Mmm

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Fueron tres días los que estuvo postrada a esa cama, tres días en los que no me separé de ella y él no se separó de mí. 

Cuando ella despertó, vio en mis ojos que ya sabía la verdad, vi dolor y culpa pero me limité a abrazarla, porque la amo y así nos quede poco o toda una eternidad, estaré con ella.

Descubrió la enfermedad hace cuatro años gracias a sus constantes chequeos, no me quiso dar explicaciones y tampoco se las pedí, son sus secretos, lo único que si dijo es que no ha vuelto a estar con nadie, solo hace bailes privados y otras cosas más, pero nada que pueda afectar a sus clientes.

Estuve muy nerviosa cuando me entregaron los resultados de mis exámenes, cuando leí la palabra NEGATIVO mi alivio fue tan grande que corrí a mostrarle a Leo, estuvo igual de feliz, ambos sabemos lo que significa.

Hoy le dieron el alta a mi madre y la llevo a su apartamento donde la espera una gran sorpresa, todos están ahí para apoyarla a pesar de que no saben la verdad, antes que nada somos familia.

Después de pasar toda la mañana con ella y dejarla descansando me voy a duchar a mi casa y luego voy al super a comprar ciertas cosas, dejé mi moto y me dirijo en taxi de regreso a la clínica, supe que sale a las 2:00, me apoyo en su auto que está como nuevo, sonrío al recordar mi travesura.

A los pocos minutos sale, camina encorvado, se le nota el cansancio, apenas y ha comido estos días, apenas y ha dormido, ni siquiera fue a la universidad, se mantuvo ahí pendiente de mi madre a pesar de que él solo tiene turnos en la noche, varias veces lo encontré durmiendo en su consultorio, todo por mí.

Gracias al cielo le dieron unos días de descanso.

Cuando me ve sonríe, es una sonrisa que no veía hace días.

-Hola -dice mirando las bolsas que cuelgan en mis manos.

-Hola -le respondo mirando sus ojeras y su barba poblada.

-¿Cómo va tu madre? -no puedo creer como se sigue preocupando por ella cuando hace unas horas la dejó salir bien

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-¿Cómo va tu madre? -no puedo creer como se sigue preocupando por ella cuando hace unas horas la dejó salir bien.

-Ella está bien -contesto- Verás, alguien me dijo que tu comida favorita era pollo en salsa bechamell con patatas y zanahorias.

Le enseño las bolsas que traigo y él las mira con esa sonrisa que no se ha borrado aunque no me contesta nada.

-Ah y que tu vino favorito era este -hago piruetas para sacar la botella de una bolsa- Ni siquiera puedo pronunciar su nombre pero es este, ¿Cierto?

-Así es -agarra las compras de mis manos y las mete al auto- entonces debemos apresurarnos, muero de hambre.

-Eh... yo conduciré señorito -le ordeno rogando por dentro que me deje hacerlo.

-No sabía que conducías autos también -me reta con su mirada plateada.

-Sí, y muy bien -digo con suficiencia.

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