Derritiendo un corazón de hielo

~Cap23~ Desconfianza

~Alaska's POV~

Ok, había eso sido demasiado raro, aun para Jack.

-¿Porque me abrazó de la nada?.-Llegó Siku quejándose.-¿Donde estaba?.

-Creo que pasó el fin de semana en casa de Chris.-Dije mientras veíamos por la ventana del patio como Jack estaba felizmente jugando a la pelota con Nukka, Miki y Mika, congelando todo a su paso.

-Oh, entonces ya entiendo porque esta así.-Dijo Siku, poniendo una sonrisa burlona.

-¿A que te refieres?.-Preguntó Caleb de repente.

-Creo que deberías averiguar como esta tu adorado hermanito, pero solo por si acaso, llévale algunas pastillas para el dolor.-Y se fue, dejándome con la duda.

-No me gusta como suena eso.-Dijo Caleb, caminando hacia la puerta.-Vendré a verte mañana, pero sí necesitas algo, llámame.

-No te preocupes, creo que estoy lista para ir a la escuela mañana, después de todo es la ultima semana de clases.

-Tu tampoco te preocupes por eso, Peter hizo todas tus tareas y trabajos.-Caleb sonrió.

-¿Me supongo que se lo pediste amablemente?.-Pregunté, alzando una ceja y cruzándome de brazos, esperando una respuesta.

-No tuve que pedírselo, él se ofreció después de que lo salvaras de Emmett.

-Oh.-Dije acercándome a Caleb.-Recuérdame agradecerle mañana.

Él solo puso una dulce sonrisa y besó mi nariz.

-Ya me tengo que ir, princesa. Nos vemos mañana.-Me dio un corto beso y salió de la casa.

-Pero que cursi, por Dios...

Escuche una voz de repente, saliendo del cuarto de Suka.

-Sí ese chico fuera un poco mas meloso, tendría que darme un tiro...-Comentó esa voz burlona.

-¿Quien eres?.-Pregunté adentrándome en el cuarto.

-Oh, pequeña tonta ¿Es que acaso no reconoces a tu propia hermana?.-Busque por todos lados, hasta que encontré la fuente de la voz. Era Nevaska, pero estaba en un frasco sobre el escritorio de Suka.-¿Patético, no crees?.

-No merecías menos.-Dije mientras tomaba el frasco con cuidado.-¿Estas cómoda, ''hermanita''?.

-¿Porque no vienes y lo averiguas?.-Me retó.

-Oh, no gracias.-Reí levemente.-Me gusta mi tamaño normal.

-No te preocupes, pronto estaremos juntas de nuevo.-Dijo eso riendo desquiciadamente.-¡Solo espera, querida hermanita!.

Esta loca. Deje el frasco en su lugar y salí corriendo de ahí.

¿A que se refería con ''juntas de nuevo''?.

No tuve tiempo de pensarlo demasiado, ya que el sonido del timbre me interrumpió. Cuando quise ver quien era, algo tapaba mi vista, así que abrí la puerta encontrándome con una sorpresa.

Un enorme oso de peluche y un gran ramo de rosas.

-Entrega especial.-Murmuró alguien detrás del oso de peluche.

-Gracias, ¿Quién las envía?.

-De mi, para ti.-Dijo James saliendo de atrás del peluche.

-¡James!.-Salté para abrazarlo.-¡Hace mucho que no te veía!.