Capítulo 3 Todo tiene sentido

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La tarde de ayer fue muy extraña tanto para Judith como para mí. Luego de irnos hacía nuestras respectivas casas, Judith y yo intentamos contactarnos con Elisa y Teresa, por medio de nuestro grupo en Whatssap.
Pero ninguna de las dos contestaba, sólo estaba en línea Teresa.

Me encuentro sumergida en mis pensamientos, a pesar qué estoy en la clase de orientación. Por cierto, es la mejor clase que puede existir.

Y además, es la última.

No es para nada aburrida como biología, ya que en esta te enseñan cómo desenvolverte como persona. También habla que debes trazar metas a futuro, y cosas así.

Somos alrededor de 36 estudiantes. Nuestra clase se divide por letras A, B, C, D, F, al igual que en todos los grados.
En la clase A están los mejores estudiantes del grado, luego sigue la clase B y así sucesivamente.

En mi clase sólo estaban dos de mis tres amigas, Judith y Teresa.
Elisa estaba en la clase C. Debido a que el año escolar pasado había reprobado dos materias, historia y matemáticas.

La profesora Elisabeth, es quién dicta la clase de orientación. Es un poco pequeña, de avanzada edad, en su cabello tintado de rubio cenizo sobresalen algunas canas de color plateado.

Ella es genial, a pesar de su edad sabe familiarizarse muy bien en temas de adolescentes, problemas (incluyendo los de las parejitas que terminan y creen su mundo se ha demoronado por completo), en conclusión es buena en su trabajo.

—Jóvenes antes de dar por terminada la clase quiero proponerles algo. —alzó su voz y me sacó por completo de mis pensamientos.

Susan volviendo a tierra.

—Sé que aún es el segundo día de clases pero, deben tener en cuenta que los días pasarán volando y cuando menos los esperan, irán a graduarse. —Caminó hacía al frente del pupitre, buscando la atención de todos. —Por tanto tienen que pensar qué ideas tienen para su baile de graduación y qué actividades realizarán para recoger fondos.

—Profe, no hay que pensarlo tanto falta casi todo un año. —intervino Kevin con bastante irritación en su voz.

Kevin es mi compañero de la clase B.
Es de cara redonda, tez morena, de cabello oscuro como la noche. Y aunque su carita sea como un chico angel, no lo es créanme. Ni una sola pizca. Es un loco de la música electrónica, por lo que tengo entendido es Dj en una disco. Sin mencionar que es conocido en la escuela por realizar las mejores fiestas en el área, que el mismo organiza.

—Sí Kevin. Pero, chicos sólo piénsenlo. La subdirectora y yo tuvimos una conversación junto con Luis. —Al parecer se cansó un poco en estar parada. Agarró una silla, aunque no abandonó el mismo sitio en que estaba. —Y decidimos que dos estudiantes de su grado organizarán el baile de graduación.

Eso suena bien.

—Por lo tanto tienen una semana para idear posibles opciones. Recuerden, sólo una semana.

¿Porqué tan pronto?

—¿Solo una semana? —chilló en protesta Teresa, quitando su mano de su mechón marrón. —Es muy poco tiempo para poner a mi cerebro a pensar.

¡Exacto!

Teresa por lo visto le tomó por sorpresa. Ella siempre habla de cómo sería el baile de graduación.

—Sí Teresa, además si hay tiempo. Sólo deben abrir un poco sus mentes. ¿O a caso quieren terminar como la desastrosa promoción de año pasado?

N-O
¡No! Por supuesto que no. Por lo que escuché, los graduados del año que pasó, no salió para nada bien. Y todo por organizar a última semana. Todos los grados llegaron hablar de ese penoso baile de graduación. Tomás, un amigo de aquella promoción me pidió ser su compañera de baile. Y aquel baile estuvo más aburrido que un lunes de escuela.

Ni En Un Millón de AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora