Capítulo 37. FINAL.

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Tini:

La Felicidad llenaba mi cuerpo, estaba demasiado feliz. Jorge consiguió trabajo en la empresa de mi padrastro, claro con un poco de mi ayuda. Las cosas han transcurrido bien, todo estaba yendo demasiado para ser real.

Jenny esta siendo ayudada psicológicamente, y me pidió disculpas por lo sucedido. Ahora se encuentra interna, pues ella creyó que era lo mejor. Una vez a la semana llegaba una carta de ella diciendo que ha estado mejorando y que nos extraña.

Lodovica está condenada a cinco años de cárcel por intento de homicidio, se veía arrepentida el día que fui a visitarla. Jorge me dijo que soy demasiado buena y que ella no lo estaba arrepentida, pero le parecía tierno que yo fuese así.

Ruggero se casó, lloré ese día fue una linda boda. Estaba feliz por él y por Candelaria los dos se veían muy enamorados, era lindo verlo feliz. Ahora estaban de Luna de Miel en México. Conociendo las playas famosas que algún día yo conoceré.

Francisco y yo enfrentamos a mi madre, descubrí que mi padre murió y no lo llegué a conocer, sólo tengo una foto de él sonriendo. Francisco perdonó a mi mamá por haberlo abandonado, estaba un poco decepcionada ya que mi madre se mostró recia a recibir su perdón. Aún así la relación con mi hermano iba mejorando incluso los días domingos era el día de hermanos Stoessel. Era gracioso lo que hacíamos esos días pero estaba feliz.

Jorge... Bueno me hace inmensamente feliz, me entregué a él en cuerpo y alma. Dentro de poco nos vamos a casar, y tendremos un nuevo miembro en nuestro pequeño circulo. Mis marcas por fin se fueron, estoy como nueva.

—¿En que piensas amor?—Jorge colocó sus manos en mi vientre y besó mi cuello.

—En el nuevo pequeño, en ti, en mí. Lo feliz que soy a tu lado—confesé cerrando mis ojos.

—Valió la pena correr el riesgo ¿no?—me giró para verle a los ojos.

—Contigo todo lo valió —rodeé su cuello con mis brazos —, mi premio por correrlo fue tenerte a ti.

—Joder, Martina tengo solo media hora para ir a trabajar y comenzaré algo que tal vez no terminé —besó mis labios castamente.

—¿Quieres correr el riego?—lo miré divertida.

—Sólo si es a tu lado—buscó mis labios con lujuria, sus manos subiendo por mi espalda.

—Te amo—dije entre besos.

—Yo desde el primer día en que te vi—camino hacia la cama —, algo creció en mí. Sabiendo que—me acomodó en el colchón — sería peligroso pero no me importo, al pasar los días me di cuenta que Te amaba. No me gustabas, yo te amé como un loco.

Le tomé el cabello acercándolo a mí, y le respondí a sus palabras con un beso. Entregando sentimientos que jamás se los entregue a Mark, todo con Jorge era diferente. No era sólo deseo como Mark sentía solo eso hacía mí, entre Jorge y yo había Amor y eso era lo mas importante. Que todo lo sucedido fue por amor.

[…]

—Ya llegué —oí la voz de mi prometido en la entrada.

—¡Estoy en la cocina!—estaba comiendo un poco de pastel de chocolate que había hecho.

—Huele delicioso—dijo entrenado a la cocina— ¿Me compartirás del pastel?

—No—dije como una niña de cinco años.

—Vamos, comparte—se acercó un poco—además te das cuenta que te lo estas comiendo todo en la bandeja y no en un plato—bueno, con “un poco de pastel” me refería a que me faltaba poco para terminar.

—Esta bien—dije empujando la bandeja con resignación— me caes mal—hice un puchero.

—Tu me caes mal, pensé que harías aquellos fideos... Deliciosos—comenzó a comer.

—Lo que sucede es qué mi bebe tenía hambre —señalé al pequeño o pequeña.

—Cocinaré yo mi comida...

—¡No!—grité—Esta bien haré tus adorados fideos, pero solo porqué crearás un incendio aquí.

—No soy tan malo—replicó acabando con MI pastel.

—Quemaste el agua—bromeé, cuando quiso hacerme el desayuno se le quemaron los huevos. Y ahora lo molesto con qué podría quemar hasta el agua.

—Sabes, tengo hambre. Y no necesariamente de comida—lo escuché acercarse.

—¿Y eso? —pregunté inocente.

—Con esos Shorts no me dan ganas de comer—dijo.

—Hoy estuve pensando en cómo podría contarle los sucesos a mi bebe cuando nazca—le comente ignorando su comentario.

—¿Como llamarías nuestra historia? —preguntó.

—Riesgoso amor, dificultad al amarte, o...

—Amor con Riesgo—agregó.

—¿Como sabias qué diría eso?—pregunté.

—No lo sabia, solo salió—dijo con ilusión.

—Eres el mejor amor con riesgo ¿eh?—lo golpee tiernamente en el hombro.

—Tú fuiste el mió —beso mis labios castamente —, espero a nuestro bebe le guste la historia. Sólo que omitiremos las partes no aptas para su edad—dijo con picardía.

—Uhm... Obvio —y lo besé.

Sellando nuestra pequeña historia, el nuevo cuento basado en la vida real entre nosotros. Nuestro... Amor con Riesgo.

Amor Con Riesgo | JORTINI |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora