Habían pasado cinco siglo desde que la profecía se cumpliese, el mundo había cambiado muchísimo, había avanzado los yokais empezaron a camuflarse como humanos al igual que los hanyous las sacerdotisas y monjes ocultando sus poderes al resto del mundo pasando desapercibidos entre humanos en vez de perecer las razas se hicieron más fuertes, mucho más fuertes el tiempo iba pasando y ellos iban avanzando aquel grupo extraño que se unió pensando que no tenía mucho futuro por sus procedencias se unió como si fuesen familia de verdad todos y conforme el mundo iba cambiando ellos también exceptuando a Kagome que venía de aquella época y estaba acostumbrada, pero al llegar a su palacio del Oeste que estaba intacto gracias a la barrera que puso Kagome con Izayoi, Rin, Kokoro, Kagura, Irasue, Sara, Sakura, Sora, Mai, Sesshomaru, Yumiko, Riki, Mamoru, Kanna, Kikyo, Inuno y Yuki los siete hijos de Kagome y Inuyasha además de los hijos de Inuno e Izayoi y Sesshomaru y Rin, y ellas mismas y es que los hijos de estos habían heredado la poderosa fuerza de los Inuyokais y de Sacerdotisa creando una raza nueva.
Allí eran ellos mismos con sus aspectos comunes desde hacía ya cinco siglos atrás, el palacio y los jardines era de aquellas razas mezcladas que se encontraban allí tranquilamente comportándose como siempre como eran ellos mismos, pero cuando salían de esos muros debían de ponerse las pulseras que Kagome, Izayoi y Rin habían hecho para cada uno de ellos para que pasaran desapercibidos entre los humanos comunes pareciendo eso humanos comunes haciendo desaparecer los rasgos que les caracterizaban.
Ahora todos se encontraban sentados en la gran mesa de comedor que se encontraba en el castillo de los Lores, o como desde que la gran profecía se cumpliese Príncipes después de quinientos años que habían pasado, y es que nadie se podía creer que estuvieran allí todos felices y no hubieran muerto después de tanta batalla, a Sesshomaru y a Inuno se les vino a la cabeza el pasado de ese comedor incluso el de ese solitario palacio hasta que llegaron todas esas personas para llenar sus vidas, en ese comedor en el que comían solos siempre aunque en ocasiones muy contadas se podrían decir que en un milenio apenas veinte veces se había utilizado para lo que realmente serbia esa habitación miraban hacia un lado y otro y se alegraban de que estuviese así aunque el silencio había desaparecido pero ese ruido a todas horas era maravilloso.
Todos disfrutaban de un almuerzo maravilloso ruidoso pero al fin y al cabo maravilloso cuando el comentario de Kokoro una joven inuyokai hermana de Inuyasha y Sesshomaru, y a su vez hija de Inuno e Izayoi, era una joven que aparentaba tener una edad de dieciocho años al igual que todos sus sobrinos ya que tenían casi la misma edad sus hermanos y padre la sobreprotegían mas los primeros que el ultimo, esta era una chiquilla muy bella y con el porte y aspecto característicos de los inus.
-Mama... Puedo invitar a Koga a la cena para dar después una vuelta por los jardines de palacio-dijo Kokoro poniendo una cara de suplica con aquellos ojos dorados y peliplata como casi todos los allí presentes.
-¡No!-dijo Inuyasha y Sesshomaru a la vez después continuo solamente Inuyasha.-Kokoro Taisho ni se te ocurra salir con el primogénito de ese lobo sarnoso como tus hermanos mayores te lo prohibimos.-dijo Inuyasha mirando a Sesshomaru que asintió con aprobación a su hermano menor.
Era increíble que aquellos dos que se habían tirado dos siglos y medio peleando como perros nunca mejor dicho pensó Kagome asintiendo en su mente, casi que teniendo peleas a muerte sin descanso y con ganas de matar el uno al otro aunque siempre se retiraba uno cuando el otro no podía mas y, ahora fueran los aliados más fuerte y muy buenos amigos aunque cuando se peleaban uno con el otro había que irse del castillo porque lo destruían en menos de una hora eran increíble vamos o paz o guerra era incomprensible, además que la mayoría de esas peleas eran a causa de quien era más fuerte y mejor, aunque sinceramente siempre ganaba mi queridísimo frio cuñado aunque nunca lo diría en voz alta, este era el más fuerte de la familia pero también era cierto que ninguno de ellos hacia algo sin el otro.
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La Gran Profecia
FanfictionTras haber pasado siete años tras la destruccion de la perla de Shikon todos vivian felices y tranquilos en la aldea hasta que una extraña presencia muy conocidas para todos les advierte que hay una profecia que cumplir, los acontecimientos que segu...