-Nina_Ian susurró mi nombre_despierta_lo sentí sentarse al borde de la cama, me movió el hombro suavemente hasta que abrí los ojos. Le sonreí sin mostrar los dientes y me senté al otro extremo, quedé mirando la puerta unos segundos y luego me puse de pie.
-Buen día, Ian_me volteé a mirarlo mientras él echaba un vistazo por la ventana, cerró las cortinas y caminó hasta mi.
-Buen día, Dobrev, ¿dormiste lo suficiente?
-Sí_contesté mientras arreglaba la sábana y doblaba la manta, cuando estaba por acabar Ian me detuvo.
-Ya está, Nina_dijo colocándose a mi lado_vamos a desayunar_asentí, no quería discutir a primeras horas del día.
Fuimos al comedor y la mesa ya estaba servida con tostadas, mermelada, zumo, chocolatada, café y varias cosas dulces. Ian se acercó a la heladera y quitó la tarta de manzana, cogió dos platitos pequeños y me entregó uno.
-Gracias_musité. No tenía ganas ni de moverme, siempre me sucede de mañana, sin embargo se termina después de comer algo.
-De nada. Sírvete, y siéntate_añadió.
Cortó un trozo de tarta y luego se sirvió chocolate caliente en una taza, me entraron ganas de reír, casi nunca lo había visto tomar otra cosa que no sea chocolate, pero contuve mi risa, de todas formas me sentía muy feliz de verlo a él disfrutar la mañana con su bebida preferida. Me serví café y cogí dos tostadas, unté mermelada de frutilla y luego me dediqué a comer en silencio. Tocaron la puerta y una señora un poco rellenadita con una remera amarilla pasó por el pasillo en dirección a la entrada.
-Ella es la señora Riquelme_aclaró Ian mientras se limpiaba los pantalones con una servilleta.
-Ahh, ¿trabaja desde hace mucho aquí?_bebí el último sorbo de café.
-Unos cinco años aproximadamente_frunció el ceño pensantivo.
-Es mucho_mi celular comenzó a sonar_permiso_dije por educación.
-Claro_Ian asintió y contesté, se trataba de mi tío.
Contesté con intriga, él no suele llamarme.
-Nina_habló despacio y con la voz ronca, como si hubiera esforzado demasiado su garganga.
-Tío, ¿todo bien?_Ian posó toda su atención en mi.
-Nina_susurró y su voz casi se quebró, al final lo hizo, con la voz temblorosa y llena de pequeños jadeos habló_tu tía...ella está...
-¿Es muy grave?_lo interrumpí mientras me levantaba de la silla dispuesta a recoger mis cosas, mi reacción pareció alertar a Ian ya que también se levantó, me observó con atención.
-Falleció_largó de golpe, me quedé inmóvil y mirando fijamente al frente, esas palabras habían sido un golpe duro.
Ninguna lágrima salió de mis ojos, como si no me afectara en lo absoluto, lo cierto es que no soy una persona que llora demasiado, sin embargo por dentro me encontraba derrumbada y sin ganas de nada. Mi tía...una de las personas que mas amo en la vida, la que me cuidó desde niña, la que me llevaba de paseo cuando mis padres no estaban...ella...había muerto. Mis ojos se aguaron e Ian se acercó con el ceño fruncido al darse cuenta, trató de coger el telefono pero no lo dejé.
-Ya voy para allá_me mantuve firme y corté la llamada.
-Hey, ¿todo en orden?_Ian se colocó frente mio_¿quieres irte ya?_me inspeccionó con la mirada.
-Por favor_meneé la cabeza y subí la vista a sus ojos, necesitaba ver ese azul profundo.
-Está bien. Charlie dejó algunas cosas en la sala, cepillo, crema para peinar y otras cosas. Iré a traerlas, prepara tus cosas_dijo con autoridad_Mark nos llevará_añadió y se dispuso a caminar.
Me cambié y recogí todas mis cosas, cuando salí del baño vi un cepillo de dientes sobre la cama, acondicionador y shampoo.
-Es para ti_habló Ian apareciendo por la puerta_nos vamos en veinte minutos, cambiaremos de vehículo por seguridad, ¿no dejaste nada ahí?
-No_elevé las comisuras de mis labios en una diminuta sonrisa_me cepillo y salgo, ¿tú ya estás?
-Sí, llevaré tus cosas_caminó hasta mi bolso y lo cogió del piso_te espero afuera.
Ian giró sin esperar respuesta y se marchó. Lo único que quiero en este momento es llegar a mi casa y abrazar a mi tío, pero hay algo que anhelo más que eso, refugiarme en los brazos de Somerhalder y pensar que todo esto es un sueño.
Me cepillé y luego salí con rapidez para dirigirme afuera, cerré la puerta y caminé hasta el umbral, Ian se encontraba en cunclillas mirando una planta, al percatarse de mi presencia se reincorporó.
-¿Ya estás?_frotó sus manos contra sus jeans_Mark vendrá enseguida.
-Bueno_fruncí los labios_Ian_lo llamé.
-¿Qué?_me miró serio.
-¿Puedo abrazarte?_pregunté con algo de vergüenza, aún no me acostumbraba a él totalmente.
No respondió, sólo se acercó y me rodeó con sus brazos, undí mi cabeza en su cuello y respiré evitando derramar lágrimas. Se sentía tan bien estar cerca de él, su peculiar aroma inundó mis fosas nasales y lo rodeé fuerte con mis brazos, no quería alejarme de él, nunca. Acarició mi pelo son suavidad y preguntó:
-¿Qué sucedió?_musitó.
-Mi tía falleció_contesté sin rodeos_tenía cáncer_agregué en un susurro.
-¿Por qué no me lo dijiste?, tal vez hubiera podido hacer algo_su voz salió suave y con algo de reproche.
-No había nada que hacer_me separé sin ánimos de hacerlo.
Cogió mi rostro entre sus manos y lo acarició con sus dedos.
-Lo siento_besó la punta de mi nariz y volvió a atraerme a sus brazos_puedes llorar, Nina. Nadie aquí va a notarlo_llevó su mano en mi nuca y la deslizó hasta el final de mi cabellera_te quiero_agregó.
Sé que lo hizo con mucho esfuerzo, el tono de su voz lo delataba.
-También yo_besé su mejilla.
-Me quedaré contigo_dijo decidido_el trabajo no importa esta semana.
-Sí importa, no vas a faltar a la empresa.
-Sin discusión_dió por finalizado la conversación_¿hay algo qué pueda hacer?
-No_fruncí el ceño y lo miré_nada, y por favor escúchame_suspiré.
Sin querer lágrimas comenzaron a caer de mis mejillas. Ian entornó los ojos y las limpió con su dedo pulgar.
-Está bien_me rodeó con sus brazos_llora, ¿si?_frotó mi espalda_vas a estar bien, lo prometo, amor.
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¡Besos y abrazos!
Pd: les agradecería si pudieran pasar por mi nueva novela Enigmatic green ♡ Les va a encantar, lo prometo.
-Disfruten la vida.
