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Era mi segundo día en la compañía, desperté sin ánimos gracias al amable jefe que tenía, ¿tanto le cuesta ser amable con las personas que trabajan para él?

Fui a la cocina para preparar mi desayuno y luego poder vestirme, me senté y encendí la televisión, dejé a un lado el control cuando encontré unos casos de asesinatos o algo por el estilo. Terminé de comer y fui a mi cuarto, me vestí con la mayor velocidad que pude ya que desde ahora tendría que ir en autobús, mi tío trabaja en una farmacia y mi tía es abogada, por lo que generalmente salen muy temprano para llegar a tiempo, cosa que también yo debería aplicar si no quiero ser despedida en menos de una semana.

Salí a la calle a esperar mi línea y en menos de lo imaginado ya estaba a bordo, luego de unos minutos comenzó a llenarse de forma masiva así que bajé y decidí caminar unas cuantas cuadras hasta llegar. No me molestaba en lo absoluto andar a pie, me fascina estar en constante movimiento.

Me fije en la hora y era realmente temprano, decidí matar los minutos en una cafetería, compré un frapuccino y cuando estaba por salir de la tienda vi un anuncio sobre un nuevo milkshake, lo que inmediatamente me hizo recordar al Señor Somerhalder. Puede ser todo lo desagradable que quiera pero cuando limpiaba su oficina había dos potes de milkshakes con chocolate en el cesto de basura, reí al recordar eso y dí una media vuelta hacia la caja.

-Un milkshake de chocolate, por favor_pedí mientras sacaba un billete de mi bolso, la chica asintió y fue a preparar el batido.

Salí de la tienda dando una media vuelta a la manzana hasta llegar a la compañía.

#Ian

Ayer cuando había llegado a casa me hice el tiempo de leer unos cinco minutos el currículum de Nina, mi nueva asistente, no sabía el por qué de mi repentina curiosidad. Me enteré que sigue comercio y habla tres idiomas, cosa que sería útil por los viajes que suelo realizar, lo malo es que su primer trabajo es este, ya que no mencionó ninguno, pero qué podemos esperar, sólo tiene veinte años. Me cuestioné del por qué querría conseguir trabajo, si nunca lo hizo fue porque no lo necesitaba, tal vez sea un capricho suyo para conseguir dinero e ir de vacaciones, comprar ropa, maquillaje, lo normal .Pero eso no me incumbe y tampoco debería importarme, únicamente que cumpla sus funciones como todos los empleados de mi empresa.

Llegué a la Compañía mas temprano de lo habitual, por lo que aún no había personal, por suerte. Se pasan hablando y contando chismes, cuando saludan lo hacen como si alguien estuviese llamando lista, se escucha una mezcla de diferentes tonos de voz, realmente lo detesto .Entré al ascensor como todas la mañanas y me dirigí a mi piso, cuando se detuvo las puertas se abrieron dejando ver al único personal que se encontraba a esta hora, o más bien la única.

-Creo que se tomó en serio lo de ser puntual, Dobrev_sólo asintió, se levantó de su puesto siguiéndome hasta la oficina con un pote de café o alguna clase de bebida.

Antes de entrar me volteé y la miré.

-¿Se le ofrece algo?_abrí la puerta y fui hasta mi escritorio, sentándome.

-No, Señor_negó levemente y siguió hablando_le traje un batido de chocolate_contestó dubitativa.

Colocó una servilleta sobre el escritorio y dejo el batido sobre la superficie, miré el batido con confusión y luego a ella .No sé como supo que era mi preferido o simplemente fue coincidencia, no recuerdo haber comentado nada al respecto, ni tampoco requerir una bebida matutina.

-No le pedí un batido_me levanté para despejar las cortinas, era algo espontáneo, lo hago cada mañana.

Volteé esperando una respuesta.

-Lo sé, Señor Somerhalder_frunció los labios.

Se quedo pensando en su lugar por un leve momento y luego habló.

-Ayer cuando ordenaba su oficina vi en los cestos algunos potes, pensé que le gustaban_se dispuso a retirarse_no volverá a pasar_meneó levemente la cabeza.

Sentí pena, solamente trataba de cumplir con su papel y hacer todo correctamente.

-Déjelo_suspiré.

Se volteó confundida y se acercó entregándome la bebida, mis dedos rozaron con sus manos y la diferencia se hizo notar, su piel era muy suave comparada a la mía.

-Me retiro, tengo documentos y reuniones que ordenar, ¿se le ofrece algo mas, señor?_asentí_entonces, ¿qué puedo hacer por usted?_cruzó sus manos justo como lo hizo el día de ayer, ignoré el gesto y caminé hasta el sillón, me senté y mientras colocaba el batido sobre la servilleta pensé en las palabras que diría, luego hablé.

-Nada, espero mi batido el día de mañana, puede retirarse_una pequeña sonrisa, casi invisible plasmó su rostro, coloqué mis codos sobre el escritorio y me dispuse a verla marchar.

El gesto fue muy atento, en todos estos años nunca nadie se fijó en esos detalles, después de todo creo que contrataron una asistente muy competente, estaba contento, una preocupación menos.

Pd: les agradecería si pudieran pasar por mi nueva novela Enigmatic green ♡ Les va a encantar, lo prometo.

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