Capitulo 17

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-20 pases más, 20 más, Sabatini- Estabamos hace una hora haciendo pases sin parar. La entrenadora gritaba sin parar, diciendo que si hacíamos 20 pasos más nos dejaría ir.

-Sabatini te estoy hablando a ti- gritó posicionandose frente a mi y robandome la pelota que tenia en mis manos.

-Así- gritó haciendome helar todos los huesos. Las manos de la entrenadora se movían de un lado a otro, elevando la pelota hacia arriba, dándole un golpe seco y fuerte. No estaba nada mal, lo que no entendía era por qué se obstinaba conmigo siendo que le pego mucho mejor a la pelota.

-¿Entiendes?- la miré con sumo enojo. Evidentemente ella tiene algo conmigo, me detesta, lo he intuido desde que llegó hace dos meses, gracias a que la entrenadora titular ha quedado embarazada y se tomó la licencia correspondiente. Lo que no me sorprende es que conserve mi prestigiado puesto de capitana, ya que se han escuchado rumores de que el director del instituto dejó en claro que para el futuro del equipo, mi presencia es imprescindible.

-Entendido Sabatini- volvió a gritar la detestable señora. Asenti con la cabeza solo para que ella se fuera de mi lado, mucho que tengo que soportarla en las reuniones para organizar el equipo.

Las miradas de mis compañeras me dejaban bien en claro que ellas pensaban igual que yo. Solo que nadie se atrevía a decir nada.

Nuestro entrenamiento siguió duro, como siempre y sin falta los gritos de la entrenadora.

Un dolor en mi cabeza hizo caerme de rodillas al suelo, sin poder si quiera abrir los ojos. Mis compañeras fueron rodeandome y preguntando cosas que no pude responder.

-Oriana, habla- pedía mi compañera desesperada. Tomé aire y traté de tranquilizarme para poder responder.

-Bien, estoy bien- dije levantandome de a poco del suelo. Miré a mi alrededor buscando el objeto que había golpeado bruscamente mi cabeza, porque este golpe ha sido intencional, no cabe la menor duda.

-Ha sido la pelota esta- señaló mi compañera.

No sabía como reacciónar, la relación que tengo con mis compañeras es muy bueno asi que no me imaginaba cual de ellos podría ser, y no creo que la entrenadora sea capaz de aquello. No, claro que no.

Una vez me sentí mejor, tomé el balón nuevamente y terminé de entrenar cansada, como de costumbre.

Luego de habernos despedido de la entrenadora la cual nos recomendó que durmieramos bien para mañana dar el cien por ciento, salimos hasta las duchas.

Todo iba muy bien hasta que sentí la presencia de alguien a mi lado mientras me cambiaba. Giré mi cabeza y me encontré con Sabrina Roos, más conocida como PES (Perra en celo). Su mirada no era para nada agradable hacia mi, lo cual me extrañó porque más allá que sea "PES" me llevaba bien con ella. O eso creí.

-Escuchame bien Oriana- dijo apuntandome con su dedo índice -Alejate de Francisco, si no quieres sufrir- mis ojos estaban abiertos de par en par. Que yo sepa Francisco no tenía novia asi que ¿Por qué venía este planteo?

-No te entiendo- dije riendome de la situación debido a los nervios

-Dejate de mentiras- gritó suave Sabrina -Estoy cansada de tu actitud de niña buena- Gruñó miradome fijo. -No se cómo la gente te quiere- dijo casi para ella misma.

-Oye- salí de su agarré y me movia a un costado -Si tienes problemas mentales no es mi culpa. Vete a otro lugar a molestar. No se de que hablas asique dejame en paz- Volví a caminar hasta el banco para seguir vistiendome ya que llevaba solo la ropa interior.

Mi niñero preferidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora