#Ian
¿Cómo alguien puede tener tanta fortaleza? es lo que me pregunto cuando veo a Nina enfrentándose a cada situación que pasó, ¿cómo alguien puede tener tanta paciencia y dedicación? es lo que me pregunto cada vez que la veo llegar al trabajo, ¿cómo alguien puede tener tanta bondad?, es lo que pasa por mi mente cuando observo con atención el trato que le brinda a cada persona. Hay personas admirables, y ella es una de esas. Me siento realmente afortunado de tenerla a mi lado.
Estamos en el velatario, me encuentro sentado bebiendo café, Nina y su tío estan en el cuarto donde se encuentra el ataúd, no me apetecía ingresar a ese sector, en especial porque habrá mucha gente llorando desconsoladamente, podrá sonar vil de mi parte y no me importa, no pienso enmascarar la verdad fingiendo ser alguien que no soy. Carla, la recepcionista y mejor amiga de Nina se encuentra frente mio en el sofá, sumida en sus pensamientos y mirando para abajo. Veo a Dobrev salir de la habitación e inmediatamente me levanto, también lo hace Carla, al hacerlo nos damos una mirada incómoda, yo avanzó y por lo que veo ella espera, puedo sentir como mira a Nina desde su lugar.
-¿Necesitas algo?_hablo suave y llevo mis manos a sus mejillas.
-No, gracias_responde sin ánimos. Asiento y acarició su rostro que permanece sereno, no hay señales de que haya derramado lágrimas. Sinceramente, no sé cómo lo hace.
-Creo que tu amiga quiere verte_toco sus hombros_estaré afuera un momento.
Me es raro demostrar cariño frente a tantas personas, sin embargo no me interesa demasiado en estos momentos, lo único que me preocupa es Nina.
Me alejo y la dejo con Carla, salgo al exterior a tomar un poco de aire y a mirar los autos pasar. Son las doce del mediodía y aún faltan algunas horas para dar por finalizado el velorio, mañana es el entierro y espero que no sea demasiado esfuerzo para Dobrev. No soy bueno consolando a los demás, y en eso no hay excepciones. No obstante, por Nina haría cualquier cosa, aunque signifique esforzarme de gran manera.
Me adentro a la sala y cuando voy acercándome a Nina que se encuentra con Carla, oigo a la rubia decir que irá junto al tío de Dobrev a darle sus condolencias.
-¿Por qué cada vez que me acerco se aleja?_pregunto con curiosidad, aunque internamente sé la respuesta. Suelo intimidar a las personas hasta ese punto.
-Porque es incómodo para ella_suspira con cansancio_eres su jefe_dice obvia_no es como si fuese a acercarse a decirte para que sean mejores amigos...
-Vale, lo capto.
-Además, eres un poquitito desagradable con el personal_veo como busca encontrar una palabra mas agradable, pero al no conseguirlo termina diciendo lo que tenía en mente.
-¿Estás usando un disminutivo para contrarrestar lo dicho?_hago una mueca algo divertida, pero no por el hecho de que esta conversación lo sea, sino porque no aguanto verla tan seria.
Su pecho se agita y en su rostro se forma un gesto pequeño de sonrisa, eso era todo lo que necesitaba.
No sé quién soy en estos momentos, y me asusta.
-Gracias, Ian_se acerca un poco y la rodeo con mis brazos, inhala aire y luego me mira_me gusta tu perfume, nunca te lo dije_frunce el ceño_nunca lo cambiaste.
-Es el único que me gusta_bajo mi rostro hacia el de ella y dejo un beso sobre sus labios_te quiero_añado con esfuerzo.
-También yo_acomoda su cabeza en mi pecho_tienes que ir al trabajo_musita_esta semana hay muchas reuniones importantes.
-No voy a ir, ya te lo dije_entrelazo mis manos con las suyas_¿quieres comer algo?, ¿una hamburguesa?
-No tengo hambre, pero ve tu a comer, sé que tienes hambre, almuerzas a esta hora. Señor puntual.
-No, ¿estás bien?, no te he visto llorar, no te contengas si quieres hacerlo_me preocupaba demasiado, yo pensaba que ella era como la porcelana, pero es lo único que nunca va llegar a ser.
-No quiero llorar, estoy triste, pero no quiero llorar. Ian, si piensas que no he notado al hombre parado en la puerta, te equivocas_ladeó la cabeza.
-Es sólo por seguridad.
-¿Marcos aún sigue buscándote?_asentí_tienes que denunciarlo, Ian_me miró fijamente y sus ojos se aguaron.
-Ya lo hice_la observé confundido_hey, ¿qué pasa?_me asusté cuando de repente lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas_Nina.
-No quiero perderte a ti también, Ian_se aferró a mi cuerpo con fuerza y comenzó a llorar un poco mas fuerte sobre mi pecho_tienes que hacer algo_sus hombros se agitaban suavemente por el llanto_no voy a soportarlo.
-Tengo mas guardias, ¿te acuerdas?, tú misma me lo pediste_acaricié su cabello. Me miró y comenzó a asentir.
-Si algo te pasa no voy a tolerarlo, te quiero demasiado_limpié sus lágrimas con un pañuelo_a ti y a tus ojos_le sonreí.
-Que raro, porque siempre miran tus piernas_le guiñe un ojo y besé su nariz_vamos a sentarnos un rato.
-Vamos_comenzamos a caminar hasta el sofá y tomamos asiento. Carla se acercó ofreciéndole una taza de café a su amiga. Nina le agradeció con la mirada.
-Buenas tardes, Señor_inclinó la cabeza.
-Ian_intenté sonreírle. Asintió y luego se marchó.
-Llegó William_apretó mi rodilla y miré en dirección a la entrada_a contarnos chistes malos_dijo divertida.
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