ALYSSA
Entro en la residencia, evitando las miradas del resto de chicas, y camino hasta las escaleras. Subo al segundo piso lo más rápido que puedo, y avanzo por el pasillo hasta la puerta con el número 203.
- Cabronas. – Les digo a las dos cuando entro.
- Venga, ha sido gracioso, reconocelo. –dice Joy.
- Para vosotras –me quejo, sacándome el picardías y quedándome en ropa interior.
- ¿Para qué te quería Don macizo? –pregunta Brit mientras me pongo un pantalón de deporte y una camiseta.
- Dios, estoy congelada. –Me echo la manta por encima de los hombros. – Nada, tocarme las narices con preguntas idiotas.
- Está demasiado bueno como para ser profesor –comenta Brit.
- La verdad es que es muy atractivo.
- ¿Atractivo? ¡Es un bombón en toda regla!
- Venga, cambiaos y vamos –digo levantándome.
- Yo ya estoy –responde Joy.
- ¿Piensas ir a correr en vaqueros?
- Son elásticos –dice con rin tintín.
- Tú misma.
Caminamos hasta el parque principal de la residencia y pasamos bajo el arco que da comienzo al área deportiva del campus. Los jugadores de rugby ya están entrenando en el campo, y las animadoras en el gimnasio. Las vemos a través de los ventanales.
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Eres mi dosis
Jugendliteratur«-Sonreír un poco no le mataría... -murmura en voz baja y vacilante. -Tiene cinco minutos para terminar el puto examen -susurro en su oído, rozando sutilmente su oreja con mis labios. -Cabrón -dice entre dientes. Puedo ver cómo la piel de sus brazos...