Caminamos hasta la salida alrededor de unos 5 minutos, era imposible salir de aquí, había gente a más no poder. Cada vez que miraba a Julian, este me sorpendia mirándolo y yo, yo me ponía roja como un tomate. Es que es tan perfectamente hermoso que no puedo resistirme a mirarle.
-¿En qué has venido?- preguntó Julian frotandose los ojos. Se notaba algo cansado.
-En el auto de Jenny- recordé a mi amiga y de inmediato busqué mi celular y marqué su número. Llamé tres veces y recién en la última atendió gritando.
-Oriana ¿dónde estás? ¿pasó algo?-
-¿Dónde estás tu?- pregunté irritada. Odiaba cuando Jenny desaparecía.
-En..aquí, dentro con.. alguien- gritó más fuerte. Era imposible escucharle con tanta música y gritos
-Es hora de irnos. Te estoy esperando afuera- Julian me miró y me sacó el celular de un momento a otro.
-Jenny, soy Julian. Yo llevo a tu amiga. Si, bien. No, descuida.Pasala bien- Me devolvió el celular y empezó a caminar hacia la izquierda.
-Ni siquiera has preguntado si quería ir contigo- protesté y este se giro a mirarme algo sorprendido por mis palabras
-Nadie se resiste a mi Oriana, nadie- guiño un ojo y volvió a caminar.
Yo también hice lo mismo pero del lado contrario. Odiaba a la gente como él, tan soberbios y egocentricos. Ya me bastaba con mi tío y uno mas no, gracias.
Sentí unos pasos detrás de mi. Sabía que era Julian pero a mi que más me da.
-Oriana- Gritó y se colocó delante de mi. Lo miré escéptica y lagué un suspiro algo largo. ¿Y ahora que quiere?
-No te pensaras que voy a dejarte ir caminando- se inclinó en sus rodillas, tomó aire y volvió a su posición inicial.
-¿Y desde cuando me importa lo que me dejes o no hacer?- su rostro antes cansado se volvió ligeramente serio.
-Oriana , es peligroso. Además dime, ¿por qué no quieres que te lleve?- dijo esperando una respuesta rápida, algo que yo no iba a hacer.
Di un paso a un costado y caminé hacia adelante. Metí las manos en mi abrigo. Estábamos en un invierno crudo, cada día hacía más frío.
-Bien, vamos caminando. Te acompaño- Julian se encontraba a mi lado casi trotando para calentar un poco su cuerpo.
No respondí. Por más que sea el hombre más hermoso del mundo, esa virtud se lo quitaba su ego, y yo prefiero prevenir antes que curar.
Caminamos un rato largo o a mi se me hizo eterno. Julian tampoco me dirigió la palabra en todo el camino, al parecer también estaba ofendido, como si tuviera derecho o razones.
-Gracias por acompañarme- dije ni bien llegamos a mi casa. Di la vuelta sin esperar respuesta pero de un momento a otro su brazo me dió vuelta dejandome mi rostro a centímetros del suyo.
-De nada. Lo haría de nuevo- sentí su aliento frío en mi rostro. Cerré mis ojos inconcientemente pero al instante los abrí. Julian se fue acercando cada vez más y justo cuando pensé que iba a besarme se alejó y besó mi mejilla.
-Hasta el lunes, Oriana- se dió la vuelta y yo quedé perpleja por lo recién ocurrido.
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-2+2-
-¿Qué?- Desperté de mi ida al planeta de los simios y volví a la tierra con una Jenny fastidiosa.
Estábamos en clase de historia junto a Jenny. Ella llevaba unos minutos hablando acerca de la fiesta el sábado y de su momento con ese chico rubio. No es que no me importe mi mejor amiga pero es que todos los fin de semana viene con una historia nueva y eso es cansador.
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Mi niñero preferido
Novela JuvenilEstaban enamorados. Se notaba por la forma en que se miraron entre si... como si tuvieran el secreto más maravilloso del mundo entre ellos...