STEPHEN
Aterrizamos en Portland de madrugada. Los chicos han venido dormidos todo el viaje, pero yo no he sido capaz. No he parado de pensar en Mills. En si realmente está con su madre o si simplemente ha decidido no venir a clase porque no le da la gana.
Mientras salimos por la pasarela, vemos a los fans en la puerta, retenidos por los de seguridad para que no se nos echen encima.
La verdad es que me ha costado volver a ver a todos los del equipo... y aun mas al entrenador.
- ¿Preparado? – Me pregunta Duncan.
- Sí. Acabemos con esto de una vez. – Digo atravesando la puerta.
Todos comienzan a aplaudir y a pedir fotos y autógrafos. Un grupo de chicas, gritan mi nombre y tiran de mi jersey cuando paso por delante, arrastrándome contra el de seguridad.
- ¡Una foto, Stephen! – Gritan.
- Claro. – Digo sonriendo y acercándome. Cojo el móvil de una y apunto hacia nosotros con la cámara. Se lo devuelvo y les doy dos besos antes de continuar.
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Eres mi dosis
Novela Juvenil«-Sonreír un poco no le mataría... -murmura en voz baja y vacilante. -Tiene cinco minutos para terminar el puto examen -susurro en su oído, rozando sutilmente su oreja con mis labios. -Cabrón -dice entre dientes. Puedo ver cómo la piel de sus brazos...