Capitulo 21

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-Definitivamente eres el mejor- confesé una vez habíamos terminado el trabajo con Bruno. Habíamos pasado alrededor de cinco horas escribiendo sin parar para poder terminar cuánto antes. La verdad es que me llevé una gran sorpresa en cuanto a mi compañero, ya que detrás de esa apariencia de "no sé ni la tabla del dos" había un gran cerebrito escondido.

-Tu lo eres- dijo levantandose de la silla y estirando su espalda haciendo sonar sus huesos -Me duele la espalda. Estar mucho tiempo sentado hace mal- no pude evitar reír ante la acotación de mi compañero, ya que era algo obvio.

Tomé mis cosas y suspiré al ver la hora 22:09. Aunque era tardísimo, no sentía ganas de ir a mi casa, no quería ver a Julian. Había estado evitandolo desde el partido porque no quería seguir lastimandome, ni tampoco a mi nuevo novio, Francisco.

-Bien, tendré que irme- dije una vez tenía todas mis cosas en mano. Bruno me miró y asintió de prisa y de inmediato tomó mis cosas y me llevó hasta la entrada.

-No era necesario que llevaras mis cosas- exclamé divertida. Él solo sonrió y abrió la puerta como todo un cabellero, algo que no daba con su perfil.

-Claro que si- dijo serio -Gracias por venir- agregó suavemente. Sus ojos parecían algo cansados y con una pizca de vergüenza por haber dicho aquello.

Quise responder, pero la presencia de una mujer extremadamente elegante me interrumpió. La mirada de la mujer me era muy familiar, junto con su cabello, y definitivamente no se parecía a Bruno.

-OH! Hola- exclamó la mujer esbozando una inmensa sonrisa.

-Hola mamá- saludó Bruno abrazandola fuertemente. No pude evitar sonreir ante aquella escena. Era extremadamente dulce verlos.

-Hola hijo- contestó amable la señora -Hola hermosa- se dirigió hacia mi y me abrazó de una forma especial, casi maternal.

-Hola- contesté lo más amable que pude ser y miré a Bruno, quien parecía algo confuso.

-Y bien..- empezó la señora -¿Cómo te llamas?- preguntó ansiosa

-Oriana- contesté de inmediato

-Oriana, yo soy Maria- Dijo dulcemente -Pero puedes decirme mamá- siguió hablando, e hizo que Bruno se quejará.

-Mamá- exclamó a mi lado Bruno poniendo sus ojos en blanco.

-¿Ves? Él me llama mamá- dijo mientras arreglaba su elegante vestido blanco

-Porque soy tu hijo- gritó mi compañero y no pude evitar largar una carcajada.

-Eso es lo que tu crees- susurró Maria, con intenciones de que escucharamos. Sonreí ante todo aquello, Maria era alguien agradable. Algo distinto a como es su hijo.

-Maria- se escuchó la voz de alguien gritar. A los segundos después, un hombre alto y muy parecido a Bruno se asomó a la entrada. Llevaba un traje negro que al parecer era muy costoso y una maleta en su mano. Seguramente ha de ser el padre de Bruno.

-Hola- saludó sorprendido caminando hacia nosotros.

-Hola- saludé indecisa. Este al escucharme, se acercó a mi y me estrechó la mano y sin dudar yo hice lo mismo.

-Hola querido- saludó Maria a su esposo y depositó un beso en sus labios. Este tiernamente se lo devolvió, se veían muy bien juntos.

-Hola papá- saludó Bruno serio. Él hombre lo miró y luego a mi -Ella es Oriana- dijo rápidamente -Una amiga- continuo al ver la cara de interrogación de su padre.

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