FUSIÓN

Plan B

Alina.

Son como las 3 de la madrugada, algunos están borrachos, como Carl, se estaba comiendo a besos a Michelle en una esquina, se despidieron rápidamente de mí y se fueron a su nueva casa, picarones.

Todos empiezan a irse y yo guardo los regalos en la habitación de mi madre, aunque ya abrí todos, todos excepto el de Leo, no dejó que lo mostrara delante de todos, así que él lleva la caja.

-¿Estás lista? -pregunta Leo un tanto desesperado, no sé qué es lo que quiera que vea.

-Eso creo -le respondo y veo venir a mi madre.

-Cariño, espero que lo hayas disfrutado -dice mientras me abraza- ah y puedes tomarte la noche libre, Fer hará tu turno hoy.

-Mami, eso no es necesario, puedo venir a trabajar.

-Es tu día, tómate la noche libre, diviértete.

-Pero, ma...

-Claro que se lo tomará libre -me interrumpe Leo.

-¿Decides por mí? -le cuestiono levantando una ceja.

-Ya que no lo hacías -se encoge de hombros y me dirige una de esas hermosas sonrisas.

-Está bien.

-Bueno, entonces chao a los dos -nos despide mi madre y nos encaminamos a la salida.

Cuando estamos en el auto mi curiosidad crece.

-Así que... ¿A dónde vamos?
-Ya lo verás.

Me concentro en ver el paisaje a mi alrededor, quizás descubra a donde vamos, pronto empieza el aire a tornarse pesado, la brisa mueve las ramas de los árboles, un olor familiar invade mis fosas nasales, conozco este camino, mejor que nadie.

-Me llevas a la playa -afirmo con el miedo recorriendo mi cuerpo.

-¿Cómo lo sabes? -pregunta con curiosidad.

Tuvieron la misma idea, el día de mi cumpleaños, aquel día fue maravilloso, lo que me aterra fue lo que pasó meses después, justo en ese lugar. Donde me dio el primer beso y el último.

Los recuerdos vuelan en mi mente, amenazan con envolverme, el espacio en el auto se ha hecho más pequeño, no puedo respirar...

Flashback

Mi rodilla golpea su ingle con fuerza, él chilla de dolor y es mi única oportunidad, lo empujo a un lado y salgo del cuarto, miro a los otros cuartos de este viejo motel pero todo está oscuro, en silencio, ¿Quién podría ayudarme a esta hora? Son más de las 2 am o eso creo, el alcohol en mi sistema me produce arcadas, pero corro sin importarme nada, pronto la arena de la playa masajea mis dedos, es más difícil correr así, estoy descalza, la noche es oscura, hasta la luna se ha ocultado entre las nubes, la marea está alta, las olas chocan entre sí.

He dejado el bolso en su cuarto, sin embargo mi celular está en el bolsillo trasero de mis shorts.

Marco el número de Isaac con dedos temblorosos, 3 tonos, no responde, escucho la voz de Carl .

-Carl, ayúdame -gimo y me enredo con las palabras.

-¿Lina? ¿Dónde estás? ¿Qué pasa?
-Es Nick, estoy en la playa...