Miroku corre hacia dentro de la habitación allí están cinco de los seis niños que deberían de haber, sus gemelas de 5 años y su niño de 3 además de los hijos de Inuyasha que aparentaban el año y medio, pero la niña no estaba, donde estaba Yumiko cuando se dio cuenta que Sesshomaru y Inu no Taisho fueron a tocar a Kagome pero no conseguían llegar hasta ella un campo de fuerza espiritual lo impedía, la miko se encontraba tirada en el suelo boca abajo su melena negra azabache reposaba por su cara impedía que se le viera el rostro pero algo les llamaba la atención tenía algo abrazado en su pecho de manera protectora por su postura y estaba además en posición fetal pero ese campo de energía no era de Kagome ¿Entonces? ¿De quién? ¿Quién estaba formando un campo de fuerza tan fuerte, tan poderoso?
-¡Kagome! ¡Despierta!- Chillaba Sesshomaru con impotencia ya que veía que no podía traspasar el campo de fuerza que rodeaba a Kagome además de no saber donde se encontraba su adorada sobrina la segunda mujer que le había robado el corazón en su larga vida.
Kohaku y Jaken entraron como por arte de magia, como un vendaval nadie se daba cuenta de su presencia fueron hacia Sesshomaru que estaba intentando entrar en el campo de energía para coger a Kagome pero sin ningún éxito mientras que Inu no Taisho se había ido a buscar a Yumiko por el castillo desesperado por encontrar a su adorada nieta.
-¿Qué ha pasado amito bonito?-decía un pequeño demonio verde mirando a Sesshomaru detenidamente deseando que no lo matara.
-Kohaku Jaken vallan a ver que les paso a las niñeras.- fue lo único que articulo a decir con voz penetrante y tenebrosamente fría cosa que hizo que el pequeño demonio verde empezara a temblar como una hoja, para que después estos dos inmediatamente fueran a buscar a las niñeras que se encontraban justo debajo de la ventana de la habitación tiradas e inconscientes en el suelo sin sangre ni heridas a simple vista.
-Cuñada despierta eres una yokai con poderes espirituales debes de despertar tu, eres más fuerte que esto.- dijo este como una súplica, no se lo podía creer el gran Sesshomaru rebajado a ese nivel pero bueno ya lo había aceptado ahora lo único que importaba era que su cuñada despertara.
Cuando de repente se escucho bajito pero muy claro una voz conocida para el demonio quien parecía que había despertado de sus pensamientos de repente como si le echasen un cubo de agua helada.
-¿Tío Sesshomaru?- dijo una voz de una niña pequeña asustada.
-¿Yumiko? ¿Dónde estás mi niña?- dijo este buscándola con la mirada intuyendo que se encontraría debajo de su cuñada.
Esta levanto los pelos de su madre como si fuesen una cortina y miro a través de ellos buscando a su tío.
-Tío...-dijo esta con lágrimas en los ojos.
Lo que vio el gran demonio en aquella niña yokai en su sobrina la cachorra de su hermano le helo el corazón por unos momentos lo que se veía en aquellos hermosos ojos dorados era miedo tristeza pero sobre todo lo primero miedo, mucho miedo, este la asalto con una pregunta con la esperanza que esos sentimientos desaparecieran de los ojos de su pequeña y adorada sobrina ¿Cómo aquel ser tan perfecto y fantástico había podido salir del estúpido de Inuyasha? Pero el solo se contesto la sangre de su padre y antepasado había salido a flote en su preciosa sobrina.
-¿Yumiko tú hiciste este campo de fuerza?- dijo Sesshomaru poniendo la voz más dulce para que la niña se tranquilizara y desapareciera los sentimientos malos que habitaban en lo mas profundo de su ser y se reflejaba en sus ojos.
La niña con los ojos inundados en lágrimas asintió rápido con la cabeza.
-¿Puedes hacerlo desaparecer preciosa?-decia Sesshomaru con una pequeña sonrisa.
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La Gran Profecia
FanfictionTras haber pasado siete años tras la destruccion de la perla de Shikon todos vivian felices y tranquilos en la aldea hasta que una extraña presencia muy conocidas para todos les advierte que hay una profecia que cumplir, los acontecimientos que segu...