Capítulo 16: Cuidado con lo que deseas

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STEPHEN

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STEPHEN

Mientras estamos esperando a que Joe nos de alguna noticia sobre si los chicos tendrán que jugar hoy o no, recibo un mensaje de Alyssa. Veo que se trata de una imagen, pero no la abro porque Kenny está a mi lado.

-       ¿Es ella?

-       Sí. – Respondo sin mirarla. – ¿Qué? – Digo cuando veo que no dice nada.

-       ¿Ahora os mandáis mensajitos todos los días?

-       Cállate. – Digo levantándome. – Voy a coger una sudadera.

Entro en el ascensor y abro la conversación. Esta niña quiere acabar conmigo, Dios santo. ¿Qué pretende enviándome una foto suya dentro de la bañera? No se le ve nada. Joder, me da igual. Pero está dentro de la maldita bañera.
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Yo: Señorita Mills, ¿pretende hacer que me explote el pantalón?
Mills: Para nada, Señor. Solo se me ha ocurrido mandarle una foto para que vea que me acuerdo de usted.
Yo: Claro, porque enviarme un simple mensaje no era suficiente, ¿verdad?
Mills: Claro.
Yo: Ya. Comprendo. Espero que el baño le esté sentando bien.
Mills: Me sentaría mejor si tu estuvieras aquí conmigo.
Yo: Alyssa, no vayas por ahí.
Mills: ¿Por qué? ¿No te gusta la foto?
Yo: Me gusta demasiado. Tanto que no puedo dejar de mirarla.

Mills envió una imagen.

Yo: Basta. Te lo digo en serio. No me provoques.
Mills: ¿Dónde estás?
Yo: En el hotel. Anoche hubo una explosión y el entrenador está aun en el hospital. No sabemos si los chicos jugarán o no. ¿Por qué?
Mills: Mi madre se ha ido a trabajar... no vuelve hasta dentro de ocho horas.
Yo: ¿Me estas pidiendo algo?
Mills: Si así fuera, ¿que pasaría?
Yo: Pídemelo y lo veras.
Mills: Ven.
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¿En serio? Sí, eso te pasa por jugar con fuego, campeón. A ver que haces ahora. Pues ir, lógicamente.

Le mando un mensaje a Ken y le digo que voy a dar una vuelta para despejarme – se que no se lo va a tragar –, y salgo por la puerta trasera para evitar a los paparazzi. Cojo un coche de alquiler, en el hotel, y meto su dirección en el GPS. Diez minutos después, estoy sentado en el coche, frente a su casa. ¿De verdad voy a hacer esto? No deberías. Quiero hacerlo. Ya lidiaré con las consecuencias cuando lleguen.

Cruzo la calle y toco su puerta. Espero varios segundos y escucho sus pasos aproximarse.

ALYSSA

Mierda. ¿En serio es el? ¿Pero tu qué te piensas? Te dijo que no jugaras con el. ¿Querías que viniera? Pues ahí lo tienes. Vale, no pasa nada. Me lo he buscado yo solita, así que adelante.

Eres mi dosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora