a oscuras.

_ Me siento como el protagonista de las películas de terror, que todo el mundo le dice que no entre... y el boludo pasa igual.

_ No hay hachas en esta casa Sam.

_ No sé, sabes judo podes matarme con un cuchillito de manteca.

_ Pasa de una vez.

Entro a la casa dejando su mochila cerca de la salida por si tenía que huir, realmente tenía un mal presentimiento al respecto. Paso por el comedor y miro las cervezas, lucían tan frías y deliciosas.

_ Queres?

Vito estiro la mano ofreciéndole la que estaba tomando, Sam dio un paso adelante y luego retrocedió.

_ Donde esta izzi?

_ Crees que tomaría con ella acá? Está en lo de una amiga...

_ Así que....................... Estamos solos? .............. sabes... puedo reprobar una materia.. total... no es nada... una más... una menos... quien necesita libros....

_ Sam busca los libros antes de que me levante y los busque yo.

Sam lo miro fijo y subió corriendo las escaleras. Abrió la puerta de la habitación de Milo y paso, se recostó sobre la cama respirando agitado.

_ Mierda eso dio miedo –dijo moviéndose de un lado a otro- no quiero bajar y verlo de nuevo.

Estiro la mano tomando la almohada y abrazándola mientras rodaba, pero se detuvo de lleno cuando vio a Vito. Lo observo piernas para arriba con la cabeza colgando por el extremo de la cama sintiendo que palidecía.

_ Ay la puta.

_ Así planeas encontrar lo que necesitas?

_ No........

_ Entonces?

_ ..... Ya lo busco.....

Se levantó de la cama y comenzó a revisar unos papeles, sintiendo la mirada de Vito quemarle la nuca.

_ Y emh.... Donde esta Milo?

_ Se fue con el profesor.

Sam se incorporó, mirándolo extrañado frunció las cejas sin comprender.

_...............El profesor?

_ El de arte.

_ A esta hora?

_ Oh.... Van a pasar la noche juntos.

Sam se sentó sobre la cama observando el suelo fijamente, su mejor amigo se iba toda la noche con un profesor. Porque no le comentaría nada. Encima con aquel con el cual discutía continuamente. Nunca vio a Milo con nadie, quizá los rumores eran ciertos y su amigo era gay. Aquello no le molestaría, pero sí que no le haya contado. Termino por suspirar sintiendo la cabeza llena de dudas.

_ Creo que necesito una cerveza.

Vito estiro la mano pasándole la suya, Sam la fue a tomar pero al buscarla toco los dedos de Vito y sintió electricidad, se alejó de inmediato y la cerveza se hiso trizas contra el suelo.

_ Ah!!! Perdón... perdón... yo... ahí la levanto... no quise...

Sam bajo de la cama agachándose tomando los vidrios del suelo con sus manos, Vito trato de detenerlo pero antes de lograrlo un gran tajo cruzo la mano de Sam.

_ Tiene algún limite tu estupidez!?

_.............................................................................................................................la sangre me da mucho asco.

_ Cálmate solo es un corte.

_.....................no puedo... es...sangre.....mucha...y..............

Sam comenzó a temblar respirando agitado mientras su mano goteaba.

_ Vamos a curarla.

_ No... no... no.....

Se agarró el pecho manchándose la remera, sintiendo que su mundo giraba teniendo un ataque de pánico.

_ Sam! –El aludido negó fuertemente- Ah mierda....

Vito se agacho frente a él teniendo cuidado de los vidrios y lo tomo de la nuca uniendo sus labios, lo beso con fuerza descargando un poco de su propia frustración, terminando por morderle el labio. Sam abrió los ojos como platos, cayo sentado sobre el suelo mirándolo atónito, pero había dejado de temblar.

_.................................................o......ok, me calme.

_ Te calmaste?

_ O estoy en shock, quizá me desangre y me morí, estamos en el infierno? Esto se siente como el infierno, aunque siempre pensé que terminaría en alguna clase de celda encadenado a algún bicho.

_ Sos tan raro.

Vito entro al baño buscando el botiquín de primeros auxilios y volvió a la habitación. Tomando a Sam del brazo lo sentó sobre la cama alejándolo de la sangre en el suelo y los vidrios.

_ Porque.....no me... cacheteaste?

_ Si te golpeaba ibas a sangrar más, dudo medir mi fuerza con todo lo que tome.

Vito lo tomo de la camisa y comenzó a deslizarla para quitársela, Sam retrocedió en la cama mirándolo extrañado.

_ Ya estoy bien no necesito más!

_ Está llena de sangre.
_........................................................................ok sácamela.

Levanto los brazos como hacen los niños y cerró los ojos, Vito puso los suyos en blanco fastidiado y tomando los extremos de la remera tiro hacia arriba quitándosela con la camisa incluida.

_ Puedo prestarte una mía.

_ Supongo que no entraría en una de Milo.

_ Milo no entra en su ropa.

Sam estiro la mano herida y se cubrió con su otro brazo el pecho como si fuera una mujer, Vito frunció las cejas y murmuro "tan raro" mientras lo curaba.

_ Y tu novia?

Vito levanto una ceja cubriendo la herida con la gasa.

_ Que con ella?

_ Que me besaste! Soy un adultero, definitivamente voy a ir al infierno.

Twin SetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora