FUSIÓN

El mismo truco

@yoselinelawson @marlenealturra Con todo mi amor, este capítulo es para ustedes. Gracias por sus votos y comentarios.

Alina .

La palabra retumba en mi cabeza, cáncer.

Todo comenzó con cirrosis, seguido por hepatitis, y ahora cáncer.

Cáncer en el hígado, por culpa de sus vicios, por continuar aun sabiendo lo que le ocurriría.

Siempre fue rebelde, obstinado, si la vida decía derecha él iba a la izquierda, pinche imbécil, ¿Por qué jugar con su vida?

Hoy me di cuenta que lo sigo queriendo, no como el chico que una vez me enamoró, sino como el amigo, aquel que me enseñó tanto, que me hacía reír, aquel que con sus 10 años más era un niño a mi lado.

Enjuago mis lágrimas caminando al estacionamiento cuando lo veo de pie junto a su increíble coche. Su ojo derecho empieza a inflamarse, tiene un pequeño corte en su ceja al igual que en su labio, ¿qué rayos le habrá pasado?

Al cabo ni me importa.

Ruedo los ojos y voy hacia mi moto cuando lo escucho correr detrás de mí y gritando.

-Espera, Ali -dice alcanzándome.

¿Por qué teníamos que quedar entre 2 autos? Es tan pequeño aquí, me estoy asfixiando.

-Sabía que estarías aquí.

-Vete a la mierda, Leo -lo empujo pero él es más fuerte.

-Escúchame, Ali -ruega mientras me acorrala con sus brazos, mi espalda está contra la puerta de un auto.

-¿Escucharte? Me pides que te escuche -río, río tan fuerte que tengo lágrimas en las esquinas de mis ojos, no sé si es por la risa o porque me destroza por dentro lo que está haciendo.

Recupero la compostura.

-Pero sabes qué... te escucharé, vamos habla, a diferencia de ti, escucharé cada palabra, porque los humanos nos equivocamos pero también merecemos el perdón, habla, idiota, habla ya -estoy gritando a este punto de nuestra conversación.

Mis puños empiezan a golpear su pecho, lo odio, lo odio tanto, me frustra su actitud, quiero desquitarme con él.

-Me equivoqué, lo siento -dice agarrando mis manos y pegándose a mi cuerpo, cuando me tiene bien sujeta, ahueca mi rostro con sus manos, hace que lo mire mientras me dice- soy un idiota, un completo idiota.

Que ironía.

-Y yo soy la ramera, siempre lo he sido, recuerdas -susurro a centímetros de su boca antes de empujarlo con todas mis fuerzas.

Él afloja su agarre y aprovecho para irme, cuando estoy a punto de arrancar en mi moto le echo una ojeada, sigue en el mismo lugar, me observa.

-Perdóname -pronuncia, no escucho pero leí sus labios.

Le muestro mi mejor sonrisa sarcástica, mi mejor cara de poker, y le lanzo un beso poniendo los ojos en blanco.

Acelero por la autopista, no voy a hundirme, esta vez no, no voy a llorar, utilizaré mis armas, él dijo que era una ramera, actuaré como tal, seré la perra frívola que cree que soy.

Llego a la casa de Isaac y antes de que pueda bajarme, él está saliendo.

-¿Dónde mierda te has metido? Te he estado buscando todo el día desde que me contaron -me abraza y por un momento creo que voy a ceder pero no.