#18 día contra el cliche

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Caminaba por los pasillos hasta la clase de baile de la profesora Miranda, desgraciadamente tuve que inscribirme en esa clase extracurricular no por gusto.
Oh si, mamá lo hizo.
Y la mataré por ello.
Odiaba bailar, era peor en ello igual que en el ejercicio, no hago nada de ejercicio aparte de caminar y precisamente por ello camino mucho.
Entre y no había nadie aún, faltaba media hora para empezar pero no tenía nada que hacer aparte de escabullirme de toda esa gente cliche así que prefería estar aquí.
Escuche sonido de música clásica y avance, adentrándome en el estudio y vi a una chica bailando ballet. Agh. Odio el ballet.
Pero de repente cambio el ritmo de la música y ahora era... ¿Hip-hop? La chica comenzó a moverse al compás y lo hacía bastante bien a decir verdad. De repente cambio a un estilo de jazz y se movía de una manera elegante y liberal, el ver a esa chica bailando tan bien me impactó.
No la había visto en mi clase así que... ¿De dónde salió esta?
—¿Se puede saber quién eres?
La chica se desconcentro y cayo, volteando a mirarme asustada.
No iba a ayudarla a levantarse, digo, suena demasiado cliche ¿Dónde está el chico que debería hacerlo?
Ella me miró avergonzada.
—Lo siento, no pensé que llegaría alguien tan pronto, me iba a ir en unos minutos.
—Adivinare, odias bailar pero como tú madre nunca logró su sueño te obligo a ti a cumplirlo por ella, tu pasión en realidad es el patinaje sobre hielo y para cumplir los caprichos de tu madre no se lo dices porque sabes que ella se lo tomaría a mal, tienes un admirador secreto que te espía cada vez que bailas, preguntándose porque no te revelas contra tu madre y te envía notas alentándote a que lo hagas pero eres demasiado cobarde como para hacer algo así, por eso aprecias tanto a ese chico ya que es el 'único que te entiende'.
La chica me miraba atónita, si, suelo causar esas reacciones en la gente.
—Escucha chica, esto pasa seguido, no te diré que le digas a tu madre y logres tu sueño porque eso es patético, solo vete de aquí porque ya empezara la clase, odio los cliches como tú y el de la bailarina ya me tiene harta.
—¿¡Pretendes que olvide que me dijiste todo eso de un solo golpe y mágicamente tienes razón en todo!? ¿Quién eres? ¿Cómo sabes todo eso de mi?
—Ey tranquila a mí no me hables en ese tono, aquí la que rompe cliches soy yo y si no quieres irte me importa poco, yo me iré.
Camine a la salida y vi a un chico mirando por una esquina.
—Deberías disimular mejor, te vi desde el espejo, lo bueno es que ella estaba de espaldas.
Me aleje por el pasillo, una clase de danza perdida no significa nada.

Aléjate de los clichesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora