Capítulo 3.

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Jorge:

Después de una charla con Lodo y una con esa extraña chica me dirigí a la fiesta. El trabajo que me adquirieron no es muy difícil, pero lo raro fue que a la persona la querían viva sin ningún rasguño. Me sorprendió cuando Diego me dio las indicaciones eran muy especificas y provenía de alguien que debe de estar loco por la persona.

Tenía unas inmensas ganas de ir a ver a Lodo o mejor ir a ver a la chica pelirroja, lo pensé varias veces y me decidí en ir a verlas.

Tini:

-Jake-dije entrando al lugar donde Mark entrenaba boxeo,

-Espera ¿Es Alejandra?-dijo feliz, en algún momento el sintió atracción por mí, una de las razones por las que Mark dejó de venir.-¿ Que sucedió con tu hermoso cabello?

-Aun lo conservo-dije seca- Necesito tu ayuda.

-¿Que necesitas?- se acerco a mí.

-Jake necesito aprender defensa personal-dije retrocediendo.

-¿Sabes? Si alguien te esta molestando yo puedo...

-Jake necesito aprender no necesito tu ayuda gracias -me cruce de brazos.

-Eres muy hermosa -dijo examinándome-. Bien te ayudaré.

-Gracias-dije aliviada.

Jorge:

-¿Y tu extraña amiga?-pregunte después de hablar un poco con ella.

-Salió-suspiro- Y no es extraña.

-Si tu lo dices-no dejaba de mirar la puerta y así verla unos segundos. No sabia que me pasaba pero quería verla.

-Hey-dijo Lodo llamando mi atención -¿Como vas con eso de que ya no tienes negocios?

-Bueno yo...-dije rascando mi nuca, no sabía si decirle.

-Jorge espero no hayas vuelto a eso-me miro severamente.

-No, no, no-reí nerviosamente - Ya no estoy en eso-mentí.

Tini:

Luego de estar 2 horas de entrenamiento estoy cansada. Jake se ofreció en ir a dejarme y acepté, tal vez no debería confiar en nadie, pero creo que estoy cansada como para regresar caminando.

Cuando llegamos el quiso dejarme en la puerta de la casa de Lodo. Cuando me despedí de él, inesperadamente me besó sabía que el tenía cierta atracción por mi pero no podía corresponderle, me separe de él y la puerta se abrió.

-Adiós Jake-dije sonando como si no paso nada, por dentro moría de vergüenza.

-Nos vemos el miércoles -dijo y solo asentí y al girarme encuentro a Jorge y Lodo, el chico tenia tensa la mandíbula y Lodo me miraba confundida y yo le guiñe el ojo, antes para nosotras significaba "Todo esta bien"- ¿Permiso?-digo arqueando una ceja.

Lodo se mueve mientras que Jorge no, ignore eso y camine hacia la cocina. Tenía unas inmensas ganas de llamar a Rugge y saber sobre ellos pero me abstuve a la idea, recuerdo que antes para relajarme cocinaba, busque algunos ingredientes para hacer algo pero Lodo no tenía nada, esto es frustrante.

-¿Buscas algo?-pregunto una voz masculina.

-Si, algo así -respondí viendo que había en el refrigerador.

-¿Puedo hacerte una pregunta? -no lo miré.

-Eso fue una pregunta-dije cerrando el refrigerador -Adelante.

-¿El era tu novio?-la palabra "novio" dolía pero no quería que me viera llorar en ese momento.

-No-dije seca.

Desvíe mi mirada buscando algo que comer y ahí estaba: Nutella. Tenía hambre no es necesario cocinar, solo comeré mi Nutella o la de Lodo pero me la comeré sola.

-No creo que sea buena idea-dijo sacándome de mis pensamientos- Tomar la Nutella de Lodo es como quitarle la comida a un tigre.

-Tomaré el riesgo-dije acercándome para tomarla- Me gusta el riesgo.

***

Me encontraba en el sofá y me termine toda la Nutella, estoy apunto de quedarme dormida y eso hice.

-Esta bien regresaré contigo-le dije a Mark al verlo en la camilla y me beso tiernamente otras veces lo hace ferozmente, quisiera que el tierno Mark estuviera siempre.

-Te amo-dijo tocando mi mejilla.

-Yo a ti Mark-sonreí muy pocas veces me mostraba su afecto.

-Disculpe señorita tiene que salir, la hora de visitas termino -dijo una enfermera entrando a la habitación.

Salí de allí y Rugge se encontraba sentado en la sala de espera al mirarme se dirigió rápido hacia mi.

-¿Nos vamos?-pregunto mi amigo.

-No, me iré con él -dije señalando la habitación de Mark.

-¡Martina te esta manipulando!-Alzó la voz.

-Rugge por favor no quiero pelear- lo abracé- Te necesito-susurré en sollozo, sabía que sería difícil para mí.

-Espero no vuelva a pasar nada-dijo frotando mi espalda.

Me desperté y mire a todos lados y Jorge estaba dormido en el sofá reclinable, y recordar aquel momento me puso nostálgica, quería llorar y mucho, no lo había recordado hace dos meses y con todo lo que sucedió el no salé de mi mente por qué gracias a él quieren asesinarme.

Llevé mis manos hacía mi rostro y comencé a sollozar, esto era muy difícil para mí. Unos brazos me rodearon, sin saber quien era le correspindí el abrazo eso era lo que necesitaba y mucho. El perfume masculino llego a mis fosas nasales, estaba abrazando a Jorge y saber que me estaba relajando mis sollozos lo abrace un poco mas con fuerza se sentía bien que el me rodeara con sus formados brazos.

Amor Con Riesgo | JORTINI |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora