ALYSSA
La fiesta no está mal del todo. Hay bastante gente y la casa tiene unas vistas espectaculares al Lago Norman. Había olvidado lo bonitas que eran. Es una lástima que Charlotte esté tan lejos de la costa, pero el lago es genial. Tiene una especie de playa y todas las fiestas se hacen aquí.
- ¿Qué te pasa, preciosa? No pareces disfrutar mucho. – Dice Rob rodeando mi cuerpo con sus manos.
- No, no. Estoy bien, la fiesta es una pasada. – Le digo con una sonrisa.
- ¿Estás así por tu madre?
- Bueno... sí. Lo siento, no quiero aguarte la fiesta.
- Tranquila, no lo harás. ¿Quieres que vayamos fuera y hablemos un rato?
- Mmm vale.
- Pero creo que primero necesitas una copa. Venga. – Dice pasándome un vaso rojo con líquido en su interior.
- Sí, definitivamente la necesito. – Me la bebo de dos tragos y cojo otra antes de salir.
Caminamos entre la gente, hasta las escaleras que dan a la arena. Dos chicos del equipo se acercan y comienzan a hablar con Rob. Yo intento sonreír cuando me miran, pero solo tengo ganas de largarme de aquí. Busco a las chicas con la mirada, y encuentro a una liándose con Cameron – ya era hora –, y a la otra tonteando con Thomas. No quiero interrumpirlas, así que, sin que Rob se dé cuenta, me alejo y camino hasta la arena. Me quito los botines, y los calcetines, y voy hasta la orilla. Me relaja tanto este sitio... ojalá mi madre pudiera verlo. Le encantaría. La echo tanto de menos. Las lágrimas inundan mis ojos y no puedo, ni quiero, evitar que salgan. Me siento en la arena y lloro unos minutos, pensando en los más de dos mil kilómetros que nos separan. ¿Por qué las cosas han tenido que suceder así? ¿Por qué no he podido quedarme junto a ella y estudiar allí? Quizá la universidad no sea la mitad de buena que esta, pero al menos, habríamos estado juntas. Maldigo el día en el que acepté ir a aquel estúpido baile con Mike.
Cuando he conseguido dejar de llorar, miro mi teléfono, pensando en llamar a mi madre y preguntarle qué hace, aunque allí serán las ocho de la tarde, así que estará trabajando. Deslizo el dedo por la pantalla y lo veo. Ese nombre del que he intentado librarme con todas mis fuerzas. Ese por el cual no he pegado ojo varias noches seguidas. Sinclaire.
STEPHEN
Observo que se trata de un mensaje de un número que no tengo. Y hay pocas personas que tengan mi número sin que yo tenga el suyo. De hecho... solo una.
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23:50 0017046787: Hola... soy Alyssa.
23:51 Yo: Lo he imaginado. ¿Dónde estás?
23:51 Alyssa: En la fiesta de cumpleaños de Rob.
23:52 Yo: Ese es tu Romeo, ¿verdad?
23:52 Alyssa: No es mi Romeo, es Romeo.
23:53 Yo: Ah, cómo no paráis de tontear, pensé que sería tu novio.
23:53 Alyssa: Pues no. Lo siento, no debí escribirte. Adiós.
23:53 Yo: ¿Qué pasa? Por algo lo has hecho. ¿Dónde estás? Lugar.
23:54 Alyssa: En el Lago Norman. Tiene una casa aquí.
23:54 Yo: Un poco lejos. ¿Cómo vas a volver?
23:54 Alyssa: Con Thomas. Aunque creo que se nos va a hacer de día... me iría ahora mismo en taxi, pero tendría que chupársela para poder pagarlo.
23:55 Yo: Espero que eso sea una broma. ¿Quién es Thomas? Si quieres marcharte, yo puedo ir a buscarte.
23:56 Alyssa: ¿Por qué un profesor iría a buscar a su alumna a una fiesta de universitarios?
00:04 Yo: ¿Por qué me has escrito, Alyssa?
00:04 Alyssa: No lo sé. Quería llamar a mi madre, pero está trabajando y, si lo hiciera, me pondría a llorar y no quiero que vuelva a escucharme así.
00:05 Yo: ¿Quieres que vaya a buscarte? No te lo repetiré de nuevo. Te dije que no doy segundas oportunidades y me estás haciendo incumplirlo.
00:10 Alyssa: Sí.
00:10 Yo: Envíame una ubicación para ver dónde estás exactamente.
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Eres mi dosis
Teen Fiction«-Sonreír un poco no le mataría... -murmura en voz baja y vacilante. -Tiene cinco minutos para terminar el puto examen -susurro en su oído, rozando sutilmente su oreja con mis labios. -Cabrón -dice entre dientes. Puedo ver cómo la piel de sus brazos...