FUSIÓN

Antipático

Alina.

Pude escuchar las risas artificiales de Jane y Rose y ni siquiera había salido del aula.

-Dios, lastiman mis oídos -dice Isaac frustrado.
-Dímelo a mí -le respondo mientras nos dirigimos fuera.

Él es la causa de la contaminación auditiva, está otra vez con Adam y las chicas, Jane parece babear sobre él, que asco, no soy la única que lo siente, la cara de fastidio que tiene él dice más que mil palabras, cuando me ve salir acaricia la cara de Jane y le susurra algo al oído antes de morder el lóbulo, le está hablando pero su mirada sigue fija en mí, su mano aprieta la cintura de ella arrastrándose un poco más abajo, el short de ella le da acceso a esa zona, aparto la vista, y escucho como él ríe tras de mí.

-Camina rápido, Isaac -le ordeno frustrada por mi reacción ante la escenita.
-Calmate, mi doc -responde poniéndose a mi lado.

Siento que el mundo es cada vez más pequeño, cuando llegó esta mañana en su lindo Porsche supe que mi vida de aquí en adelante sería un caos, por eso me prometí no demostrar mi malestar y mostrarme confiada ante él pero entonces vi su horario, Oncología, y para rematar compartiriamos 2 clases.

¿Por qué tuvo que elegir esta universidad? ¿Por qué medicina? Y ahora un don Juan.

-¿En qué piensas, Lina? -pregunta Isaac- Tienes una mirada extraña, no la había visto desde que te ponías celosa por...

Abro los ojos como platos ante la insinuación de Isaac.

-Detente, no vayas por ahí, amigo, yo no estoy pensando en nada, sólo estoy molesta -le interrumpo.
-Molesta por ese chico que quiso robar tu lugar -él arquea las cejas y en estos momentos quisiera que no me conociera tan bien.
-Sí, ese chico es un antipático y antes de que me reproches qué no te he dicho, consigamos algo de comer y te cuento.
-Sabía que algo ocultabas.

◆◆◆

-¿Te dijo eso en el restaurante? -dice Isaac algo enojado- ¿Por qué no me dijiste? Se merece unos buenos golpes.
-Créeme que sí, pero bueno ya no importa.
-¿Qué se cree ese estúpido?
-Tranquilo, pequeño, no hay que darle el gusto.
-En eso tienes razón, Lina.
-Bueno, cambiemos de tema, ¿Qué hay para este fin de semana? -le pregunto muy orgullosa del amigo que tengo.
-Stefi viene, tendremos que salir a fiestar.

Stefi es la hermana menor de Isaac y Carl, estudia a unas horas de aquí y viene 1 vez por mes.

-Tendré que conseguir a alguien que haga mi turno -le digo.
-Fer te reemplazó la otra vez, pídele el favor -dice Isaac y enseguida busco el móvil para llamarla.

Cuando cuelgo, le sonrío a Isaac y chocamos los 5.

-Sábado en la noche, libre -exclamo dando algunos saltitos y riendo.

Isaac ríe conmigo pero de repente cambia la expresión, me mira con los ojos abiertos más de lo normal.
Giro mi cabeza y él está justo detrás de mí con una gran sonrisa en su rostro.

-Ya entiendo por que estás en la barra y no en el tubo -dice, ni siquiera termino de procesar lo que ha dicho cuando mi mano impacta con su mejilla.

La palma de mi mano arde por el golpe pero no me importa, él está sorprendido por mi reacción, su mejilla está roja, pero me mira con odio, el color plomo de sus ojos me consume, sin embargo no caigo ante su mirada, doy media vuelta y me siento junto a Isaac.

-Si no lo hacías tú, lo habría hecho yo, y peor -me dice cuando me siento- Déjame ver esa mano.

Miro hacia donde segundos antes estaba pero se ha ido, no voy a seguir soportando sus insultos y mucho menos de él que no me conoce y es un aparecido.

Isaac toma mi mano y la acaricia tratando de calmar el escozor.

-Espero nunca hacerte enojar, eso fue duro -golpea mi hombro y río ante su respuesta.

Leo.

Es una jodida niñata, engreída, antipática, tengo tantos insultos para ella que no me molesto en continuar, me llevaría horas hacerlo.

Pero, yo la provoqué, no debí decir eso, creí que lo tomaría como broma, soy un estúpido, ella una grosera. Joder.

Llego al auto y enciendo la radio para que me distraiga, cuando llego a casa, papá está en su sillón habitual.

-Pensé que saldrías más tarde -dice.
-Ahm... tienen que arreglar mi horario y algo así -le miento.
-Bueno, tengo una buena noticia, hablé con el director de la clínica Santa Elena y te darán un cargo.

Por fin una buena noticia.

-Estarás en emergencias unas horas en la noche -continúa- ya que en el día estás en la universidad.
-Wao es fantástico, gracias, Papá.
-Puedes empezar mañana, ve después de clases y le dices a Robert que vas de parte mía, él te indicará lo necesario.
-Genial, necesito ocupar mi mente en algo.
-Ujum -responde y regresa la atención a un periódico.

Esperemos que mañana sea un mejor día.