#Ian
Este feriado apestaba, mi familia era tan desesperante.-¿Ya solucionaste el problema de ese tal Marcos?_me habló mi padre mientras le daba una calada a su cigarrillo.
-Algo así_lo miré y arrugué mi nariz_¿podrías fumar luego?, es desagradable.
-Y asqueroso_prosiguió mi madre mientras me quitaba una foto.
-¿Què haces?_largué un suspiro levantándome, iría a la casa de William, mi mejor amigo.
-Te quitaba una foto, tú cumpleaños se acerca y ese día nunca apareces por casa_miró la foto para luego guardar su celular_¿ya te vas?
-Si_asentí.
-Te acompaño_se levantó y comenzó a caminar a mi lado_no te despediste de tu padre, podrías ser mas amable_me regañó.No tenía problemas con nadie, pero no era un hombre de muchas palabras, era lo contrario a mis padres, ellos eran personas demasiado sociales. Yo lo era, pero no con cualquier persona, la mayoría no me agrada, sólo si se trataba de negocios sacaba mi lado diplomático.
-Mamá, no comiences_saquè la llave de mi auto presionando el botón de desbloqueo.
-¿No irás a trabajar, verdad?_negué_pensábamos en comprar un perro_la miré y fruncí el ceño.
-¿Para qué?_subí al auto dejando la puerta abierta.
-La casa es enorme y sólo somos dos, y la chica que se encarga de la limpieza_se encogió de hombros.
-Me parece bien_besé su mejilla y cerré la puerta para abrir la ventanilla.
-Tus tíos vendrán mañana, si quieres venir...
-No_la interrumpí.
-Después de lo ocurrido, tendrías que pedirles unas disculpas para que todo vuelva a la normalidad_tocó mi hombro y la aparté.
-No fue mi culpa_respondí de mala gana cerrando la ventanilla para salir al asfalto.Hubo un tiempo donde me culpaba por el accidente de María, pensaba en eso día y noche, a veces me costaba dormir por todas esas voces diciéndome que todo fue mi culpa, pero no sabían nada, y no lo sabrían porque mi prima estaba en coma, mi palabra nunca tendría valor por haber salido ileso, y ella no. No lo negaba, a veces todos esos pensamientos vuelven, sin embargo son menos que antes. Es por eso que no me gustan las reuniones familiares, todas las miradas se centran en mí acusadoramente.
Giré a la derecha y luego de dos cuadras estacioné el auto frente a la casa de William, bajé y presioné el botón de bloqueo que se encontraba en mi llave, caminé por el corto sendero de piedras y esperé que mi amigo abriera la puerta, se escuchaba la llave dentro de la cerradura dando vueltas y me reí, se había trabado.
-¿Puedes entrar por la otra puerta?_habló lo suficientemente fuerte, no respondí y rodeé la casa hasta llegar a la puerta trasera que estaba abierta.
-¿Cómo piensas abrir la puerta ahora?_me adentré a la casa y fui a la cocina.
-Yo estoy bien, ¿tú?_dijo bebiendo una cerveza, negué y cogí una pera de la mesa.
-¿No puedes beber luego?_me senté sobre la mesada mientras le daba un mordisco a la fruta.
-No sé cómo eres mi amigo_le dió otro sorbo_pareces un abuelo sin vida.No es que no me gustasen las bebidas alcohólicas, simplemente no es el horario para estar bebiendo, es muy temprano, pero no todos piensan igual. Supongo que tenía unos valores muy anticuados para este siglo.
-¿Viste el partido de ayer?_comenzó a caminar hasta la sala y lo seguí.
-No, llegué tarde de la oficina_dejé la pera casi acabada en un esquinero y me senté.
-¡Diooos!_gruñó_te falta buen sexo, vamos esta noche a un club, te falta un poco de libertinaje.
-Iré, sólo si es uno decente, no quiero estar en la primera plana del periódico_lo amenacé, conocía a mi amigo, lo decente no era lo suyo.Nadie pensaría que él es un médico, aparte de eso también enseña a los de último año en la universidad. Más bien parecía un entrenador de fútbol, extrovertido pero excesivamente holgazán, sería esa la razón por la que se lleva bien con sus alumnos.
-Bien_rodó los ojos_¿qué tal el tema de la otra compañía?
-Creo que todo està solucionado, sólo faltan algunos ajustes_coloqué mis pies sobre la pequeña mesita_ayer de noche me llegó un correo, pero no lo abrí.
-Deberías_me señaló_puede ser algo importante_asentí pasando mis manos por detrás de mi cabeza_¿qué tal los nuevos empleados?
-No me quejo, por ahora, ¿en serio tenemos que hablar de trabajo?_lo miré mal.
-No es mi culpa que andes estresado_se encogió de hombros_deberías tener una aventura con tu secretaria, está muy buena_mi cuerpo completo se tensó haciendo que bajara mis pies al piso y mis manos fueran a los costados.
-Ni siquiera la conoces_giré medio cuerpo hacia William.
-No, pero la vez pasada me hablaste de ella, y la seguí en instagram_desbloqueó su celular_¿quieres ver sus fotos?
-No_hablé.
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