Derritiendo un corazón de hielo

~Cap22~ Miedo, amor y una amenaza

~Caleb's POV~

Estaba en un auto, manejando hacía un rumbo fijo, pero no sabia cual era. De pronto, llegue a una casa de dos pisos color azul y con un hermoso jardín de tulipanes. Baje del auto y me acerque hasta la entrada, del otro lado de la puerta se podían oír las risas de niños. Abrí la puerta y camine hacia la sala de la casa, ahí se encontraban cuatro personas, una chica de unos 15 años, un chico de unos 18 años y dos pequeños de no mas de 4 años.

No fue hasta que me acerque a ellos que me di cuenta de algo...

La chica tenia cabello largo color castaño claro y ojos azul claro como el cielo, el chico tenia el cabello blanco y ojos purpura, mientras que los dos pequeños tenían el cabello purpura y los ojos grises.

-¡¡Llegaste!!.-Gritaron los cuatro chicos, corriendo para abrazarme. Mientras me abrazaban, me pude fijar en un espejo cercano lo mayor que me veía.

Estaba mas alto, con unas pocas de canas en mi cabello, arrugas en mi cara y con barba y bigote.

¿Estaba soñando? ¿Acaso estos chicos son mis hijos? Puede ser ya que estos niños se parecen a mi y a... ¡Alaska!.

-Chicos... Lo van a asfixiar.-Comento una voz alegre. Al voltear, fije mi vista en la que parecía ser la madre de los niños. Ahí estaba ella, con su cabello blanco un poco plateado por la edad hecho un hermoso moño en su cabeza, sus ojos seguían siendo igual de encantadores como la primera vez que los vi, su cara solo con unas pocas arrugas y vestida elegantemente con un vestido negro.

-Mamá... Creo que el tío Caleb esta babeando.-Dijo uno de los niños riendo.

Esperen... ¿''Tío Caleb''?.

-¿Lista para irnos, amor?.-Preguntó una voz que hace tiempo no escuchaba.-No queremos llegar tarde a la cena con tu padre.-Mis sospechas fueron confirmadas cuando vi a James Miller salir de la nada. Él muy maldito tomó a Alaska de la cintura y le plantó un beso en los labios, ella en respuesta sonrió, correspondiéndole.

-¡Que asco!.-Exclamó uno de los pequeños, pero al voltear mi vista a los que hasta ahora pensaba que eran mis hijos, estos habían cambiado. Todos los niños tenían el cabello rubio y unos brillantes ojos verdes esmeralda.

-¡Oh, Caleb!.-James exclamó con una sorpresa fingida.-Disculpa, no te vi ahí.-Dijo mostrando una sonrisa cínica.-Gracias por cuidar a nuestros hijos esta noche, es una lastima que Noel siga guardándote rencor por lastimar a su pequeña hija.-Voltee mi mirada hacía Alaska, que parecía mirarme con una pizca de odio y rencor.

No... ¡No, esto no puede estar pasando! ¡Esto es una pesadilla!

-Te espero en el auto, mi amor.-Alaska besó otra vez a James.-Adiós, Caleb.-Espetó, saliendo de la casa.

Los niños se fueron y James se acerco a mi susurrando:-Te dije que la habías perdido.-Y se fue cerrando la puerta, dejándome con los dos mas pequeños que se colgaron de mis brazos.

-¡Queremos jugar, tío Caleb!.

Todo mi mundo se estaba derrumbando...

-¡Tío Caleb!.

¿Como pude dejar que esto pasara?...

-¡Caleb!

Sabía que esto iba a terminar así, siempre pierdo lo que mas me importa...