Blue eyes (omegaverse)

Dieciocho

Olfateó el cabello del omega una vez más. Le encantaba la manera dulce en la que lo dejaba encantado, todo Louis lo tenía encantado desde que puso su vista sobre sus ojos azules.

— Debo irme — Le dijo con la voz ronca y somnolienta. Debía, más no quería irse, estaba demasiado cómodo con sus brazos alrededor de la suave curva de la cintura de Louis y su nariz respirando pausadamente sobre su cabeza.

— ¿Debes o quieres? — Cuestionó. Harry se rió detrás de su oreja.

— Debo, ¿por qué querría irme del lado del omega más bonito?

— No me hagas sonrojar — Murmuró el menor. Harry quiso voltear su pequeño cuerpo y poder admirar sus preciosas mejillas rojas, sin embargo, sabía que su omega estaba enfermo, y no quería lastimarle.

— Luces precioso.

— Ni siquiera me estás viendo, mentiroso.

— Tu siempre luces precioso, omega — Le besó detrás de la oreja y olfateó su cabello una vez más.

Louis sintió su corazón comenzar a latir cada vez con más fuerza. Soltó un suspiro fuerte y sonrió.

Se negó a sí mismo responder, porque sabía que si hablaba iba a comenzar a soltar silabas incompletas, quedando como un tonto. El no quería eso, claro que no.

— Debo irme, bebé — Le repitió Harry.

Claro que no quería irse, quería que su omega le dijera que se quedara, con su voz temblorosa y sus ojitos mirandolo con súplica. Quería que Louis le rogara por un rato más con el, aunque todos acá sabemos que Louis no necesita rogar mucho, porque Harry va a ceder a la primera como el alfa dominado que es.

— No — Soltó un algo que se escuchó más como un grasnido, con su voz distorsionada por la infección en su garganta — ¿Puedes quedarte un poco más, por favor?

Harry sonrió. Justo lo que necesitaba para quedarse acurrucado junto a su omega de tierna sonrisa.

— Está bien — Le besó la sien con los ojos cerrados — Lo que mi omega pida.

— Gracias — Besó su pecho — Eres el mejor alfa.

Harry sonrió. Amaba escucharlo decir esto, era como un regalo de dios.

— Y tu el mejor omega — Murmuró de vuelta sonriendo como todo un idiota. El chico le tenía comiendo de su mano, y no se quejaba.

— ¿Eso crees? — La ilusión en su voz se hizo notar en seguida, haciendo a Harry soltar una pequeña risita juguetona.

— Por supuesto que eso creo, bebé.

Louis sonrió sintiendo a su omega chillar emocionado, quería gritar, al final solo consiguió un intenso sonrojo en sus mejillas.

— Hermoso — Le dijo besandole la mejilla, con los ojos cerrados y sintiendose el alfa más afortunado de toda Europa. Por supuesto que lo era.

— Que vergonzoso — Murmuró con las mejillas aún encendidas.

Harry sonrió abrazandolo más contra su pecho, haciendo que su mejilla quedara contra la suave tela de su camiseta.

— ¿Porqué? — Le preguntó sin realmente saber que decir. Estaba luchando consigo mismo para no comenzar a halagarlo cada cinco minutos y no ofuscar al pobre omega.

— ¿Tu celo está cerca? — El omega preguntó olfateando el cuello del más grande.

— No ¿Porqué? — Su celo acababa de pasar hacía apenas dos meses, no podía estar cerca.