Ni En Un Millón de Años

Capítulo 1. Odiada Escuela

Hay dos palabras que puedo decir que causa un increíble efecto en mi "Verano Terminado". Y otra que no es nada agradable "La Escuela ", lo sé, lo sé, quién no.

Pero hablo enserio, porqué el verano tiene que ser tan corto.
Yo odio la escuela por simples razones:
1. Debo pararme temprano.
2. Escuchar la monótona voz chillona de la subdirectora.
3. Soportar las divas y su narcisismo incontrolable.

Sí, creo que allí está perfectamente resumido mis motivos.

Pero aquí estoy, tirada en mi cama, fingiendo pleno lunes por la mañana estar dormida. Todo con tal que mi madre piense que estoy enferma, para así no ir a mi primer día de clases.
Si lo logro, podré escaparme con mis tres amigas, cuando mamá vaya a su trabajo.
Oh! Por cierto, sus nombres son: Elisa, Judit y Teresa.

Mis amigas y yo hemos planificado toda la noche por mensajes de texto, que iríamos al Centro Comercial el primer día de escuela y luego estaríamos en las tiendas más caras, medirnos cantidades de prendas y luego decir a los vendedores que no son de nuestro gusto.
La verdad, es muy divertido ver los rostros de los vendedores ir de una esquina a otra, para buscar la prenda de nuestro "Gusto".
Era una tradición que hacíamos desde hace tres años.

Elisa: ¿Ya lograron despistar a sus padres?
Teresa: Sí, todo marchó tal y como planeamos. Mis padres creyeron lo de mis supuestos cólicos. :D
Teresa: Susan, ¿lo lograste?

Estaba a punto de contestar, cuando de pronto escuché unos pasos directos a mi habitación.
Ohh noooo!!! Mi madre entrará y me verá despierta y no será nada agradable sus riñas.

Apagué mi móvil, lo tiré en mi mesita de noche y coloqué mis sábanas hasta mi coronilla. Todo a tiempo récord.

- Susan cariño, ¿estas ya despertaste? - Dijo al abrir la puerta rápido, pero silenciosa a la vez.

No contesté, ya que se suponía que estaba dormida y enferma.
WAO! Soy buena actora, creo que Hollywood debería contratarme.

- Si crees que no irás tu primer día de clases, estas muy equivocada. -Dijo con voz, a casi octavas -No me engañas, sé lo que estas haciendo. Fingir para quedarte durmiendo. - agregó.

Hice un gesto de recién levantada, estiré mis brazos y poco a poco mi vista fue enfocando su severo rostro.
No es que mi mamá sea de esas mamás enojonas, todo lo contrario.
Pero cuando se trataba de escuela, ha decir verdad se lo tomaba muy enserio. Para ella la educación era algo fundamental de todo joven.

Y entonces aclaré mi garganta para decir:
- Hmm mamá, son las 7:00 de la mañana por Dios, claro que iré al colegio pero no hoy, sino mañana.

Entonces dijo lo que me temí.

- Tienes diez minutos para alistarse, yo misma te llevaré - .dijo un poco más calmada. Buena señal.... eso creo.

- Mamá pero.... -Me interrumpió tan rápido, que mis palabras quedaron en el aire.

- Susan, sabes que soy amiga del Director de tu colegio, sino te ve, preguntará o incluso me llamará.

- Puedes apagar tu móvil-Continué con una expresión de irritación, es tu teléfono fin a cabo.

Al decir aquello me miró a regañadientes, me arrepentí de lo que había dicho.

Salió sin decir más.
Agarré mi móvil para escribirles a mis amigas.

Yo: Misión no cumplida, mi mamá me llevará a clases hoy. :'(
Teresa: Queééé!!!
Elisa: Convénsela
Judith: Yo tampoco pude.
Yo: Háganse un favor chicas, en mi ausencia prueben la mayor cantidad de ropa.

Al enviar mi último mensaje reí a carcajadas, porque sé que se tomarían muy enserio lo de las tiendas.
Al menos ellas disfrutarán su último día de vacaciones.

Ohhh Rayos!! Ya han pasado cuatro minutos.

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Bien y aquí estoy, caminando a lo que se supone que debo estar entusiasmada a ir, La Escuela.
El o la persona que dijo que LA ESCUELA es nuestro segundo hogar, estuvo gravemente ebrio o drogado. Apuesto a mis viernes de chocolate en barra, que así fue.

Caminando en los pasillos, pude ver unos cuantos estudiantes saludando entre ellos, otros comentando que este año escolar si estudiarán, -Ha sí claro, eso ni yo misma lo creo-Pero sonaban tan convencidos.

- Hey! Susana-Escuché una voz varonil un poco agitada. ¿A caso estaba corriendo? ¿Era conmigo?

Mi cuerpo hizo un giro de ciento ochenta grados, en busca de aquella voz familiar. Era Robert.
- Rob, sabes que no es necesario decir mi nombre completo. Tu eres como mi familia, puedes llamarme sólo Susan.

Siempre consideré que, decir mí nombre completo era formal, por ello le pedía a mis amigos que lo acortaran.

-Como digas. ¿Qué hiciste en los últimos días de verano?-Dijo un poco burlón, y aquí viene otra vez.

- Nada fuera de lo normal -Dije cada palabra lentamente, como si quisiera llegar a decir monosílabos de ellas.

-¿Segura que no fue como el verano pasado que escapaste con tus amigas por casi una semana?-Agregó en un tono burlón y alzando su ceja derecha.

-Yo no me escapé, mi mamá no leyó mi carta. -Achique mis ojos directamente a su rostro burlón.

Iba a decir algo más pero el timbre sonó.

Veinte minutos después me encontraba en la clase de biología.

-Por favor que suene rápido ese timbre- Susurraba para mí. La clase de biología no me iba mal, la profesora enseñaba bien, sólo que nunca me agradó estudiar un capítulo que contenga 30 páginas. Y eso sólo era para una sola prueba.

-Pss..... pss- Alguien susurra detrás de mi, debe ser Judith

Quería contestarle pero con aquella docente tenía una pequeña fama de hablar en clases. Sólo pequeña. Disimuladamente agarré mi bolígrafo y fingí estar tomando apunte de lo que mencionaba, mientras giraba mi cabeza un poco, para así no ser sorprendida.

- Judith, ¿qué quieres? -Mi voz fue de lo más bajo. Aunque sé que ella escuchó.

- Quiero ir después de clases a la heladería-susurró más para ella que a mi, pero logré escucharle.

-No me lo pudiste decir después -Mi tono de voz se alzó. Oh no, lo dije alto. Upss!

Es todo por hoy.
Espero que sea de su agrado❤❤
Hay faltas ortográficas, lo sé. Aunque al final de la historia tendré que corregir.