#47 día contra el cliché

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Después de acompañar a mama a sus compras, a mi teléfono de llego un mensaje de Lira. Desde el incidente en la estética, donde todos estábamos confundidos, solo jale a mama para irnos, mientras Ian y Lira seguían mirándonos extrañados, pensé que Lira ya no querría saber de mi.
<<Que dices, chica Wortted>>
Mire extrañada el teléfono ante la mención sobre mi.
<<Lira, honestamente pensé que ya nisiquiera me hablarías>>
<<¿Y cómo porque haría eso? No ha pasado nada como para que te deba dejar de hablar>>
<<Pues... Sobre el extraño encuentro del otro día en la estética>>
<<Ya me explicarás eso, solo quería preguntarte si querrías acompañarme esta noche, mi banda y yo tocaremos algo en un club de presentaciones en vivo>>
<<Me encantaría pero... Soy menor de edad>>
<<No te preocupes, ya arregle tu entrada, solo di tu nombre y te dejarán pasar, te veo ahí a las 8, en un rato te mando la direccion>>
No tenía idea de que Lira podría siquiera tener una banda, no se veía del tipo de chica con esas cosas.
Mama había aceptado encantada, solo que le había dicho que la cosa era en un café, y como estaba lo de la apuesta, obviamente me ayudó a vestirme.
Ya para las 7:30, decidí tomar un taxi directo a la dirección que me había mandado Lira, justo como dijo, al decir mi nombre mágicamente me dejaron pasar y me guiaron hacia una parte VIP, donde estaba cerca del escenario y ahí estaba Lira, hablando con un grupo de chicos mientras llevaba una margarita en la mano, fui hacia ella y le toque el hombro, fue cuando reparo en mi presencia y me saludo efusivamente.
—¡Amy! Has venido.
—No me lo perdería por nada.
—Mira, quiero presentarte a la banda, ella es Audrey, nuestra guitarrista.—señaló a una chica morena.—Ella es nuestra bajista, Aria.—Señaló a una chica pequeña, de cabellos castaños.—Y nuestra baterista, Tania.—Señaló a otra chica morena, idéntica a Audrey.—Y nuestra tecladista se perdió por ahí, pero vendrá en cualquier momento, oh mira, viene con Ian, ¡Sarah!.—Venía una chica pelirroja, riendo coquetamente con Ian, la mire alzando una ceja.
—¿Qué pasa, Lira?
—Ella es Amy, la chica que te comente el otro día.
—Ah, la hija de papi, lo recuerdo.—mencionó, haciendo una sonrisa socarrona, mirándome inferior, alce una ceja.
—Yo no dije nada de eso...—Reclamo Lira, como mirándola en forma de regaño.
—Esta bien Lira, no pasa nada.—La mire desafiante, justo como ella me estaba mirando a mi.
—Bueno...—Interrumpió Aria, la bajista.—Ya casi nos toca, deberíamos irnos preparando.
—Cierto, vamos chicas.
Comenzaron a caminar hacia el escenario, Sarah aún me miraba mal, luego volteó hacia Ian, interrumpiendolo mientras me miraba a mi.
—Ian, corazón, te veo después de la tocada.—Se acercó a Ian y le dio un beso muy cerca de los labios, viéndome a mi de reojo mientras lo hacía, rodee los ojos y simplemente me di media vuelta y camine hacia la barra, ignorando la escena que ocurría detrás de mí. ¿Quién se creía esa perra?
Me senté en la barra y el barman inmediatamente me pregunto qué querría, le dije que una simple agua y me la trajo casi al instante, después de darle el dinero se marchó a atender a más gente.
—Aún no entiendo lo que haces aquí.—comentó una voz detrás de mí, voltee e Ian me miraba fijamente.
—Lira me invitó a ver su presentación, no estoy aquí por otra cosa.
—Es como si lo hicieras intencional.
—¿El qué?
—Aparecer cada que pienso que ha sido de ti después de un tiempo.
—Bueno, será casualidad, porque yo no tengo nada que ver en eso.
—Ya lo creo.
Ambos nos quedamos en silencio, mirándonos el uno al otro, aprecie por un momento como vestía Ian, un pantalón negro algo ajustado y una camisa blanca ajustada a su cuerpo, remarcando su trabajado cuerpo de jugador de baloncesto, este chico sí que entrenaba.
Saque de mi cabeza aquella estupidez y abrí mi agua, concentrándome en beber de esta y mirar fijamente al escenario, a la espera de que empezara.
—¿Y porque el cambio?
Mire a Ian, alzando una ceja.
—¿A qué te refieres?.—pregunte, fingiendo hacerme la desentendida.
—No hagas como que no sabes, te hiciste un cambio en el cabello, vistes más atrevida, ¿Acaso lo haces a propósito?
Honestamente, no tenía idea de lo que estaba hablando.
—¿A qué te refieres?
—¿Enserio me estás preguntando eso? Amy, lamento haberme puesto así de histérico el otro día, pero no tienes porque torturarme con esto.
—Te prometo que no entiendo lo que dices, sé que...
—¡Qué tal, gente de Nueva Gersey!
Lira exclamó, al tiempo que toda la gente de ahí elevaba sus copas y gritaba al unísono, al parecer, las chicas ya eran realmente conocidas ahí.
—¡Esperemos que les guste nuestra nueva canción, ya saben quiénes somos, pero para los que no, somos The light away, espero les guste!
El club rompió en vítores, mientras comenzaba la batería, uniéndosele el bajo y la guitarra, el piano, hasta que Lira comenzó a cantar.
Tenía una voz hermosa, no lo dudo.
Ian me miraba fijamente, podía sentirlo, yo solo escuchaba atentamente la combinación de la música y la increíble voz de Lira.
La letra de la canción hablaba sobre uno de esos momentos en los que no sientes más que presión, que quieres desaparecer y dejarlo todo atrás, pero que en realidad lo que debes hacer es enfrentarlo todo.
Era un sonido fenomenal, todo iba bien, hasta que Ian se puso frente a mi.
Lo mire extrañada, hasta que puso una mano frente a mi, en una clara invitación a bailar.
La gente había comenzado a bailar en la pista, la canción era lenta pero lo suficientemente buena para mantener a la gente alegre, así que muchos estaban disfrutándola, ya sea en pareja o con amigos.
Mire a Ian con desconfianza, pero al final acepte y él me arrastró a la pista y comenzó a bailar conmigo, cabe decir que bailaba muy bien.
Estuvo frente a mi, bailando durante todo el tiempo en que las chicas tocaban, podía sentir una mirada potente desde el escenario y no debía de pensar mucho en quién era.
—¡Eso fue todo amigos, gracias por su gran apoyo, ya nos veremos a la próxima!.—exclamó Lira, todos aplaudieron mientras las chicas bajaban del escenario y ya comenzaban a colocar música normal.
—Gracias por bailar conmigo.
Desperté de mi ensueño, estaba abrasada a Ian, tenía mis manos en su cuello y las suyas en mi cintura, mientras tenía su cara enterrada en mi cuello.
—Podemos repetirlo cuando quieras.
Sentí a Ian reír en mi cuello y se separó para mirarme, pero también, detrás de él, se encontraba Sarah, mirándome mal en todos los sentidos, comenzó a acercarse hacia nosotros, dispuesta a interrumpir nuestro momento.
No sé de dónde saque las fuerzas, o en que estaba pensando, o si simplemente era Ian, quien me miraba de una forma tan dulce y su agarre tan fuerte en mi cintura que me hizo acercarme lentamente a él y pegar mis labios junto a los suyos.

Aléjate de los clichesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora