Blue eyes (omegaverse)

Cuatro

Harry soltó un suspiro largo al entrar por las grandes puertas café oscuro del palacio.

Los ojos de su padre eran verdes, muy verdes, casi como los de Harry, pero los de Harry tenían algo que los de su padre no, tenían calidez y ligeras manchas verde claro alrededor del iris. Mientras que los de Des eran oscuros y fríos. Nunca terminaría de entender la razón por la que su madre se había dejado marcar por un alfa como ese.

— ¿Dónde estabas?

La voz demandante se coló en los oídos del rizado. Su padre siempre tenía ganas de pelear, y Harry, como buen hijo, le daba el gusto.

— Ve a tu habitación, Li — Le ordenó a la niña, con una pequeña sonrisa tranquilizadora y un rizo cayendole por la frente.

La pequeña rubia asintió, yéndose con pequeños brinquitos y observando como su vestido rosa volaba con cada uno de ellos.

— ¿Dónde estabas? — El hombre volvió a preguntar, se estaba molestando, y eso a Harry le encantaba.

Giró sobre sus talones, para encararlo y observarlo sentado sobre el perfecto y gran trono de oro blanco.

— No te interesa

Des frunció el ceño molesto, con sus manos formó un puño.

— Tienes razón, no me interesa, pero ¿qué va a decir la gente cuando te vea paseando por ahí como cualquier otra persona? ¡Pronto serás el rey!

— No quiero ser el rey — Refunfuñó

El realmente no quería serlo si eso implicaba volverse tan idiota y materialista como era su padre, preferiría morir en la calle, pero siendo el mismo, mo un rey egocéntrico al que sólo le interesa el dinero y los joyas, pero no el bienestar de su pueblo.

— ¡No seas tonto!

— Tú no seas tonto — Replicó, acercándose más al trono donde su padre yacía

— ¡No me faltes el respeto! ¡Porque soy capaz de hacer cualquier cosa!

— Eres un idiota — Habló entre dientes

— Te lo adivierto Harry, soy capaz de hacer cualquier cosa — Repitió

Harry volvió a reír, esta vez sin una pizca de humor.

— ¿Vas a matarme? ¿Así como lo hiciste con mamá?

Des frunció el ceño

— ¡Yo no maté a tu madre!

Las lágrimas en los ojos del rizado, comenzaban a picar amenazando con salir en cualquier momento.

— ¡Si lo hiciste! ¡Tú eres el culpable!

— ¡Para ya de decir tonterías! — Des gritó, causando un gran eco en el lugar

— ¡La mataste para poder revolcarte a tus anchas con esa perra!

— ¡Laura no es una perra!

El alfa menor se encontraba llorando desconsoladamente, al recordar lo que su padre había hecho.

Harry estaba casi seguro de que Des había matado a su propia esposa con el fin de emparejarse con una joven y guapa omega cazafortunas, y Harry, aún sin tener las pruebas suficientes, sabía que el culpable de la dolorosa perdida había sido su padre.

— Solo esta contigo por tu dinero — Habló entre dientes — Ella no te quiere

— Me importa bastante poco si mi quiere o no, tiene unos grandes pechos y es excelente en la cama, cosa que la perra de tu madre no era.

— Eres una mierda de persona.

— ¿Y qué? Tengo dinero y un gran palacio ¿a quién le importa si soy una persona de mierda? ¡Soy el rey!

Harry se marchó, con las lágrimas acumuladas en sus ojos y una opresión en el pecho al recordar a su madre, y que había perdido la vida por una simple puta.