STEPHEN
- Alyssa, no empieces a... – Me callo cuando me tira el sujetador a la cara y se da la vuelta. – ¿Qué coño te crees que haces? – Pregunto corriendo y sujetándola del brazo.
- ¡No me toques! – Grita golpeándome en el pecho – ¿¡Por eso no quieres tener nada serio, eh!? – Exclama señalando el sujetador.
- ¿Qué son esos gritos? – Kelly sale de mi cuarto y camina hacia nosotros, revolviéndose el pelo y bostezando. Vestida solo con mi camiseta del equipo y descalza.
- ¡Dios, y tienes la poca vergüenza de traerme a tu casa cuando ella aun está aquí! – Alyssa agita las manos de un lado para otro y la vena de su cuello se hincha por la rabia.
- No me lo digas. – Kelly me mira y la señala – Alyssa.
- ¿¡Y tu por qué sabes mi nombre!?
- Cálmate. – Digo acariciando su mejilla – Es mi hermana Kelly.
Me mira a mí, luego a ella y de nuevo a mí. Abre la boca y trata de decir algo pero vuelve a cerrarla. Sus mejillas empiezan a adquirir un color rojizo y empieza a mover la pierna – parece ser que cuando se pone nerviosa le sale solo, como un tic –, echa un matojo de nervios. Se tapa la cara con las manos y murmura algo.
- Ven aquí, tonta. – Digo riendo y abrazándola. Esconde la cabeza en mi pecho y sigue murmurando. Miro a Kelly, que también sonríe y niega.
- Lo... lo siento tanto... – Desentierra la cara y mira a mi hermana, muerta de vergüenza.
- Tranquila. – Dice ella, quitándole importancia – Soy un poco desordenada.
Volvemos al salón y Kelly recoge el sujetador y el resto de sus cosas. Se acerca y da dos besos a Alyssa.
- Es un placer conocerte por fin. Mi hermano no ha parado de hablar de ti.
- ¿Ah, si? – Pregunta ella mirándome. Me remuevo incomodo y sonrío. Fulmino a Kelly con la mirada y le hago un gesto para que desaparezca.
- Bueno, mi hermano quiere que me largue y que os deje solos así que, sin inventarme ninguna excusa gilipollas, me voy. Sed buenos. – Sonríe una ultima vez y se marcha.
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Eres mi dosis
Teen Fiction«-Sonreír un poco no le mataría... -murmura en voz baja y vacilante. -Tiene cinco minutos para terminar el puto examen -susurro en su oído, rozando sutilmente su oreja con mis labios. -Cabrón -dice entre dientes. Puedo ver cómo la piel de sus brazos...