#26 dia contra el cliche

290 32 4
                                    

Capítulo especial #Día internacional del beso
¿La gente a quien quiere engañar? ¡A mí que inventan estos días ridiculos y todo el mundo lo cree! Porque realmente pienso que esto no tiene sentido.
Acababa de llegar al instituto y lo primero que vi fue a varias, o bueno, MUCHAS parejitas besándose afuera de estas.
Aunque sería incorrecto llamar 'besar' en realidad parecía que que se estaban devorando uno a otro.
Admitamos esto, buscan una excusa para besarse en un día común y corriente.
Atravesé todas esas personas y al entrar al instituto ¡Estaba todo igual!
Miles de parejitas besándose e incluso ¡Estaba la profesora de psicología besándose con el profesor de Física!
Ignoré eso y corrí a mis clases, tratando de borrar esa horrible imagen de mi cerebro.
(...)
¡Todo el día! ¡Todo el maldito día estuve viendo un chorro de parejas besándose! ¡Manoseandose! Enserio que no lo soportaba.
Al llegar a casa al momento de llegar a la entrada, al frente vi como Ethan se atragantaba a una chica mientras la acorralaba a la pared, rodee los ojos.
—¡Vayanse a un motel, es un lugar público!
Solo vi a Ethan separarse un momento y mandarme una sonrisa socarrona antes de que me metiera en casa.
Estaba harta de novios, de besos ¡Del día del beso! Odiaba este día.
Escuche el ruido de mi celular y lo atendí sin mirar.
—¿Qué quieren?
—Tranquila Wortted, veo que la pasas mal.
—No estoy de humor Drew, ¿Qué quieres? ¿No deberías estar besándote con tu novia? Para eso sirve el día.
—Termine con ella, me engañaba con otro.
—Lo siento.
—Da igual, pensé que querrías salir hoy ya que odias a los chicos y odias todo lo que tenga que ver con relaciones y cliches, me imaginé que querrías despejarte un poco.
—Te veo a las 7, no llegues tarde.
(...)
Me había puesto un pantalón pesquero apretado y una blusa de manga color blanco, me solté el cabello y me maquille un poco, quería olvidarme de este horrible día.
Escuche el timbre y salí de mi habitación, caminando a través de la sala. Mis padres estaban mirando la televisión en la sala y al verme se miraron entre sí.
—Yo.... ¿No les molesta que salga o si?
—Para nada princesa pero esto no es normal, ¿A qué se debe?-preguntó papa curioso
—Solo... Me encontraré con un viejo amigo.
—Te quiero aquí antes de las 2-advirtió mama mirándome mal.
-Lo prometo mama.
—Y por favor ten el celular a la mano y llámanos cualquier cosa ¿Llevas el rociador de pimienta?
—Si papa lo llevo, los veré más tarde.
—¡Te amamos!-dijeron ambos.
Camine a la puerta y George estaba examinando a Drew de cerca, el vestía realmente bien con un pantalón apretado y una camisa azul ajustada, llevaba el cabello hacia arriba y tenía una linda sonrisa hacia Drew.
—No recordaba tu vida de princesa Amy.
—Solo vámonos.
Salimos rápidamente y lo seguí hacia su auto, un jeep plateado.
Me abrió la puerta con una sonrisita y yo simplemente entre.
—¿Lista para esto?
—No estamos haciendo nada fuera de lo normal solo arranca.
Río en voz baja y marchamos hacia la fiesta.
(...)
La fiesta de Drew a la que me había llevado era una casa enorme, con mucha gente alrededor bebiendo, bailando, charlando y haciendo miles de cosas más.
Nos adentramos y rápidamente Drew me arrastró a la cocina, donde un tipo repartía bebidas y Drew tomó 2, dándome una y sonriéndome.
—Brindemos porque este día no puede salir peor, Amy.
—Lo mismo digo.
(...)
Estaba perdida, Drew no estaba a mi lado y me había dejado jugando billar con unos chicos, aunque era buena en ello, no lo veía por ninguna parte, había ido a traerme una bebida y luego no lo vi más.
—Una más y ganas Finn, vamos.
Alentaron más a su amigo, pero era mi turno, me coloqué en posición y atine a tirar dos bolas, preparándome para la última y atinando al último intento.
—¿Decían?
Los chicos me pagaron mientras organizaban la siguiente partida, cuando sentí unas manos en mi cintura y unos labios en mi cuello.
Voltee y golpee a la persona detrás de mí, pero lo esquivo.
—Eso estuvo cerca.
Ethan me miraba con una sonrisa en su cara, mientras yo solo lo miraba mal.
—Aparta tus sucias manos de mi.
—Tranquila linda, sé que quieres que te de un beso en este día, para que no te sientas tan mal.
—Por dios, no me vaya a dar sida.
—Que graciosa, pero sé que lo deseas.
—Nunca ni en un millón de años.
—¿Porque? ¿Acaso nunca has besado a nadie? ¿No me digas que nunca has tenido novio?
—Eso no te incumbe en lo absoluto.
—Así que la nena nunca ha besado a nadie es eso, quien lo diría.
—¿Quieres comprobarlo?
El me miró sorprendido, pero luego apareció una sonrisa en su rostro.
Le sonreí y lo tome de la mano, apartándolo hasta llevarlo a una esquina de la habitación, él me miraba pícaro y yo solo lo acorrale, mientras el colocaba sus manos en mi cintura, me acerqué a su cuello y comencé a repartir besos en este, mientras el soltaba suspiros, subí mi pierna y comencé a acariciar con mi rodilla su entrepierna, soltó un pequeño gemido mientras bajaba mis manos hacia su abdomen, fue cuando él subió sus ojos para mirarme intensamente y cuando estaba a punto de besarme, le di una patada en su entrepierna y lo escuche soltar un grito de dolor.
—Te dije que no sabía besar.
Y me aleje a buscar a Drew.


Aléjate de los clichesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora