ALYSSA
- Mills. – Dice mirándome, sorprendido. – ¿Qué hace aquí a estas horas?
- Buscar información para la redacción que tan amablemente me ha mandado. – Digo con sarcasmo.
- Oh. – Dice acercándose, despacio. – ¿Por qué no ha venido a clase?
- Porque no me ha dado la gana.
- Alyssa, no empieces. – Me advierte.
- ¿Y usted qué hace aquí? – Le pregunto, apoyándome en la estantería.
- No es de su incumbencia. – Responde dándose la vuelta.
- Es usted un jodido maleducado. – Digo, girándome para irme también.
- Oye. – Me sujeta de la muñeca y me hace girar, colocándome entre los libros y él. – Me estoy hartando de que me hables así. Te dije ayer que no te conviene verme enfadado.
STEPHEN
En lugar de reclamarme, o de quejarse por tenerla arrinconada, levanta la cabeza y me mira a los ojos. No dice nada. Durante unos segundos, solo nos miramos.
- ¿Cuántos porros te has fumado? – Pregunta de repente.
- Ninguno.
- Mentiroso.
- Eres una... Dios. – Gruño y cierro los ojos, para no perder la paciencia. – ¿Qué pretendes conseguir con este comportamiento?
- ¿Y tú?
- Responde.
- Responde tú. – Dice ella, sin dejar de mirarme ni un segundo.
- ¿De cuantas hojas te ha dicho tu amiga que es la redacción? – Le pregunto. Ella lo capta al momento, porque frunce el ceño y se acerca más a mí. Si eso es posible...
- No serás capaz.
- ¿De cuantas hojas? – Repito.
- De una por las dos caras.
- Pues se ha confundido. Es de dos. – Digo sonriendo y separándome de ella.
- Te odio. – Murmura enfadada.
- Bueno, yo también odiaba a mis profesores. Es normal. – Comento con indiferencia, buscando el libro que necesito.
Sonrío y sigo mirando hasta que doy con él. Ninguna puta niña me va a tocar los cojones y se va a ir de rositas. El libro está en malas condiciones, ya que es una edición antigua, pero seguro que me sirve.
ESTÁS LEYENDO
Eres mi dosis
Teen Fiction«-Sonreír un poco no le mataría... -murmura en voz baja y vacilante. -Tiene cinco minutos para terminar el puto examen -susurro en su oído, rozando sutilmente su oreja con mis labios. -Cabrón -dice entre dientes. Puedo ver cómo la piel de sus brazos...