Lottie se alejó del hombre al que tanto asco le tenía, cubrió su desnudez con las mantas blancas y secó un par de lágrimas secas de su rostro. ¿Cómo fue tan tonta para caer en esto? ¿Porqué? ¿Qué había hecho para merecer tremendo castigo?
— Deja de chillar, Laura — El alfa murmuró con la voz cansada.
No, su nombre no era Laura, pero ese hombre se empeñaba en tenerla en su palacio, escondida de todos, como sh amante y llamarle "Laura". Su vida se había convertido en un total infierno desde que se dejó marcar, desde que había llegado a ese lugar lleno de joyas caras y lujos. Bien dicen que el dinero no llena el vacío que hay en el corazón ¿verdad?
— Mi nombre no es Laura — Susurró con la voz entrecortada
— No me interesa — El hombre le respondió casi al instante, y Lottie sintió la bilis subir a su garganta.
Ese hombre era lo que seguía de repulsivo.
— ¿Des? — Murmuró, ganando un pequeño "¿qué quieres?" por parte del hombre — ¿Cuándo me dejarás ir?
Lottie aún tenía la enorme esperanza de que ese hombre le dejara irse, ser libre y poder operarse para romper el lazo. Necesitaba ver a sus hermanos, abrazarlos y escuchar sus voces después de tanto tiempo. Todo era su culpa, por ser tan tonta de no tomar los supresores que su madre con tanto esfuerzo le compraba, y por ir a la escuela sabiendo que su celo estaba cerca, por tener sexo con un alfa cuarentón, y peor; dejar que este le marcara. Siempre había sido una omega soñadora, deseando encontrar al alfa perfecto, al principe azul, que le cuidara y le protegiera, que le dijera lo mucho que la quería y que tuvieran muchos cachorritos. Sin embargo, estaba marcada por un rey que había matado a su esposa para poder meterla a ella al palacio, con un hombre despreciable que le había cambiado el nombre con tal de que su familia no la encontrara. Extrañaba a Louis, a Felicite y a su madre, aunque sabía qur no tenía derecho alguno, porque ella había sido la estúpida que se había dejado marcar por alguien tan despreciable.
Quería llorar, y el ambiente estaba comenzando a apestar a omega triste, y los chillidos de llamado al alfa no tardarían en llegar.
— Nunca — Des acabó por susurrar. Giró su cabeza por encima de la almohada blanca y le sonrió con maldad. Una sonrisa asquerosa.
— ¿Porqué? — Susurró, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas, empañando su vista y viendo el rostro del hombre desfigurado — ¿Porqué?
— Porque eres mi omega ¿entiendes? Y los omegas hacen lo que su alfa ordene, y si digo que te tires de un puente, tu lo haces — Habló como si fuera un tema de conversación tan simple como el clima.
— ¿Porqué? — Volvió a preguntar — ¿Qué te hice?
— Con el simple hecho de tener mi mordida en el cuello puedo hacer lo que quiera contigo, no tengo que darte explicaciones. No voy a romper el lazo, si es lo que quieres, no si eres joven y guapa.
— ¡Te odio! — Vociferó — ¡Te odio, te odio!
El lugar estaba comenzando a apestar a alfa enojado y omega triste. Des apretó los dientes, casi haciéndolos rechinar. Se paró de la cama, quedando al costado del lado contrario de donde la rubia estaba.
— ¿Qué dijiste? — Preguntó rodeando la cama, para acercarse al pequeño cuerpo de la muchacha y tomarla de los cabellos rubios para que pudiera mirarle. El rimel corrido llegando hasta su barbilla y el cabello revuelto le daban un aspecto horrible y desastroso, cayendo en descuidado.
— Eres un hijo de puta — Murmuró.
— Repite eso, estúpida, repitelo, anda, a ver como te va — Jaló su cabello aún más, y con su mano sobrante encajó sus uñas en el cuello de la chica, provocando un agudo chillido.
— ¡Que eres un hijo de puta! — Le gritó, ganando una fuerte cachetada en la mejilla izquierda. Aún jalandola fuertemente de su cabello, la levantó de la cama tirandola al piso con un ruido sordo. La omega soltó un pequeño quejido, que hizo a Des sonreír con maldad.
— ¿Soy un hijo de puta? — Pateó una de sus costillas, causando que el cuerpo en ropa interior de la muchacha se retorciera.
— ¡Para! ¡Para!
— ¿Te duele, perra? — Se inclinó para dejar un doloroso golpe en su ojo izquierdo.
Lottie aprovechó ese momento para arañar la cara del alfa con sus largas uñas, grave error, Charlotte.
— ¡Voy a hacer que recuerdes mi nombre, estúpida!
Recibió cada uno de los golpes, porque se lo merecía, porque se lo había buscado, porque había desepcionado a Louis, porque siempre fue menos de lo que esperaban.
Ella fue la culpable de dejarse marcar por un alfa sucio y cobarde, que le hacía pasar su celo sola, porque según el se veía como una outa necesitada. Ella era la culpable de todo lo que staba pasandole.
Pensó en Louis, en sus ojos azules llenos de lágrimas al ver que se llevaban a su hermanita, su bebé, pensó en su madre, que se había hechado al piso a llorar, y pensó en Felicite, que se había aferrado a sus piernas llorando sin control alguno.
Recibió el último golpe sin expresión alguna, con la mirada perdida y el labio partido.
— España no tiene idea de la clase de gobernante que tiene — Le murmuró
— ¡Cállate! — Le gritó antes de irse dando un fuerte portazo.
Quería volver a ver a su hermanito, lo deseaba más que a nada, quería abrazarlo y decirlo lo mucho que lo ama. Una pequeña esperanza se había encendido dentro de ella al sabernque se había mudado a España. ¿Qué como lo supo? Simple, en las noticias vio que estaba saliendo con Harry... ¡Harry!
Harry la odiaba, no sabía porque, ella solo se sentaba en las piernas de Des t eataba en silencio. Ese era su trabajo como omega marcada, obedecer, y ya. Debía hablar con el para poder ver a su hermanito, debía hacerlo. La esperanza creció dentro de su pecho, haciendole sonreír con un hilo de aangre recorriendo su nariz. Con todo el esfuerzo del mundo se arrastró a la cama. Hablaría con el en cuanto pudiera caminar, porque dudaba que el chico quisiera ir a su habitación. Le tenía repulsión sin razón alguna.

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Blue eyes (omegaverse)
Aléatoire"No puedo poner el mundo entero a tus pies, Louis, pero puedo poner a tu merced España entera cuando desees" Portada por xstylesgirl93x :)