Parte XVI

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Milo se había quedado dormido, busco su uniforme y se cambió sintiendo la pesadez de la noche anterior... de los días anteriores. Armo la trenza en su cabello y se maquillo, volviendo a poner el arito en su labio inferior y el cinto que hacía casi de correa de perro. Agarro la mochila destrozada y fue rumbo al colegio. Llego después de que la campana sonara, entro corriendo al aula y se acomodó en su asiento. Tuvo las primeras clases sin prestarle mucha atención, lengua o filosofía ni siquiera recordaba que materias eran. Se preguntó por mera curiosidad que materia tendría a continuación cuando vio a Aiden cruzar la puerta luciendo como siempre lo hacía, sucio y desalineado, Milo hizo una mueca y comenzó a mirar por la ventana evitando mirarlo. Pasada media hora sintió un codo contra el costado de su estómago.

_ Psss, que pasa entre el profesor y vos?

Sam lo observo fijamente mientras Milo sentía que palidecía, dio vuelta el rostro de nuevo hacia la ventana y fingió continuar viendo aunque nada estaba pasando en el patio.

_ De que hablas? no nos dirigimos la palabra en toda la mañana.

_ Exacto, usualmente están pelando todo el tiempo como un par de enamorados.

_ Enamorados? Vos lo dijiste peleamos todo el tiempo...

_ Eso se llama coqueteo.

Sam le presiono el estómago con el codo molestándolo, pero Milo le tomo la mano doblándole los dedos.

_ Que sabes vos lo que es el coqueteo con los gatos fáciles con los que salís?

_ Al menos salgo con alguien, además leí en internet que al profe le van los hombres.

_ Y qué?

_ Bueno vos....

_ Yo no soy gay.

Milo cerró el puño enfadándose y lo golpeo en un brazo como siempre lo hacía, Sam se agarró el hombro alejándose hacia la esquina del banco para empezar a refregarse la piel.

_ Entonces que sos? Bi?

_ .... No sé....

_ Para para para... esos que les va el pan?

Milo rio por lo bajo levantando la vista para observarlo a Sam casi fascinado con su estupidez.

_ Que???

_ No sé, son pansexuales así que siempre asumí que pasaban por una panadería y se re excitaban.

_ Sos un idiota.

_ No che, yo no juzgo a nadie. A veces como mousse de chocolate tan bueno que es casi orgásmico.

Milo rio más alto causando que Aiden mirara hacia su banco sorprendido, nunca lo había oído reír de aquella manera. Milo parecía tan relajado y cómodo hasta que sus miradas se cruzaron, y el menor término por sacarle la lengua, el profesor frunció las cejas y suspiro.

_ Te veré después de hora Saccente.

_ Parece que te gustara que te castigue –murmuro Sam a su oído.

_ Si lo dijiste con doble sentido voy a cagarte a piñas.

Sam se escudó con una carpeta fingiendo inocencia, pero haciendo con la mano libre un gesto de látigo en el aire, el cual le mereció un buen golpe por debajo del pupitre. El resto de la clase transcurrió de manera tranquila, Milo término el día escolar sin hacer nada, había dormido en el pupitre la mayoría del tiempo y los profesores ni siquiera se habían molestado en despertarlo. Sonó el timbre del medio día y junto sus cosas para ir rumbo a la cafetería, terminaron por comprar algo para comer y escabullirse a la terraza.

_ Tengo que contarte algo.

Dijo Sam mientras mordía un sándwich de jamón y queso metiendo papas fritas en su boca de una manera que Milo encontraba sumamente desagradable.

_ Fuiste criado por lobos? ... porque se nota.

_ Ojala! seria como Wolwerine!

_ Ya sos un mutante Sam.

_ Entonces mhmh... donde están..nommmm.. mis.... Superpoderes.

Sam hablo con la boca repleta de comida, escupiendo migas y restos de papas alrededor, causando que Milo perdiera el apetito y dejara lo que estaba comiendo, agarro el jugo dando un trago.

_ Bueno, no sé cómo decirlo así que solo voy a decirlo. Tu hermano abuso de mí.

Milo se atoro con el jugo que estaba tomando y comenzó a toser con violencia, Sam le pego en la espalda con una mano pero sin soltar el sándwich con la otra.

_ QUE!?

_ Fui a buscar los apuntes a tu casa y estaba medio borracho... y al principio pensé que iba a matarme, viste como en esas películas de terror baratas. Yo era la sexy porrista que entra a la casa y muere teniendo sexo.

_............ tuviste sexo con él!?!!?

_ No!

_ Estabas disfrazado de porrista!?

_ ......... No.

_ Por qué tardaste en responder?

_ .... Nada.

_ Tenes un disfraz de porrista en tu casa?

_ SE LLAMA COSPLAY, ES UNA FORMA DE ARTE MILO!

_ Solo es tu excusa para disfrazarte de mina, estoy empezando a pensar que perdes apropósito las apuestas así te pones los vestidos de mi hermana.

_ ESTABAMOS HABLANDO DE QUE TU HERMANO PROFANO MI CUERPO!

Milo tomo aire sin entender para nada que había sucedido entre los dos y sintiéndose extrañamente relajado. Cuando Vito había empezado a salir con el esperpento su corazón dio un vuelco, se había sentido vacío, celoso, furioso. Pero ahora solo sentía curiosidad, quizá porque sabía Vito podía terminar enamorado de aquella chica, y en cuanto a Sam, era la persona más mujeriega que había conocido en su vida. Milo se inclinó mirándole la cintura a Sam.

_ No sé, estas sentado normal.

_ Yo no soy la pasiva de nadie.

_ Si quisiera podría hacerte mi pasiva en dos segundos.

_ Inténtalo, dale puto.

_ Si no me dieras asco quizá lo haría.

Sam dio el último mordisco y trago como un pato lo que le quedaba de almuerzo, tomo agua terminando casi la botella por completo y suspiro.

_ Me corte la mano... y empecé a tener un ataque de pánico... y tu hermano me beso para calmarme.

Milo lo miro algo sorprendido, bajo la vista al suelo y le palmeo la espalda una vez. Si ese había sido el caso realmente no tenía ni una razón para sentirse celoso o inseguro al respecto, mucho menos enojo. La fobia de Sam estaba tan justificada que cualquier método que lo sacara de ella era justificado.

_ Estas bien?

_... Ya sabes... sangre.

_ Se.

Se quedaron en silencio un momento, hasta que Sam volvió a hablar.

_ Me dijo que pasaste la noche con el profe.

Milo se sonrojo ligeramente intentando ocultar su rostro pero el otro lo noto enseguida y comenzó a hacerle burla levantando las cejas y bajándolas muy rápidamente.

_ Epa epa... que paso!? Porque no me contaste que te ibas? Sos un puto! ... bueno no en ese sentido... aunque... bueno también en ese sentido?

_ Cállate un minuto pelotudo, te dije que no sé.

Milo se miró las manos, tenía una sola uña pintada de negro y algunos anillos en sus dedos, los giro de manera nerviosa mordiéndose el piercing en su labio. Recordaba perfectamente como había sido besar a Aiden, recordaba la sensación, como su corazón se había acelerado y como su cuerpo había reaccionado esperando más. Nunca sintió algo así, pero tampoco tenía con que compararlo, lo miro a Sam de reojo casi con malicia.

_ Dame un beso, quiero probar algo.

Sam frunció las cejas y fue ahora él quien comenzó a toser nervioso y sorprendido escupiendo el agua que le quedaba.

_Mira sos más lindo que casi todas las novias que tuve. Bueno que todas, pero no tenemos esa clase de relación. Sos nene. Aunque seas andrógino como la mierda. Tenes partes de nene... y no me van... vah asumo las tenes.

Milo cerró el puño golpeándolo en el hombro.

_ No es por eso pelotudo... necesito saber algo... comparar supongo.

_ Estuviste zorreando por ahí? Te dieron al fiiiiiiiin tu primer beso y no me contaste puto de mierda?

_ Cállate y bésame.

Sam lo miro de reojo e inspiro, había besado mujeres muchísimo más feas eso era seguro, pero Milo era como su hermano y la idea le repugnaba. Aun así se inclinó y acerco sus labios apoyándolos sobre los de Milo y casi al instante ambos se alejaron refregándose la boca.

_ Eso fue asqueroso. – Dijo Milo en una mueca.

_ Te lo dije.

_ Como fue el otro?

_ No asqueroso.

_ Bien ahí boludo! Ya era hora, poco más y te empiezo a rezar y ponerte un altar y estampitas.

Milo hizo gárgaras con un poco de jugo mirándolo de reojo a Sam.

_ Eso no es lo que dijo tu vieja ayer.

Sam entrecerró los ojos suspirando.

_ Mi vieja esta en Estados Unidos imbécil.

_ Tuvimos sexo por Skype.

_ Sos mi nuevo papi?

_ Si hijo... te enseñare a afeitarte.

_ A vos no te crece barba ni en pedo.

_ Me crecen pelos donde importan como lo sabe tu mamá.

Se miraron con un falso enfado y casi al mismo tiempo comenzaron a reír de manera infantil. Sam era el único que lograba que Milo actuara como alguien de diecisiete años, de manera tonta y sumamente adolescente, siempre había sentido a Sam mucho más su hermano de lo que se sentía con Vito. Levantaron las cosas de la terraza y volvieron por la escalera separándose en el pasillo, después de todo Milo aun debía dirigirse al salón de arte a cumplir con su castigo.

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