Capítulo 23

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John

El día estaba muy caluroso más que días anteriores. Cuando le pregunté a Elisa porqué esta semejante calor me dijo que era por el invierno. Es algo muy confuso, ya que tengo una perspectiva distinta del invierno, nieve, mucho frio, ya saben. Aunque a veces es soportable, pero es agradable.

Uno que otros días mis padres me llaman, por separado obviamente. Cuando les pregunto que cómo va lo del divorcio, solo evaden el tema con la excusa de no querer afectarme. Aunque desde mi punto de vista ya no me afecta como antes. En un principio estuve muy molesto con ellos por querer que me fuera del país, con la excusa de conocer otras culturas, conocer otro idioma, etc. Aunque era algo ilógico ya que ya sabía hablar el español por mi madre.
Pero al menos trato de acoplarme pese a todo lo que estoy viviendo. No es tan malo del todo, conocí rápido a mis compañeros de clase. En eso nunca tuve problemas, en cuanto a ser social o extrovertido. Aunque creo que también corrí la suerte de ser aceptado y no ser el chico raro que es de otro país. Y lo no menos importante, conocí a Susan. Sí, creo que eso sin duda a sido lo mejor de todo.

Aunque debo admitir que al principio tenía un carácter muy hostil hacia mí. Pero luego todo fue cambiando poco a poco...

—Hey, iras a la fiesta de Ashley? —preguntó Marcus sacándome de mis pensamientos.

Este era el segundo día que nos reuníamos en su casa, tenemos que hacer un proyecto que sea a favor del ambiente. Siempre me han gustado esos temas, asique cuando oí que se trataba de ello, miles de ideas vinieron a mi cabeza.

—Por Dios, Marcus. Estamos armando esta maqueta que debe quedar perfecta, y tu estás hablando de fiestas. —Reí cuando vi enojarse a Teresa.

Ella es muy meticulosa y perfeccionista en lo que hace. O al menos estos pocos meses que la conozco, la he visto de esta manera.

—Mejor toma los pequeños carteles e incrústalos en ella. —continuó entre regañadientes la rubia.

—Entonces amigo, ¿irás? No, mejor dicho. Tiene que ir. Habrán chicas ardientes, siempre las hay. Y estará Alison, la que es un grado menor, pero tiene un trasero como caído del paraíso.

—Bueno yo...

—Hey, Marcus! No se si haz notado que hay dos chicas frente a ti —hizo un ademán con sus manos, señalándose a si misma y luego a mi otra compañera. Que por cierto no sé su nombre porque no ha dicho palabra alguna desde que llegamos. —¿Acaso no te da vergüenza? Por todos los Dioses, tienes novia. Tarado.

Escuché como la otra chica se le escapó una risita por lo bajito. Y yo sólo ladeaba la cabeza.

—Okay, paren antes que esto se vuelta la Masacre de Texas. Y, no sé si ir. Tengo planeado una salida. —y era cierto, quiero salir con Susan. Aunque todavía no está tan planeado del todo. Quiero que esta vez sea más especial nuestra cita. Que sea distinto a lo que yo haya hecho otras veces.

—Hermano, se trata de Alison. Ese día pueda que corras la suerte de ligarte con ella y que diga que sí. Porque créeme que sé que te dirá el sí.

—Saben que, mejor voy por unos refrescos. ¿Quieres uno? —Se levantó de la silla y quedó justo frente a nosotros.

—Con la calor que hace, claro. —respondió Marcus con fatiga.

Aunque creo que la pregunta fue más para mi que para él.

—Le preguntaba a John, no a ti.

Punto para mí. Cero para Marcus.

—Sí, por favor. —ahora era yo quien hacía un gesto de fatiga por la calor.

Marcus se quedó con la boca abierta por ver la supuesta injusticia de la vida. Palmeo su hombro y esbozo una risa burlona.

Ni En Un Millón de AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora