Es cierto que España forma parte del Top 3 de los primeros países desarrollados en aceptar y legalizar el matrimonio homosexual y también uno de los pocos que ha aceptado la eliminación de la sodomía como delito en el S. XIX. , pero en España queda demasiado por hacer.
En este capítulo no hay la famosa sección de derechos no reconocidos porque España los ha reconocido todos. Pero una cosa hay que saber de España, que nuestros gobernantes más liberales en nuestra historia (Zapatero...) hayan reconocido los derechos fundamentales de los gais, no quiere decir que la sociedad esté libre de la homofobia. Ni mucho menos.
Tras la Segunda República española y con el estallido de la I Guerra Civil Española, la homofobia era el pan de cada día. La homofobia, una enfermedad que nos ha alejado de una época brillante en la cultura española y también de la cultura hispana, asesinando a grandes artistas como Federico García Lorca por el simple hecho de ser izquierdista y gustarle los hombres en lugar de las mujeres.
La dictadura de Franco trajo consigo el ocaso de la grandeza española. Aquí hubo un parón de 40 años en la evolución de España. 40 años, que no son pocos, cargados de injusticia, represión, miedo y odio a todo aquel que no compartía las ideas de un generalísimo imbécil y estúpido, que más parecía un enanito de Blancanieves que un gobernante.
En 1975 llegó la transición y la democracia trajo el cambio definitivo. Nació la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual en el Estado Español, procedente ya de 1936 que defendió la libertad de sexualidad, pero no fue legalizada hasta los años ochenta. Con el primer orgullo gay en Barcelona (1977) con una homosexualidad aún ilegal, hubo heridos y muertos provocados por una policía que obedecía las leyes de manera inconsciente e ilógica que mostraba los últimos coletazos de una feroz dictadura fascista.
Los gobiernos de la transición lo hicieron bien, pero cuando el poder del país volvió a recaer en la derecha, por muy democrática que sea, fue un paso atrás en la lucha por los derechos de homosexuales y transexuales.
Aznar mostró que su partido fue fundado por un ministro franquista rechazando una y otra vez las proposiciones de ley de la oposición para legalizar el matrimonio homosexual. Gracias al gobierno del conservador Aznar, no fue hasta 2001 cuando se borraron las fichas del gobierno fascista y transcional de los homosexuales detenidos por la policía.
Gracias al poder popular, en 2004 la izquierda recuperó el poder y la presidencia de España recayó sobre Zapatero, cuya promesa estrella en medidas sociales era legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. En 2005 una encuesta sociológica reveló que más del 60% de los españoles apoyaba esta ley, finalmente fue aprobada en el parlamento con votos incluso de una diputada del partido derechista (PP) yendo en contra del voto general de su partido. Esta ley también incorporó la posibilidad de adopción de las parejas homosexuales.
Aún así, en este año 2016, más de un 15% de la población opina que la homosexualidad es una 'enfermedad', y en los jóvenes se intensifica, casi un 80% afirma que si un compañero o compañera se declarase homosexual sería discriminado. ¿Es esta la España que queremos? ¿Es esta una España sana? Yo creo que no, por eso debemos unirnos para luchar contra la lacra que supone tan idílica intolerancia hacia 'lo diferente' que siempre ha caracterizado a nuestro país. Si no pensemos en el adolescente catalán que se suicidó en Barcelona, por ser discriminado. Exijamos respeto e igualdad.
En tu memoria.
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¿Soy pecado?
Non-FictionReflexiones sobre la homosexualidad, para aprender a responder a preguntas y tópicos que muchos pensamos pero que nos da miedo compartir. Este libro vale para cualquier lector, sea cual sea su sexualidad. Tan sólo no vale para los que no respeten la...