Por alguna extraña razón, La Catrina se encontraba acostada en su cama, ese día se había levantado muy mal, todo el día se sentía con fatiga, su esposo al verla así, la envío a su cama para que pudiera descansar mientras él se ocupaba de sus deberes. Pensó que podría ser el cansancio de todo su trabajo la que la haya puesto así, o tal vez no debieron quedarse toda la noche haciendo lo que siempre hacen cada noche.
La siguiente semana le pasaba lo mismo, no tenía ganas de levantarse de la cama, y al caer la noche, Xibalba le acariciaba el cabello preocupado, acostado a su lado, al ver a su esposa tan agotada.
—Estoy bien, amor mío. Sólo necesito descansar.
Varios días después. Xibalba recibió la noticia de que su hermano lo necesitaba en la Tierra de los Malditos para arreglar un asunto de suma importancia. Él no deseaba dejarla sola viéndola en ese estado tan preocupante, no quería pensar que estaba enferma, pero confiaba en que el Hombre de Cera, los Sánchez y el resto de los súbditos, se encargarían de vigilar si ella empeoraba en su salud. A pesar de su agotamiento, La Catrina se despidió de su esposo en la entrada del castillo.
—Tengo que marcharme mi amor, iré a ver que necesita mi hermano.
—Espero tu regreso, amor mío. No soporto estar un minuto separada de ti.
Ninguno estaba dispuesto a soltarme de las manos, pero al final, Xibalba lo hizo, entre más pronto se iría, más pronto volvería, así lo deseaba al ver como ella lo miraba irse con tristeza. Amaba a La Catrina, pero, si su hermano lo necesitaba, tendría que ir a verlo, a pesar de que ambos no se trataban tan bien, él seguía siendo su hermano. Y fuera lo que sea en lo que lo necesitara, lo preocupaba demasiado, nunca antes había tenido que ir al reino de su hermano en su ayuda.
La Tierra de los Malditos era un lugar terrible, estaba todo hecho de piedras y fuego, el calor era sofocante para algunos habitantes, otros seres como el Chamuco adoraban vivir allí, como si estuvieran en un paraíso. Sus habitantes eran seres despreciables, algunos nacieron en esa tierra, los otros, eran seres que habían cometido maldades en vida y eran llevados allí por las reglas ancestrales, no podían ir a la Tierra de los Recordados ni a la de los Olvidados, debido a sus crímenes, estar en esa tierra era peor castigo que ser olvidado. Ellos eran aprisionados, torturados, o mucho peor. A Xibalba le daba gusto ver esas almas humanas que eran torturadas, aquellos viejos hábitos no se olvidaban; recordaba aquellos tiempos en los cuales cometía con su hermano maldades en la Tierra de los Vivos, fue por eso que su hermano fue enviado a la Tierra de los Malditos y él a la Tierra de los Olvidados que ambos convirtieron en sus reinos.
El castillo del Chamuco era inmenso, hecho de roca volcánica, de un estilo siniestro, con caras de demonios tallados en las paredes; en la punta del castillo escupía lava que se escurría por todas las paredes en líneas delgadas hasta el suelo formando un lago de lava ardiente. Al llegar al castillo, Xibalba no dejaba de preguntarse que era lo que quería el Chamuco de él, al verlo de cerca, notaba cierta preocupación en su rostro, algo que nunca antes había visto en tantos siglos.
—El Chakal escapó.
La noticia no sólo sorprendió a Xibalba, también lo espantó.
Cuando el Chakal había muerto en aquella explosión en San Ángel, no podía ir a la Tierra de los Recordados, por ser malvado, ni a la Tierra de los Olvidados, debido a que nadie podía olvidar al Chakal, así que fue enviado a Tierra de los Malditos como castigo. No sabía como ocurrió, pero se había escapado de su prisión, a todos los criminales igual los encarcelaban como lo harían en vida, por lo que pudo escuchar Xibalba, seguía obsesionado con la medalla de la vida eterna.Creía que si la obtenía una vez más, volvería a la Tierra de los Vivos nuevamente, haría a su banda más fuerte y poderosa y nada lo detendría en destruir San Ángel. Pero ahora su paradero, era desconocido.
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El azúcar y alquitrán se mezclan
FanficEstos dos dioses son tan opuestos entre sí como el día y la noche, pero de alguna manera están juntos y aunque estén separados, no soportan la idea de vivir separados uno del otro. Nuestra historia se sitúa tiempo atrás, como fue que comenzó este si...