«-Sonreír un poco no le mataría... -murmura en voz baja y vacilante.
-Tiene cinco minutos para terminar el puto examen -susurro en su oído, rozando sutilmente su oreja con mis labios.
-Cabrón -dice entre dientes. Puedo ver cómo la piel de sus brazos...
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ALYSSA
- Venga, Liss, anímate. – Me dice Brit. – Esta noche será genial, ya lo veras.
- No tengo ganas de fiesta, solo voy por Rob. – Le digo encendiendo el secador de pelo.
- ¿Qué le has comprado? – Pregunta rebuscando en mi armario.
- Ese videojuego con el que lleva dándonos el coñazo desde que salió.
- Es carísimo. ¿Cómo lo has conseguido?
- Lo pedí por internet hace unas semanas, me lo dejaban a mitad de precio.
- Vaya, se volverá loco. – Sonríe mientras saca uno de mis vestidos dorados. – ¡Este! ¡Me voy a poner este! ¿Me lo dejas, verdad?
- Mmm déjame pensar. – Digo mirándole por el espejo del baño. Pone cara de cachorrito y me lloriquea. – Claro, idiota, te dejo lo que quieras.
- ¡Dios, te quiero! Cameron no se me escapa esta noche. – Dice con la sonrisa perversa. – Río y revuelvo mi pelo con los dedos para secarlo más deprisa.
- Liss, te llaman. – Dice Joy dándome mi teléfono. – ¿De verdad piensas dejarle ese vestido?
- Calla. – Digo apagando el secador y cogiendo mi móvil. – Hola, mamá. ¿Qué tal estás?
- Hola, cielo. Bien, ¿y tú?
- Bien...
- ¿Qué te pasa?
- Nada... que te echo de menos.
- Mi vida, yo a ti también. A lo mejor consigo que me adelanten la paga de Navidad y puedo ir a verte. – Dice emocionada.
- ¿¡En serio!?
- Sí.
- Pero, mamá... si te gastas el dinero en un billete, después no podrás pagar otras cosas. – Digo perdiendo el entusiasmo.
- No te preocupes por eso.
- Voy a buscar un trabajo.
- No, cariño. Tú céntrate en estudiar, no puedes perder la beca.
- Puedo hacer las dos cosas.
- Sé que puedes, pero no es necesario.
- Sí que lo es, necesito verte, esto es una mierda. – Digo sintiendo las lágrimas en mis ojos.
- Lo sé, Ali, pero no podemos hacer nada...
- ¿Has... sabido algo de él? – No responde. – Mamá. No me mientas.
